Perfect |KookV| (Omegaverse)

8

JungKook 12

TaeHyung 13

—¿Crees que lo haré bien? —curioso le pregunta. 

Había pasado días pensando en ello, en ese día que por fin llegaría. Jungkook tenía miedo, sus prácticas de enfrentamientos alfas comenzaría al día siguiente, estaba más que nervioso y asustado. 

No sabía si lo haría bien, ni mucho menos a qué se iba a enfrentar. Su papá alfa le había dado ánimos y le hizo saber que no había de qué preocuparse, que ahí aprendería a usar sus instintos, a utilizar y medir su fuerza, a sacar el alfa interior.

Eso era lo que más le atemorizaba, sacar su alfa interior. Jungkook no quería convertirse en alguien agresivo y que se deje guiar por sus instintos, desea controlarlo. Por eso espera que le enseñen eso.

—Lo harás bien, Googie. Tu haces bien todo y si no, aquí me tendrás para animarte. —Son las palabras que le dice TaeHyung, con su radiante sonrisa.

Jungkook no dice nada más y sólo asiente con una sonrisita tímida.

Estaban en su nuevo "lugar" era cerca del desborde del río y aunque era un tanto peligroso, no les importó por aquella hermosa vista. Se podían notar los árboles al otro lado del río, junto con enormes montañas bañadas en un verde que irradiaba frescura, mientras los pájaros volaban cerca y el sonido se producía por todo aquel desolado lugar, sumando esos pequeños rayos de sol que se filtraba. Era hermoso y eso era suficiente para ellos.

El pequeño omega recuesta su cabecita en el hombro del alfa quien se tensa un poco ante el acto, pero que al final lo deja estar, juntando de igual forma su cabeza con la de TaeHyung mientras observan a la nada. Era acogedor estar así, uno al lado del otro.

Habían sucedido muchas cosas en todo este tiempo, TaeHyung estaba cambiando físicamente para bien. Su cuerpo estaba adoptando la figura que la mayoría de omegas obtienen, su papá Jimin le había comentado que era todo normal, que son los cambios de todo omega y que sólo era el inicio. Obviamente no eran grandes cambios, pero que sí se podían notar y para un pequeño azabache con raíces un tanto rojas, le fue inevitable no notarlo.

La figura de TaeHyung estaba haciéndose más esbelta, pequeñas curvas empezaban a formarse, su piel se volvía más suave y tersa, sus facciones más finas y delicadas. Estaba creciendo y volviéndose más hermoso, cosa que Jungkook notaba y cada vez se convencía más que era estúpido pensar en un futuro con él. 

TaeHyung se merecía a alguien mejor, no a un niño flacucho y debilucho como él. Y es que, para Jungkook le era imposible no pensar así, al notar que él no poseía ningún cambio como los demás. Se supone que los alfas tienen los cambios a temprana edad, donde sus rasgos y comportamientos van cambiando de a poco, pero él seguía igual. Conocía a todos los niños de su edad con los que entraría a su entrenamiento alfa y en ellos se podía notar que en verdad eran alfas, pero al verlo a él era otro caso.

Su figura era casi similar a la de TaeHyung, quitándole lo de las curvas y rasgos finos, él parecía un omega. Incluso muchos se cuestionaban si en verdad era del linaje alfa y no habían cometido un error, más no lo había y su jerarquía era de un alfa. 

Por eso mismo era que temía el día de su entrenamiento alfa, porque sabía que no estaba a la altura de los demás y sería todo un fracaso. Como siempre.

—Escuché de papá que en unos días vendrá una nueva familia. —lo trae de nuevo a la realidad Tae, mientras inconscientemente había entrelazado sus manitas y acariciaba la del alfa—. Espero que sean personas amigables. No quiero que pase lo de... Kai.