Concecuencias

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Draco no estaba del todo seguro de qué había pasado pero sí era consciente que algo había afectado profundamente a Lessi. Ese día, después de regresar de las vacaciones de Navidad y Año Nuevo, la vio entrar a la sala común de Slytherin con prisa. A penas miraba su camino y mantenía la cabeza gacha; aún así, la vio llevarse las manos al rostro para quitarse las lágrimas que intentaba ocultar. El efecto que tuvo en él esa escena fue inmediato: sintió como una mano negra y tétrica apretaba duramente su corazón.

Sabía que no era responsable en esta ocasión de lo que fuera que sucedía pero no estar allí para animarla y consolarla era difícil para él. Aún así, a pesar de que los residuos de la amistad que mantuvieron durante años aún invadían su cuerpo y lo impulsaban hacia ella, era consciente que lo mejor era alejarse. Así que cuando la vio ir a los cuartos de las chicas de sexto, él reprimió el deseo de llamarla y abrazarla. En vez de eso, fue hacia el cuarto que compartía con otros y en cuanto entró, vio a Theo sentado al borde de un costado de la cama, con la mirada perdida en una de las paredes que tenía frente a él.

—Tu hermana está llorando—dijo con tono monótono, aparentando indiferencia, después de comprobar que no había absolutamente nadie más que ellos.

Theo no se movió, lo que sorprendió al rubio. El chico siempre había ido corriendo hacia Alessia si sabía que algo estaba pasado con ella.

—Como si te importara—gruñó entre dientes Theodore.

El comentario lo hirió pero, nuevamente, actuó como si fuera un maldito sin sentimientos.

—Tienes razón.

Theo le lanzó una mirada helada que si hubiera tenido el poder de matarlo, en ese instante lo hubiera dejado a diez metros bajo tierra. Draco apartó la suya e, intentando mantenerse ocupado, buscó un libro entre sus pertenencias y se apresuró a caminar a la puerta pero antes de marcharse, volteó nuevamente su rostro hacia su compañero.

—Asegúrate que esté bien, por favor—le pidió a penas elevando la voz y luego se alejó sin mirar la reacción del chico.

...

—Oblíguenla a bajar—les ordenó Theo a las hermanas Greengrass.

— ¿Y qué quieres que hagamos? ¿Que nos tiremos sobre ella, la atemos y la traigamos levitando hasta aquí?—preguntó Astoria.

—Si es necesario—indicó el chico—. No ha bajado en todo el día, ha faltado a todas las clases y ni siquiera ha asistido al almuerzo. ¡Ese es un motivo más que suficiente como para preocuparme!

—Lo sé—concordó Daphne, hablando más calmadamente—. Pero quizás no quiera ver a nadie. Lo que necesita es espacio, tiempo a solas.

— ¿Y qué es lo que se supone que hace allí?—señaló frustrado la puerta que iba en dirección a las habitaciones de las niñas de sexto, donde él no podía entrar.

—Nada, sólo ha estado acostada en la cama sin querer hablar con nadie.

— ¿Ha llorado?—preguntó, queriendo confirmar lo que Draco había dicho esa mañana.

—No la hemos visto llorar, pero me pareció que tenía los ojos rojos—comentó Astoria.

Esa nueva información hizo que el chico se desesperara aún más. Nervioso, se pasó una mano por el pelo, despeinándose.

— ¡Debo verla! ¡Díganle que quiero verla!

— ¿Y crees que esta vez te hará caso?—Daphne puso sus manos en sus caderas y lo miró con seriedad—Realmente, Theo, déjala tranquila hoy. Mañana si sigue igual encontraremos el modo de sacarla de ese estado.

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⏰ Last updated: Apr 04, 2021 ⏰

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Flores del malWhere stories live. Discover now