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Un año antes.

Es verano, como de costumbre estoy en el canal, casi por irme a casa, estoy con Irene, mi productora arreglando como la fecha de mis vacaciones tardandome un poco más de lo normal, los temas administrativos tienen que llevarse con sumo cuidado. Roberto se preocupa por no verme a la hora de siempre y supongo que también por mi mensaje notificandole que tenía alog que arreglar.

—Siento Interrumpir Irene, pero Mich no sale y me preocupe, ¿todo va bien?

—Si amor, no te preocupes, estamos acomodando mis vacaciones, quiero que coincidan con las tuyas.

—¿En serio? Entonces te espero todo el tiempo del mundo.

Irene y yo reímos y nos concentramos en buscar los días adecuados para pasalos con Roberto. Queremos ir a festejar nuestro primer año de novios aprovechando que la gira de su banda tiene una pausa. Irene sabía de esto desde hace ya algunas semanas, por eso lo conversamos cuando todo está casi hecho, ella siempre busca ayudarme y protegerme, es mi heroína, la persona en la que puedo confiar aquí en la ciudad.

* * * * *

2 semanas después nos vamos de vacaciones, termino mi jornada laboral un viernes, ya tengo las maletas listas en el carro, no quiero ir a casa y perder tiempo quiero ir ya rumbo al caribe mexicano para dos largas y relajantes semanas de vacaciones.

Roberto es el vocalista de un grupo de rock llamado Conexión, tienen algunos años trabajando duro para lograr ser reconocidos y queridos en el país, su agenda es cada vez más apretada, ahora justo es su descanso para ir a centro y sur América, verlo tener éxito me hace sentir demasiado feliz, sé que es algo por lo cual han sacrificado mucho y que les apasiona, y no hay mayor recompensa que tu trabajo sea reconocido.

Suelo pasar por ciertos momentos de crisis, ya qye como novia no es fácil, dejo de verlo por mucho tiempo y el tema con fans a veces puede complicado. Al ser el figura pública y yo también, la situación es menos manejable, ya que todo sale en la televisión, redes sociales y en cualquier parte que sea posible, es por eso que buscábamos lugares solitarios para solo ser él y yo. Solo Roberto y Michelle.

Él es muy atento conmigo, siempre busca cualquier momento para estar conmigo, aunque cada día se torna más difícil para él, como conductora yo trabajo con un horario fijo, cosa que con el es imposible. Para Roberto es muy fácil saber dónde estoy y conocer parte de mi rutina, pero en mi caso no, yo no puedo, porque es muy variable, una entrevista puede tardar más de lo planeado, un sound check, una reunión, una visita al estudio. Eso lo tengo muy presente, es parte de lo que somos como pareja, los celos no tiene cabida en este relación, si así lo fuera, este aniversario nunca hubiera llegado, evito leer publicaciones o post en redes sociales que no ayuden. Para nosotros solo quiero que todo sume, no que reste.

Llegamos al hotel, estábamos en Tulum y deseando que nadie nos reconozca, más a él que a mí, claramente, así que nos registramos con nuestros nombres reales y en una sola habitación, con una total prohibición a que nos molesten, yo llego a tumbarme directamente a la cama, Roberto todavía tiene fuerza, así que él se encarga de desempacar y pedir la cena, llegamos cerca de las 8 de la noche y no hay planes. Solo dormir abrazados.

—Bonita, tienes que despertarte.

—No, tengo sueño.

—Llegó la cena, y no voy a dejar que te vayas a la cama sin tener comida en el estómago.

—Está bien, está bien.

Roberto pidió una de mis comidas preferidas, espagueti a la arrabiata y vino tinto, junto con demás comida que posiblemente no comeré porque con el espagueti sabe que tendré suficiente. No puedo evitar notar la mesa y como se encuentra, ya que solicitó que la acomodaran de una manera especial solo para él y para mí, para este momento, esto, todo esto es solo para nosotros.

Obsesiones ©Where stories live. Discover now