⚜️8⚜️

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Tuvieron que pasar varios días para que por fin los reyes pudieran hablar de buena forma para tratar los asuntos políticos y de territorio. El rey Lee y el rey Bang tuvieron una larga conversación en el castillo de los Lee, fue solo pues el reino no se podía quedar sin nadie y el señor Bang confiaba plenamente en su esposa para dirigir el reino en su ausencia.

Mientras eso pasaba, Chan y Felix estaban en uno de los jardines traseros del castillo, recostados en el césped, mirando el cielo y como el viento movía las nubes, no estaban haciendo nada, pero Rachael estaba desde su balcón observándolos como si fuera un halcón.

Olivia estaba con ella, solo porque le daba curiosidad mirar al novio de su hermano.

—¿Por qué no vamos y nos presentamos? —sugirió la menor, pero Rachael gruñó suave.

—No confió en el...

—¿Por qué? Se ve que es un sujeto agradable.

—Salió de la nada y ahora resulta que es el alma gemela de nuestro hermano ¿así de buenas a primeras? Interrumpió el torneo y para acabar ¡ya lo marcó!

—Creo que eso es muy normal teniendo en cuenta de que son almas gemelas...

—¿Y quién me lo asegura?

—¿Crees de verdad que Lix se dejaría marcar por un desconocido? Además, se ve feliz, Lix nunca había sonreído tanto—sonrió suave al ver como su hermano se acurrucaba en el pecho de su novio y este lo abrazaba dejando suaves besos en su cabeza.

—Iba a dejarse marcar por el ganador del torneo.

—Felix no lo hubiera dejado, podrás ser la mayor, pero Felix habla más conmigo, sé que él no lo hubiera dejado.

Y eso solo hizo enojar más a Rachael, por lo que se quedó callada y siguió observando mientras que Olivia bajaba porque no soportaba las feromonas de su hermana, si bien era una beta, podía sentir el aroma y cuando estaba molesta no era del todo agradable.

Por otro lado, abajo en el jardín el ambiente era muy calmado y cálido, Felix mantenía su rostro enterrado en el cuello de su alfa embriagándose con ese delicioso aroma que solía desprender solo para calmarlo.

Chan lo mantenía abrazado, peinando su cabello y mirándolo con una adoración y ternura enorme, jamás en la vida se había sentido de esa manera, Felix despertó sentimientos que honestamente no sabía que tenía.

—¿Deberíamos entrar?

—No, hay que quedarnos aquí—se abrazó más al mayor—dentro tendríamos que estar en la sala con mi mamá y mis hermanas, y si te llevo a mi habitación pensaran otra cosa y las tendremos pegadas a la puerta.

—A tu hermana mayor no le agrado—porque claro que había notado las malas miradas y el hecho de que los estaba espiando, a Chan nunca se le escapaba nada.

—Siempre ha sido sobreprotectora conmigo, por lo general casi nadie de mi alrededor le agrada.

—Eso es raro.

—Es alfa.

—Eso explica varias cosas—sonrió y de nuevo se quedó mirando al cielo.

—¿En qué piensas?

—En que mi padre no estará muy contento de que tenga que vivir aquí...

—Es tradición de aquí que el alfa se mude al reino—lo miró con preocupación—¿Por qué no te dejaría?

—Porque la tradición de mi nación es que el omega venga conmigo...

—Oh... eso será un problema.

CycleWhere stories live. Discover now