CAPÍTULO 15

114 8 1
                                    

-Hola, tía Sheri. ¿Tienes un minuto?

-Claro cariño, ¿qué ocurre?

Creí que la parte difícil de mi día sería hablar con Michael, pero en cuanto salí de su casa comprendí que lo realmente difícil iba a ser hablar con Josh. Sabía que se enfadaría por ir sin él, pero aquello era algo que debía hacer sola. Mi lucha interna jamás iba a ser una cosa que él tuviera que librar, al igual que yo no podía batallar en la suya.

-He ido a hablar con Michael.

La cara de mi tía no tuvo desperdicio. Creo que nunca la había visto tan sorprendida.

-¿De verdad?

-Era algo que tenía que hacer tarde o temprano, y creo que es hora de perdonar y avanzar. Por mí y por papá.

-Eso es muy maduro por tu parte, Ellie. -Se acercó a darme un abrazo-. Estoy orgullosa de ti.

Me permití disfrutar de la sensación de calidez que me proporcionaba. Me recordaba tanto a mamá que me entraban ganas de llorar.

-¿Has hablado con Josh?

-No... tengo miedo de que se enfade conmigo.

-Estamos hablando de Josh, no se enfadaría contigo.

-En esta ocasión sí. -Me removí incómoda, intentando encontrar las palabras-. Desde que murió papá me ha advertido de que no fuera a hablar con Michael si él no estaba conmigo.

-¿Por qué?

-Porque es su manera de protegerme. Se siente tan vulnerable como yo, y siente que tiene que estar a mi lado para enfrentar a su padre ya que en parte, se siente culpable por lo que hizo. Es obvio que él no es responsable de nada, pero además de ser mi mejor amigo y actuar como tal, es su manera de intentar remediar aunque sea un poco de lo que hizo Michael.

-Josh es una persona maravillosa.

-Lo es. Pero se carga encima de los hombros responsabilidades que no le pertenecen.

-No sois tan diferentes, entonces. -Concluyó.

La miré confundida, intentando comprender a lo que se refería.

Al notar mi gesto, prosiguió.

-Cielo, lo que me acabas de decir es lo que llevas haciendo desde que murió Robert. Te has cargado con responsabilidades que no te correspondían, te olvidaste de cuidarte a ti, intentaste mantenerte ocupada para sacarlo todo adelante y no pensar en tu dolor, y te culpaste por las acciones de los demás, cuando nunca fueron cosa tuya.

-En aquel momento era más fácil dejar de sentir.

-Dejando de sentir te olvidaste de ti misma. Lo único que hiciste fue congelar los sentimientos, no suprimirlos. Por eso cuando paraste te estabas ahogando, porque además de cargar con cosas materiales, cargabas con demasiadas emociones que te habías negado a asimilar.

-Lo sé. -Admití en voz baja.

-Pero estás consiguiendo transformar ese dolor en aprendizaje, y no sabes lo importante que es eso.

-¿De verdad?

-Por supuesto. Asimilar y aceptar las emociones es el primer paso para que se vuelvan reales y podamos aprender lo que necesitamos de ellas. Para mejorar y madurar. Para seguir adelante.

-Es muy difícil. A veces siento que los sentimientos me abruman, que no me dejan respirar ni pensar con tranquilidad.

-Hay que sentir el dolor, Noa. Es la única forma de localizarlo y acabar con él, la forma de convertir la herida en cicatriz y dejar que sane. -Me cogió la mano-. Lo estás haciendo genial, y vas a salir de esta.

Whatever It Takesحيث تعيش القصص. اكتشف الآن