14. Hoy no

3.3K 239 17
                                    

       Ya era de mañana, cuando la luz que entraba por la ventana atacaba mis ojos. Tardé un poco en despertar del todo y vi a Esteban durmiendo completamente desnudo a mi lado, con una de sus pesadas y peludas piernas arriba mío.

       Salí despacio, para no despertarlo y me vestí.

       Miré la hora y eran las siete pasadas. Fui al baño a lavarme la cara y hacer pis, para después ir a ver a los chicos que seguían durmiendo como angelitos.

       Estaba por despertar a Romeo, cuando escuché a Esteban detrás de mí y lo sentí abrazarme. Miré y seguía desnudo.

       —Vestite. —Le dije.

       —¿Por qué? ¿Así te caliento? —Preguntó engreído.

       Me reí y me di vuelta para mirarlo.

       —No. Ya nos conocemos de vuelta.

       —Sigamos como desconocidos ¿Cuál hay? —Comentó y me abrazó de la cintura, pero lo saqué.

       —Hoy ya no, dale, vestite, que me tengo que llevar a Romeo a casa.

       —¿Por qué? Esperá a que me vaya y te llevas a Miri también.

       —Me quiero bañar, estoy hecha un asco.

       —Está bien. Pareces mi mamá de mandona.

       Se volvió a su habitación y yo desperté a Romeo. Nos fuimos y me di un baño caliente. Al verme en el espejo noté que me dejó unas marquitas suaves de chupones… La próxima vez voy a tener que pararlo…

       ¿Va a haber próxima vez? No quiero encariñarme.

       Perderlo sería perder lo poco que tengo…

       Intenté ignorarlo un poco en la semana cuando se hacía el pesado y el sábado estaba por ir al parque con él y los chicos, cuando llamó mi abu.

       —Hola, ¿pasa algo?

       —Hola, mi cielito, ¿quería saber si hoy querían venir a casa conmigo? Que ya no te veo mucho. Vienen y se quedan a dormir así los disfruto.

       —Está bien. Si, justo estamos vestidos, así que en veinte minutos llegamos.

       Cortamos y me puse a hacer un bolsito con nuestras cosas. Tocaron la puerta, así que abrí, porque era Esteban.

       —Hola ¿Están listos?

       —Hola, no vamos al parque al final, porque llamó mi abu. Vamos a pasar la tarde y la noche allá. Nos vemos mañana en el parque.

       —Está bien, no hay drama ¿Está todo bien con Alegra?

       Uf, es raro escuchar el nombre de mi abu…

       —No me dijo nada, solo que como no nos vemos tanto, quiere que vayamos un poco.

       —Está bien, nos vemos mañana entonces. Cuídense.

       Se fue y yo agarré todo, y emprendí viaje con Romeo. Son quince cuadras, pero no puedo caminarlas con mi hijo, así que nos tomamos el colectivo que en cinco minutos nos deja a una cuadra.

       Cuando llegamos, había un hombre adentro y mi abu me hizo sentar a la mesa.

       —¿Qué pasa? —pregunté preocupada.

       —Nada, mi cielito, pero necesito que me firmes un papel. Por cualquier cosa.

       Lo leí y eran los papeles de la casa... La estaba pasando a mi nombre.

Romeo & yo [+18] ✔Where stories live. Discover now