Capítulo 18

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✨Editado✨

"La noticia inesperada"

Me quedo completamente helada sentada en el material de la silla, mis piernas no se mueven, ni quieren al parecer, solo tiemblan. O todo mi cuerpo lo hace, ahora mismo, eso me da tremendamente igual.

Oigo un pitido de fondo y mi vista se desenfoca y enfoca varias veces mientras las palabras de Alma y la pequeña conversación entre Noreen y Josie rondan por mi mente una y otra vez.

Mi vista se mueve, pero no sé porque lo hace, no lo sé hasta que veo, a duras penas, una mano pequeña agitarse frente a mi rostro, tan rápido que parece un borrón.

Sacudo la cabeza para intentar volver a este mundo y prestarles atención a las dos niñas frente a mí que sé me han hablado estos últimos segundos, o minutos, pero mi cabeza no ha oído sus voces. No ha podido.

No. Ha. Podido.

—¿Estás bien? — pregunta Josie ladeando la cabeza, tiene todo el contorno de su boca manchado con helado de chocolate.

Y por más que quiero hablar, y decirle que estoy bien, aunque no tanto, las palabras no logran salir de mis labios. Totalmente sellados.

—¿Rowy? —pregunta esta vez Noreen y puedo oír muy, muy lejos el tono preocupado de su voz.

Es entonces donde me obligó a sacudir la cabeza, otra vez, y a enfocar de una vez mi vista para ver, nítidamente, los rostros de las dos pequeñas, las pequeñas ondulaciones en el cabello pelirrojo de Noreen, y el liso imperturbable de Josie.

—Sí, estoy bien, descuiden —miento descaradamente, e increíblemente bien para mi sorpresa —, solo estaba pensando en algo y mi mente se perdió unos segundos.

—Han pasado diez minutos, Rowy —afirma Noreen abriendo tanto sus ojos que solo puedo ver los orbes azules rodeados de blanco.

—Doce, para ser exactos —dice Josie levantando el dedo mientras mira en su reloj de juguete, no me extraña que ella los haya contado.

Siento de repente un viento frío detrás de mi espalda, el viento entra por el cuello de mis abrigos, por el de mi camiseta y se pierde en mi columna, serpenteando con libertad y provocándole cientos de escalofríos, uno detrás del otro.

Formó una sonrisa despreocupada, y totalmente mentirosa, y niego con la cabeza fingiendo que no hay una enorme revolución ocurriendo dentro de mi justo ahora. Veo a las niñas.

—Ha sido culpa mía —río, pero decido callarme al instante, no quiero que sientan la mentira en mi risa.

Ni que Josie pueda sentir que hay algo mal o extraño en mí, más de lo normal, claro.

—¿Terminaron ese helado? —cambio exitosamente de tema —, tardaron una vida.

Me aterra ver cuando Josie arruga el ceño, aun mirándome fijamente, y sé inmediatamente que sintió algo, cualquier cosa, aunque sea mi nerviosismo. Su habilidad nunca duerme, está presente cada segundo, minuto, y hora del día. A veces, debe ser agotador.

—¡Si! —exclama Noreen levantando las manos con emoción y alegría, creo que el azúcar está haciendo sus efectos en ella —, creo que no volveré a pedirle uno así a Jeff.

—Me alegra que te des cuenta, Noreen —la reprende Josie poniendo sus manos en la cintura y girando a verla —. Me alegro que te des cuenta —repite.

Sonrió a pesar de la tormenta en mi interior.

—Eso es bueno, Roja —digo ocultando el temblor de mi mano debajo de la mesa, debo controlarme —¿Están listas para ir a casa?

Vuelve a Mi  (TERMINADA)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora