Perfect |KookV| (Omegaverse)

19

Pasó el resto del día con los amigos de Jungkook que le contaron algunas historias y otras que se reservaron por la incomodidad que se creaba hacia aquel rencor que mantenían por él. 

Se burlaron del pelinegro con puntas rojas al contar como era el favorito de todas las omegas y los omegas, y él no volteaba a ver a ninguno pues suspiraba por uno de hebras doradas que todos sus conocidos sabían, más nunca lo conocieron. Eso puso un poco celoso a TaeHyung, pero al profundizar en el tema y saber que su chico pasó muchas cosas por un omega del que todos creían era una mentira, se sintió un tanto mal. Los chicos le hicieron saber que mientras el tiempo pasaba y que nadie sabía si en verdad existía, sólo por lo que Jungkook decía, todos empezaron a creer que sólo era mentira y ese era como su tipo ideal de omega, como nunca recibió siquiera una carta o visita de dicho omega, todos empezaron a creer en ello, salvo sus amigos y personas cercanas a él, aunque nunca tuvieran algo que afirmara que dicho omega existía. Esa era una de las razones por las que tenían esa especie de rencor, pero también la curiosidad de saber si era verdad que existía un omega como el que Jungkook describía. Y quedaron más que sorprendidos cuando lo vieron, comprobando sus palabras.

Ahora  volviendo al presente, los alfas hablaban y daban pequeñas luchas frente a los dos omegas que los observaban a una poca distancia. JungKook era el juez pues ninguno se atrevía a enfrentarlo con la excusa de que no eran tan tontos para hacer algo así. 

—¿Es cierto lo que Kookie contaba de que acá no era bien tratado? —cuestiona el omega castaño, KiHyun.

—Bueno... No. Él pasó muchas cosas aquí que no me gusta recordar porque me enoja, pero sea lo que sea que les haya contado, es verdad. Quizás hasta peor...

—Él no es de muchas palabras ¿sabes? Pero nadie podía mencionar tu nombre si no quería recibir una paliza porque decía que nadie tenía derecho de siquiera pronunciar tu nombre, por eso siempre que hablábamos de ti nunca decíamos tu nombre porque se enojaba. Claro, todo eso fue tiempo después porque los primeros meses cada que se hablaba de ti era como darle pila a él, hablaba de su omega y esas cosas, lo hubieras visto —ríe bajito—, se ponía tan rojo hablando de ti mientras lo molestaban. Después de más de una año, empezó a dejar de mencionarte y concentrarse aún más en sus prácticas, ya no hablaba de él y ni de ti, sólo lo necesario. Fue un duro cambio.

TaeHyung no sabía qué decir, se decía que él no tenía la culpa porque no lo obligó a irse y ni hacer todo lo que hizo, pero... si él no lo hubiera hecho, quizás ahorita estaría enlazado con una persona que no desea, sabiendo que hacía sufrir a los dos, pues el Jungkook de antes no hubiera podido dar la casta por él. Así que agradecía que se haya ido y volviera siendo lo que es, sin cambiar del todo, sólo lo necesario. Entonces allí es cuando se siente culpable de haberse encerrado en su dolor y no haber siquiera enviado una carta al azabache, pues al final, si lo piensa, él mismo tuvo la culpa que Jungkook no lo haya hecho hacia él. Fue un poco duro e injusto con el muchacho cuando se fue.

—No te sientas culpable —le dice el castaño al ver a TaeHyung ido—, las cosas pasan por algo y ahora están aquí, serán alfa y omega, como es debido.

TaeHyung le sonríe a penas y asiente. Al menos en eso tenía razón, pero sabía debía una disculpa a su alfa.

Se quedaron sólo viendo a los alfas que reían para este entonces mientras veían a lo lejos a unos omegas. KiHyun fue el primero en gruñir y eso hizo encrespar a su alfa, seguido del gruñido de TaeHyung, pero él al ver que dos omegas estaban rodeando a SU alfa.

¿A qué hora llegaron esos bastardos?

Sin detenerse a pensar, los dos omegas se dirigieron a sus respectivos alfas, soltando gruñidos a cada paso. KiHyun fue el primero en llegar y jalar de una oreja a su alfa el cual se disculpó de inmediato, dejando claro que se burlaban de los omegas, por ser tan descarados ante ellos. Por otro lado, TaeHyung les gruñó a los dos omegas que estaban encima de su alfa, el cual trataba de alejarlos de la manera más pasiva posible.