Perfect |KookV| (Omegaverse)

6

Sus ojos se cerraron y lo último que pudo escuchar fue, el grito desgarrador del omega y unos fuertes gruñidos. Su cuerpo cedió ante el cansancio y se sintió caer. Pudo percibir también luego de... No sabía cuánto tiempo en sí, pero su cuerpo fue elevado en medio de fuertes gruñidos, pudo visualizar unas enormes siluetas y luego ya no sintió nada. 

El pequeño alfa se desmayó por completo. 

Minutos antes de todo ello, TaeHyung pedía porque dejaran al niño, que lo soltaran y no lo golpearan más. Todo fue en vano. 

—Es por tu bien, TaeHyung. —le dice el agresor del menor, cuando detuvo sus golpes hacia él pequeño que ya no se movía—. Es para que mires lo patético que es. No lo ves, ese no es buen alfa para ti.

—¡Es sólo un niño! —gritó entre lágrimas el omega—. ¡Igual que Yo! No debiste hacer esto. Así mucho menos querré siquiera acercarme a alguien como tú. Un alfa patético que se atreve a hacer estas cosas sólo por verse dominante, pero sabes, no deseo eso, sólo quiero alguien de buenos sentimientos. No un alfa maldito como tú. —escupió todas sus palabras con extremo odio. Su papi Jimin le había dicho que decir malas palabras no estaba bien, pero no se pudo controlar. Aunque eso estaba de menos, lo que más le sorprendía era ver que había dicho todo ello sin titubeos, todo correctamente.

—¡¿Por qué?! —el alfa alza la voz y quitándose de encima de JungKook que estaba en el suelo, se dirige al omega que se asusta un poco al ver la furia en el chico—. ¡No ves! ¡Soy el mejor alfa para ti! Tengo que ser el único que tu aceptes, porque si no es conmigo, —su pie va al rostro del pequeño que yacía en el sueño y lo presiona, TaeHyung grita con horror—, no serás ni de él. 

TaeHyung pataleó con todas sus fuerzas y apoyándose de los chicos que lo sostenían, tiró una que logró pegarle al alfa que le hacía daño al menor, éste lo volvió a ver con furia mientras se acercaba intimidante hacia él. TaeHyung cerró los ojos cuando estuvo cerca, con su mano alzada, esperaba el golpe, el cual no llegó. 

Unas pisadas fuertes alertaron a los tres chicos alfas, y antes de que pudieran huir fueron rodeados por al menos cinco alfas en sus formas lobunas, incluyendo al gran alfa líder Kim. Eso hizo temblar a los chicos. 

TaeHyung fue soltado cuando el líder rugió, el pequeño omega cayó al suelo de rodillas, pero no esperó más y gateó al cuerpo del pequeño alfa. Quiso tocarlo, pero tenía temor de dañarlo más, su rostro se estaba hinchando y tenía sangre por todos lados, TaeHyung derramó más lágrimas, pidiéndole que resistiera, que estaría con él, pero que resistiera.

Tres alfas rodearon a los tres chicos, los cuales estaba ya de rodillas y con sus cabezas bajas. Los otros tres alfas miraban todo con sorpresa, había una mochila desparramada en el lugar, con varias cosas que se salieron de ésta, había un camino de sangre hasta el lugar donde el pequeño alfa estaba, al parecer, inconsciente. Uno de los alfas aulló en dolor al ver el pequeño. Dos de los lobos volvieron a su forma humana.

—¿Qué pasó aquí? —Demanda con voz potente el líder al estar en su forma humana. Los tres pequeños alfas estaban de rodillas tiritando ante la potente voz.

Por otro lado, al mismo tiempo, otro hombre en su forma humana corre al auxilio del pequeño niño que estaba tirado en el suelo. Lloró al ver a su pequeño inconsciente en el suelo, YoonGi podía soportar todo, menos ver a su familia mal.

Recuerda lo contento que llegó a casa, porque después de pasar entre madera, al fin vería a su familia, su omega y sus dos retoños, pero con lo que no contó fue con que llegaría a presenciar el cómo su omega estaba afligido porque ya era tarde, el sol se estaba poniendo y su pequeño hijo no regresaba, sabía con quién estaba y eso le hacía tener más miedo porque estaba con un pequeño omega a tal horas, y no sólo eso, sino que precisamente ese omega era el hijo del líder. Minutos después de que SeokJin le dijera su preocupación, su puerta fue tocada y al abrirla se encontraron con un afligido Jimin también, que estaba inquieto porque su pequeño aún no llegaba a casa, eso los alertó aún más.