Capítulo 4

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Ese lunes era el aniversario fúnebre de sus padres

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Ese lunes era el aniversario fúnebre de sus padres. 

Los aniversarios suelen ser celebraciones animadas, pero incluso para alguien que ya vivía entre las sombras, esa fecha se volvía melancólica y gris, casi tanto como lo que sus ojos veían.

Gris sobre gris sólo crea más desdicha.

Jimin quería quedarse entre sus sábanas todo el día; quizás llorar un poco y luego seguir durmiendo porque odiaba todo con mucha fuerza, no obstante, tenía un examen que rendir en la universidad y no podía darse el lujo de faltar.

Con pereza, apoyó sus pies en el frío suelo de su habitación y se levantó, caminando al baño para asearse y despejar su mente.

Hizo su rutina: Tomar lo primero que veía en el armario, ponerselo, peinar su cabello con desgano frente al espejo, desayunar cualquier cosa que viera en la cocina, recordarse que debía hacer la compra aunque sabía que igualmente se le iba a olvidar y no la iba a hacer, tomar su mochila y salir del departamento.

Caminó lento, cansado; cabeceando un par de veces mientras esperaba el autobús y durante el trayecto a la universidad.

Aún eran las 8. El cielo se veía oscuro y las farolas aún estaban encendidas, quizás porque era invierno y aún no amanecía.

—Vaya, es extraño verte vestir con algún color que no sea negro o blanco —Dijo Jin en cuanto lo vió llegar y practicamente tirarse sobre su asiento.

—¿Sí? —Dijo, mirando su camisa con desgano. Ni siquiera iba a preguntar de qué color iba vestido.

—Te queda bien el rojo —Asintió.

Jimin apretó los labios. A su madre también le gustaba cuando vestía de rojo, decía que combinaba bien con sus dos ojos. 

A él en realidad le daba igual, y se quejaba de tener que vestir de colores porque, si no podía verlos ¿de qué servía? Ahora se lamentaba no haber cedido más a menudo, no haber visto a su madre sonreír tan bonito por verlo con un poco más de vida mientras vestía esas extravagantes camisas que sólo ella compraba: El rojo, después de todo, servía para remarcar lo importante.

Y Jimin no se consideraba importante.

—¿Tienes algo planeado para hoy? —Seokjin lo sacó de sus pensamientos.

—No, iba a quedarme en casa cuando terminase la prueba —Se encogió de hombros—. Quizás visite la tumba de mamá y papá, pero tampoco tengo muchas ganas.

Jin asintió con suavidad, dándole apoyo silencioso.

Jimin lo ignoró, porque no quería darle pena a su amigo. Suficiente tenía con que Jin fuera tan delicado al hablar con él de temas familiares, el hecho de que sus padres hubieran muerto no significaba que se echaría a llorar ante la sola mención. Era más que eso; no lloraría por algo que había sucedido hace, exactamente, un año.

Jimin, el chico de los colores [pjm + jjk]Where stories live. Discover now