Obsesiones ©

25.

La llegada al hospital no fue tan caótica como esperé que fuera, se encontraban algunos medios pero no llegaron ni siquiera a ver como me ingresaron, y fue a través nuevamente de Xavier, mi abogado que tuvieron declaraciones.

Los doctores me examinaron en una primera sala, dónde pude, en la camilla, dar tanto a ellos como a un detective parte de la declaración, pero sobre todo comentar que era lo que había pasado para que así los especialistas fueran los que se enfocaran en ello. Las fotos como evidencia de todo lo que había pasado fueron hechas conmigo de pie, sabía la importancia de estas pruebas, si antes deseaba que Roberto estuviera preso, ahora se convirtió en la principal suplica, en un ruego desde la garganta que tiene miedo de ser tratada así de nuevo. Justo por ello pedí ayuda, pensando que la pesadilla nunca se haría realidad...

Me realizaron algunos rayos X, tomografías y pruebas de sangre, corroborando niveles de diferentes aspectos, de ahí partirían para el tratamiento correspondiente. No le había prestado la atención adecuada a mis nuevas cicatrices que sé que por supuesto aparecerán, sino a los tatuajes que en este momento me están haciendo sentir marcada, me comentaron de eliminarlos con láser una vez que los primeros días pasaran, para así ver la reacción de mi cuerpo, pero sobre todo para que la policía también tuviera algunos detalles de la persona que hizo realidad esta atrocidad.

Octavio no se ha separado de mi más que cuando me ingresan a las diferentes áreas, pero siempre está ahí cada que salgo de una nueva. Tuvimos oportunidad de "hablar", por que claro que fue más una declaración que una plática de pareja o con mi terapeuta. Theo también estuvo ahí, con el objetivo de ser refuerzo emocional. El detective González fue quien tomó esa declaración, quien hacía las preguntas, quien se esperaba mientras lloraba o tomaba un respiro para poder seguir con mi declaración. Me grabaron tanto vídeo como audio, por claras razones yo no acudiría a la audiencia hasta que los médicos dijeran que era posible, aún más que Theo diera su consentimiento profesional para ello, ahora ni siquiera por pelear o por dignidad deseo pararme y verlo. En este momento mi deseo más grande es olvidar su rostro, sus tacto, su voz, así como los días en cautiverio que su maldita obsesión provocó en mi cuerpo y alma.

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El detective González me pidió disculpas, y eso me descompensó. Tanto por haber podido conocer que estuviera ya fuera por la fianza, como los días que tuve que vivir a su lado. Eso me pegó, porque a pesar de todo yo no culpo a nadie más que a Roberto y Alejandra de lo que sucedió, ellos tenían un plan, me envolvieron en tantos días, me quebraron, me rompieron a un grado que yo no pensé que fuera posible después de haberme "reconstruido", por supuesto que hubo momentos de tristeza, de dolor, pero ninguno de ellos lo hizo, solo ese par.

Mis padres hacen rondas para no solo cuidarme, sino también a Octavio que después que me dieran piso, no se ha despegado, hasta le cuesta hacer del baño y deja la puerta lo necesariamente abierta para no perderme de vista. Confirmé que no solo yo adquirí nuevos traumas que tengo que comenzar a tratar, sino que él también tiene miedos, algo que personalmente no me esperé. Al saber que no me hace daño, dormimos juntos en la cama del hospital, él me está cuidando las heridas, me cepilla el cabello y me está ayudando a poner algunos sueros y cremas en el rostro, solo con el fin de mejorar mi estado de ánimo. El Octavio del que me enamoré nunca se fue, siempre ha estado aquí, queriéndome y sufriendo por mi.

Emma ha estado a la par de Octavio, pero ella en su fortaleza y la manera en la que da amor, se ha hecho cargo de muchos pendientes tanto de Octavio, como míos. Honestamente no podría sentirme mejor que con ella, y a mi querido le ha ayudado el tener a Emma para delegar tanto que en su día a día ya no se quería ocupar. Muchas ideas venían en mi mente mientras pensaba por donde comenzar a reacomodar el desastre y ver a Emma en esa acción despertó en mi ideas que espero después poderle plantear.