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D A R L A

El infernal sonido que se introducía por mis oídos me daba a entender que alguien trataba de ponerse en contacto con alguno de los dos mediante una llamada.

— Apaga eso — supliqué pegada al cuello de Mateo.

Pude sentir desde esa posición como estiraba su brazo hacia la mesita de noche tanteando la superficie en busca del dispositivo.

— Te están llamando a ti nena — murmuró pegándose de nuevo a mi. Para cuando quise reincorporarme y tratar de atender, colgaron. — Buenos días — susurró contra mi pelo.

— No, duérmete — dije dándole la espalda.

Escuché una risita brotar de su garganta mientras se levantaba de la cama. Rodeó esta y se metió al baño. Segundos después el agua comenzó a correr, se estaba duchando.

El ruido del agua cayendo me relajó lo suficiente como para lograr capturar de nuevo el sueño tan lindo que estaba teniendo.

Espero que hubiese estado así unas cuantas horas más antes de que Mateo me despertara porque o sino lo iba a lamentar.

— Darla... — estaba cerca, percibía su aliento mentolado.

— Un ratito más... — demandé casi sollozando.

— Abre los ojos, se supone que los peces no tienen párpados — argumentó mientras repartía pequeños besos por mi rostro.

— Entonces también sabrás que les afecta el ruido de los humanos — al no recibir ninguna respuesta le miré y él me sostenía la mirada con una sonrisa. — Les causa estrés, afecta a su crecimiento y a su capacidad de reproducción — dije narrando un artículo que me encontré titulado: "15 cosas increíbles que no sabías de los peces"

—¿Entonces mi voz afecta a tu capacidad de reproducir? — preguntó tratando de ocultar el tono divertido del mismo — No me transmites lo mismo cuando...

— Iré a asearme — dije apuradamente mientras me levantaba. Él sólo se limitó a mirarme con la sonrisa más agrandada. — ¿Qué? — cuestioné antes de cerrar la puerta del baño. — Se me quitó el sueño — expliqué encogiéndome de hombros con un aire despreocupado.

— No lo dudo — se rió. — Voy preparando el desayuno, no tardes.

Y traté de no hacerlo, después de ducharme y ponerme algo cómodo (realmente no tenía nada más que unos joggins, por lo que la parte de arriba corría de parte del armario de Mateo), salí de la habitación peinando mi pelo húmedo con los dedos y fui al encuentro de mi novio, que se encontraba dándole de comer a nuestro gato.

— Buenos días — me agaché y le acaricié por detrás de las orejas.

— Guppy, hace un rato te llamó Bau — me comunicó mientras ponía un cuenco de cereales a mi disposición.

— ¿Bau? — mi ceño se frunció tratando de entender el porqué de su llamada — ¿Qué quería?

— No me dio tiempo a contestar — se sentó al lado mía con su respectivo desayuno — Llámale de vuelta, quizás sea importante.

Asentí mientras me levantaba e iba a por el teléfono. Era muy extraño que el chofer de mi padre me llamara sin un motivo aparente... ¿Y si le había pasado algo?

Marqué los números con los dedos temblorosos y esperé a que la voz detrás de la línea se hiciera presente.

— ¿Señorita? — su voz era un conjunto entre alivio y apuro, cosa bastante contraproducente.

— Hola Bau, ¿va todo bien? — pregunté volviendo a la cocina. Mateo me miraba curioso.

— Su padre me matará por esto pero...

— ¿Qué pasó con mi papá? — la mirada de Mateo se tornó confusa, tanto o más que toda esta situación.

— Adelantó su vuelo de regreso, debo de ir a buscarla para llevarla al aeropuerto en menos de dos horas.

— ¿Cómo? — cuestioné. — No puede ser Bau, todo está programado para que regrese a Alemania dentro de un par de días — o eso esperaba.

— Eso no es todo — continuó y la agonía dentro de mi creció. — Encienda la televisión.

Haciéndole caso me encaminé hacia el salón con Mateo pisándome los talones. Agarré el mando y al encender el televisor pudimos observar como estaban retransmitiendo un programa donde opinaban de la vida de los famosos, nada fuera de lo normal.

— ¿Qué se supone que debo...? — mi voz se fue apagando cuando de repente aparecieron fotos mías con Derek del evento de anoche, pero eso no era lo peor.

"¿Matrimonio a la vista?
Fuentes confirman que Darla Fisher, la única hija del gran empresario alemán Norbert Fisher, se casará dentro de poco con uno de los periodistas más apuetos del momento, Derek Hoffman. ¡Viva los novios!" se podía leer en la parte inferior.

Los que se encontraban en plató comenzaron a debatir sobre si merecía la pena dar ese paso con mi corta edad, también comentaron que fue toda una sorpresa pero que en parte todos se lo esperaban ya que hacíamos una pareja fabulosa.

Me vi incapaz de apartar la mirada de la pantalla, no sabía si era por el impacto del momento o por el miedo de ver la expresión en la cara de Mateo ante esta noticia que, sin duda, iba a explotar la pequeña burbuja que habíamos logrado crear para aislarnos de todo lo demás.




aparezcoo después de dos meses -.-'
(no me odien plox :*)
disfruten de la lectura ¡!

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⏰ Última actualización: May 16, 2021 ⏰

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