El origen

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Todos venimos de una llama de alma.

Esta se ve obligada a partirse en dos para formar a seres individuales que tendrán una conexión única, pero por el capricho de un ser superior estas siempre son separadas, volviendo su existencia miserable porque no encuentran la mitad que les falta.

Están destinadas a estar juntas y su misión en la vida es buscarse, a pesar de las dificultades que pueda haber, el destino siempre los va llevar al otro esa es la profecía del amor verdadero.

¿Cómo saber cuándo la encuentras? Se explica solo.

Lo sientes muy en el fondo de tu pecho, un calor recorre todo tu cuerpo y sientes la necesidad de estar con esa persona todo el tiempo, se complementan pues en su tiempo fueron uno solo, hay paz al estar juntos, el amor desborda y si hay conflicto saben solucionarlo, siempre juntos.

Es algo que te llama desde el interior, y cuando te ocurra, lo sabrás.

Y en cada vida que pase, esto se repetirá.

Esas eran las palabras que estaban talladas en la piedra que estaba al pie de las figuras divinas en la aldea de la manada.

La pequeña mano del lobo albino más joven de su familia acarició la roca con cierta nostalgia, si de verdad eso era cierto ¿Cuándo encontraría a la suya?

—Lixie~ ven aquí un momento—le llamó su hermana mayor.

El menor la miró y corrió hasta ella, la alta mujer lo abrazó contra su grande pecho y acarició sus orejas con cariño.

—¿Qué hacías bebé?

—Leyendo—se acurrucó en el pecho de su hermana moviendo su cola de un lado a otro demostrando que estaba feliz.

—Ya es hora de comer—lo soltó solo para ahora tomarlo de la mano y regresar a la cabaña en la que vivían.

La aldea de lobos albinos estaba escondida en lo más profundo del boque del norte, donde el frio impedía que cualquier humano e incluso otras manadas de lobos se acercaran, ellos eran lobos de invierno, estaban acostumbrados al frio y la nieve ayudaba a un buen camuflaje, pues su pelaje era tan blanco que bien podía confundirse con nieve.

Lo único que podría ayudar a identificarlos en una tormenta de nieve serían sus ojos azules.

La manada estaba conformada por apenas 4 familias, la familia de los Lee, de donde venía Felix solo eran 5 personas, los padres, la hermana mayor Rachael, Felix y la hermana menor Olivia.

La segunda familia Lee solo conformada con los padres y su único hijo Minho.

La tercera familia eran los Yang, los padres, el hermano mayor, Jeongin y el hermano pequeño.

La cuarta familia eran los Han, siendo los padres, el hermano mayor y Jisung.

La caza de esta manada por su piel los redujo a tan pocas familias cuando antes llegaban a 70, por eso ahora vivían en la parte más fría de la zona donde las aldeas de humanos no podían acercarse.

Era evidente que tenían que incrementar el número, pero teniendo en cuenta que las épocas de caza se acercaban de nuevo sería riesgoso intentar traer una nueva camada de cachorros, además de que, la mayoría de los omegas fueron precisamente los que fueron cazados y las mujeres de la manada eran pocas sumando que estaban o en una edad muy temprana o eran alfas, como en el caso de Rachael, incluso siendo mujer, al ser alfa era muy difícil intentar embarazarse.

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