12.

38 8 0
                                    

A la mañana siguiente todo se convierte en tranquilidad, tengo a Emma y Octavio en casa para poder olvidar parte de lo que ha estado pasando. Están más que amables conmigo, preocupándose hasta de sus palabras y siendo cuidadosos. Hoy más que en otros días siento su genuina preocupación, en parte su orgullo, así como su esperanza.

—Hoy iré a casa, sabiendo que está aquí Octavio, puedo ir tranquila, ambas tenemos ropa que necesitamos, así como algunas cosas extra.

—¿Vuelves hoy?

—Eso espero, estaba platicando con mi jefe, estaré en las oficinas de la ciudad en unos días, así que es posible que me haga una mini mudanza, necesito primero saber que todo está bien.

—Yo estoy bien —digo intentando tranquilizarla.

—Eso lo sé amiga, sé que todo estará bien contigo, sabes como hacerlo.

Por extraño que pueda sonar quiero abrazarla y darle las gracias, no sé que sucede, pero me doy cuenta que en realidad ha sido un pilar demasiado importante, no cualquiera hubiera hecho esto conmigo.

—Te quiero mucho Emma.

Ella me mira y se extraña ante mis palabras.

—Creo que la Michelle que conozco está regresando.

Nos fundimos nuevamente en un abrazo. De verdad que lo necesito. Se escucha un taxi usando el claxón y ella sale en su búsqueda. Octavio aparece presuroso para ayudarla, no dicen nada, solo se sonríen. Ella sube y yo regreso a la casa, quiero platicar algunas cosas con Octavio, quiero dar los pasos que me mencionó Theo. Sobre todo después de estar días fuera de la ciudad.

—¿Está todo bien?

Octavio se sorprende ante mi pregunta, responde y da pie para que podamos platicar, yéndonos así al salón.

—Me preocupa tu pregunta, ¿ves que algo me pasa? ¿Estás angustiada por algo?

—No, yo... sé que Theo te comentó acerca de solo tomar terapia con él, y sé que tendrás algo que decirme, tal vez pienses que soy malagradecida o...

—Para nada Michelle, por el contrario, sé que has tenido que pensar lo suficiente para tomar la decisión y no tengo nada más que decirte.

—Hace días platiqué con Theo, pensando que estamos teniendo más convivencia, que estás siendo un pilar y una persona importante en este proceso, entiendo que ustedes tienen códigos de ética en estos casos y honestamente no quiero que tengas problemas por apoyarme como lo haces.

—¿No debería de estar yo teniendo esos pensamientos en la situación actual?

—Estoy aprendiendo del mejor —sonrío ante mi respuesta y tengo una buena cara de parte de Octavio—. Quiero preocuparme por alguien en esta ocasión, tu me ayudaste a dar un paso que no pensé dar y de alguna manera tengo que compensar y agradecer por ello, sé que tal vez es mínimo pero estoy consiente que en el grupo no se saben los detalles y mucho menos el que yo estoy aquí contigo, es por eso que no quiero poner en riesgo la estabilidad o que se de algún problema en la asociación, hay mujeres que aún necesitan de ti... como yo.

—Tú vas a necesitar de alguien más ahora y principalmente de ti, yo aquí seré ese pequeño anclaje que estará de respaldo.

—¿Por qué te preocupo tanto Octavio? —pronuncio sin pensarlo mucho, pronuncio intentando obtener una respuesta necesaria, o por lo menos lo que mis oídos necesitan escuchar.

—Eres importante Michelle, tienes una fuerza increíble y las personas como tú necesitan ser felices y no sufrir por alguien como tu ex.

—Ya suenas como un amigo preocupado y no como mi psicólogo.

Obsesiones ©Wo Geschichten leben. Entdecke jetzt