Perfect |KookV| (Omegaverse)

18

JungKook no mentía cuando decía que miedo no tenía. Era cierto que tiempo atrás era uno de los hombres a los que más temía, pero eso había cambiado en los últimos años.

En la manada de su tío aprendió muchas cosas y ahora al único que temía se podría decir que era su tío, pues lo que éste le enseñó y el cómo lo hizo, fue lo que lo llevó a que le tuviera miedo, pero eso también llevó a que su miedo a los demás alfas desapareciera. Así que sí, no tenía miedo del gran líder.

Pero eso no quitaba que quería su bendición para con su hijo y su debido respeto, como alfa. Por lo mismo es que estaba nervioso, pero miedo no. Tenía la certeza del amor de su omega y eso era todo lo que estaba bien.

—Siéntate. —le ofrece el alfa cuando llegan a un cuarto donde JungKook supone es su espacio para todo lo referente a la manada.

JungKook se sienta con una postura firme transmitiendo que ya no era aquel chiquillo miedoso de años anteriores. La sonrisa que NamJoon le obsequió lo aturdió un poco pero no hizo ninguna expresión, después de todo, ese hombre había actuado así desde que lo conoce, con una sonrisa y una actitud amable que en su momento creyó, hasta que sacó su verdadero ser y lo que sentía hacia su persona. JungKook había quedado muy decepcionado pues era una de las personas a las que admiraba mucho, pero se topó con que pensaba igual que todos los demás, que era un inútil y burla de ser un alfa. Pero sin duda lo que más le dolió fue que no lo aceptaba como alfa para su hijo.

Era obvio que para estas alturas JungKook no necesitaba de la aprobación del hombre frente suyo y mucho menos saber si estaba de acuerdo respecto a su persona, puesto que las reglas eran claras y él había ganado una batalla de dominio siendo vencedor, por lo que el líder sólo tenía que aceptarlo y punto.

Eso fuera así de simple si en el fondo él hubiera cambiado, pero no era así y seguía siendo el mismo. Así que aunque tuviera todo el derecho, él no abusaría de ello. JungKook sabía que TaeHyung fuera el omega más feliz del mundo teniendo la bendición de su padre y su aprobación, por lo que JungKook estaba dispuesto a persuadirlo si el líder aún estaba en desacuerdo de que él fuera el alfa para su hijo.

—Veo que será una conversación seria y al grano. —dice NamJoon mientras su sonrisa tiembla un poco porque el muchacho no se la regresó, se sintió incómodo.

—No veo que haya mucho de qué hablar a parte de lo que nos concierne a ambos. —responde y eso sorprende al contrario pues su voz había cambiado y el tono utilizado, fue firme y un tanto autoritario.

—Vaya... ja ja ja... esto me puso incómodo. —carraspeó su garganta y se sentó frente al alfa menor—. Veo que has cambiado.

—Eso es depende como lo vea usted ya que la gente siempre ve lo que quiere y juzga a su parecer, sin saber nada en realidad.

La perplejidad en el rostro del líder sería un tanto cómica para alguien ajeno a la plática. NamJoon no podía creer lo que el alfa le decía, notando esas palabras como reproche. Se lo merecía, pero no sabía que el muchacho supiera.

—Tienes razón, siempre juzgamos a conveniencia. Ahora entiendo tu comportamiento y quisiera que esto no crezca más y podamos solucionarlo. Primero, me disculpo por mi comportamiento del pasado, en realidad yo nunca creí que-

—¿Que, cambiaría? —le interrumpe con una sonrisa irónica—. Nadie en verdad creía nada sobre mí. Así que dígame ¿su disculpa es sincera o sólo lo hace porque le conviene? 

—¡Claro que es sincera! pasé mucho tiempo arrepintiéndome de mis palabras, creí que era lo correcto. Debes de entenderme que como padre quería lo mejor para mi hijo y eso me cegó, creyendo que tú no lo eras. Fue hasta que mi omega me hizo entrar en razón, pero ya era tarde porque te habías ido y yo fui uno de los culpables que incitó a que hicieras eso.