Perfect |KookV| (Omegaverse)

3

JungKook 8 años.

TaeHyung 9 años.

—Ten un buen día, mi cachorrito~ —recibe el sonoro beso de su padre en su frente mientras sonreía gustoso por el acto.

—Clalo que sip, papi.... —responde—, sabes que siemple me divielto... 

El hombre revuelve sus cabellos mientras suspira. Su pequeño aún no dice correctamente algunas palabras y eso lo entristece un poco consigo mismo. El pequeño ya tiene 9 años y eso le aflige de cierto modo, ya que, teme que se burlen de él o no le acortejen en el futuro por ser... diferente. Teme que por eso no encuentre a un buen alfa, de buena calidad, un alfa fuerte que lo cuide del peligro allá afuera. Ama a su hijo y lo único que desea es que tenga al mejor alfa y pueda ser feliz.

Para Kim NamJoon, líder de su manada, lo único que le interesa es ver a sus dos omegas felices y sobre todo; a salvo. Teme que no lo logre, ya en el pasado su omega estuvo en riesgo y no quiere que eso vuelva a ocurrir. En ese entonces su amado estaba en estado, con su pequeño cachorro dentro, le duele saber que no estuvo a tiempo con él y por eso..., tuvo complicaciones en su parto, el bebé nació prematuro, pero estaba bien, había dicho la partera, nació saludable y con sus 5 dedos en cada mano y pie, estaba completo. Hasta que, un tiempo después, el curandero de la manada lo observó y dijo que traía su lenguita pegada e hizo de las suyas para solucionar eso, cosa que tuvo éxito, pero les advirtió que podía tener consecuencias en el futuro, como tartamudeo o un pronunciamiento malo.

Fuera de todo eso, agradecieron a la Luna de que no tuviera ninguna consecuencia más y su hijo creciera bien, sólo con el único inconveniente de su habla, aunque se les había asegurado que con el tiempo aprendería a hablar bien, pero para un alfa que sólo quiere ver a su cachorro perfecto, cree que ya transcurrió el tiempo suficiente. Por lo mismo se sentía en deuda con su hijo, por ese detalle. Con su omega..., pues con él se sentía haberle fallado y no ser un buen alfa, ya que con su primer embarazo lo condenó y se le hizo saber que sería muy difícil que el omega volviera a quedar en estado, cosa que han comprobado a lo largo de estos 9 años y aún no logran concebir otro cachorro, aunque no pierden las esperanzas.

Ser el líder y alfa al mando de su familia, compuesta por dos omegas, era un tanto difícil, ya que dentro de su hogar dejaba de ser el imponente Kim NamJoon para convertirse en el Joonnie de sus dos omegas, le tocaba ser mimoso y cumplir los caprichos de sus dos amores; su retoño y el amor de su vida. Aunque no le importaba, por ellos iría al mismísimo infierno.

Sonrió en grande al verle salir por la puerta de su casa agarrado de la mano de su omega quien se despidió con un beso en sus labios. Sus dos amores se merecían lo mejor de este mundo.

Su lobito dorado estos últimos casi dos años mejoró demasiado su habla y sonreía aún más, lo que agradecía en gran manera. Sabía que se debía al pequeño alfa de los Jeon quien se volvió amigo de su pequeño, no le molestaba, siempre y cuando ambos niños estuvieran conviviendo en armonía y bajo norma. Había escuchado y visto con sus propios ojos el comportamiento del chiquillo, un comportamiento..., diferente al de un alfa, pero eso no le importaba, le daba igual, total, era el único niño hasta el momento en agradarle de esa manera a su lobito. 

Si su bebé estaba bien, él lo estaría. Siempre y cuando su bienestar esté a salvo.

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Un emocionado TaeHyung se abalanzó a los brazos del niño alfa, lo apretó con las fuerzas que sus bracitos le permitían y aspiró el aroma que el niño portaba. Era muy acogedor y lo hacía suspirar mucho.