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He regresado al canal pero por qué de verdad necesito platicar con Irene desde un punto profesional y no solo desde la situación que está pasando, quiero entender que es lo que ella también pude hacer por mi y no solo suponer. Los últimos meses solo hemos remado contra corriente y ahora con puntos mucho más claros necesito yo también que cuando pueda reincorporarme será sin contratiempos.

—¿Puedo pasar? —previamente ya habíamos agendado esta reunión.

—Claro, te estaba esperando. Siéntate.

Cierro la puerta tras de mi y me siento en frente de su escritorio.

—Gracias por hacerme este espacio, aunque sé que esto también es el inicio.

—Algo así Michelle. —dice Irene suspirando— ¿Cómo te sientes? ¿Cómo estás hoy?

—¿Honestamente? —ella asiente—. Me siento demasiado bien, es complicado de explicar, porque no es que esté por completo tranquila, pero creo que me siento mejor que en meses, creo que si desde hace unas semanas mi cabeza está más colocada para poder platicar, para poner las cosas dónde corresponden, la verdad es que ahora si que me siento capaz.

—Me alegra, porque sí, tenemos algunas cosas que comentar.

Me pongo seria y buscando estar receptiva a todo lo que Irene me comunique, sé que tal vez ella pueda poner algunas cosas más sencillas ante la parte administrativa del canal, pero aún así yo tengo un contrato y algunas cosas que aún debo de cumplir.

—Busqué cubrirte de todas las maneras que me fueran posibles, sin que tuviéramos que dar mayores explicaciones. Creo que se pudo los últimos meses, sobre todo cuando comenzaste con al redacción y las reuniones virtuales, eso dio un panorama más fácil de trabajar. Ahora que salieron las cosas a la luz, no te mentiré, los directivos me cuestionaron sobre estos detalles que no revelamos y quieren tocar todos y cada uno de ellos que no dijimos. Me dieron una carta, que ya leerás después, esta si es privada, pero también me dieron una pública y que me pidieron te informara, lamentan todo lo que tuviste que vivir y apoyan cualquier decisión legal que estés y vayas a tomar.

—¿Pero? —pregunto yo, dado que eso me suena.

—De mi lado no hay peros, o no me los dieron, lo cual es un alivio y es por eso que podemos conversar tranquilamente, otro punto es lo que vaya en esa parte privada.

—Me encantaría leerla aquí, con tu presencia.

—Si es lo que tu deseas, mientras tu lees, yo envío un par de correos. —Irene me guiña el ojo y me da esa pequeña privacidad, sé que es probable que tenga más detalles que decirme, pero quiere ir paso por paso.

Mi directivos a través de esta carta me mandan las más sinceras disculpas, por haber permitido que dentro de sus instalaciones pasaran los abusos de los cuáles fui victima. Me informan que revisaron con algunos miembros del equipo técnico y que confirmaron que algunos momentos de violencia sucedieron dentro del canal, por lo cuál apoyarán y mantendrán su postura, tanto legal, como pública, cediendo material y apoyando como testigos para lograr que mi demanda tenga mayor credibilidad legal. Entienden el cambio, y mi solución tomada hace algunos meses de alejarme de la titularidad del programa y dejan a mi decisión el cuándo puedo regresar a cámaras o menteniendome en la redacción, sin las bajas en el sueldo, hasta que crea que será la mejor decisión para todo el proceso que estoy llevando.

Es un un choque emocional leer estos detalles, ¿quién lo iba a imaginar? Conservo mi empleo como decida, como mejor me sienta y me respaldan en las acciones legales que estoy ejerciendo.

—¿Sabías algo de esta decisión? —pregunto a quién claramente es mi jefa y le dieron ciertas instrucciones.

—¿De qué Michelle? —pregunta asegurandose.

Obsesiones ©Onde histórias criam vida. Descubra agora