13.

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Me siento en la isla de la cocina, Octavio me sirve un poco más de vino, el anterior se calentó y lo dejamos de lado.

—¿Te dijo algo Marco?

Octavio me mira, le toma un poco a su vino y se sienta a un lado de mi.

—Sí, hubo algunas amenazas de por medio, sé que Emma está tranquila ahora, y que estuvo más que preparada para enfrentarlo, creo que corazón que ahora te entenderá más.

—¿Estoy yo tan preparada para decirle algo a ella?

Octavio toma valentía después de nuestras declaraciones y toma mi mano, dándole un pequeño beso, como acto tranquilizador.

—Esa no es tu misión y para eso estaré yo aquí, en caso de ser necesario la ayuda siempre vendrá.

—¿Le habrá hecho daño?

—Tendrás tiempo de platicar, en este momento no tiene caso que te comas la cabeza, creo que mejor pedimos algo de cenar y platicamos, necesitas relajarte, hoy han sucedido muchas cosas.

—Aún tenemos muchas que hablar, ¿lo sabes?

—Sí, pero tenemos tiempo, creo que podremos hablar todo lo necesario.

—¿Puede ser toda la noche?

Octavio asiente y sonríe, se levanta, toma la botella y continua la plática, al final nuestra cena también tardará por llegar con el delivery, sé que intenta tranquilizarme y enfocarme, pero la verdad es que yo solo quiero estar con él y por esta noche no separarnos.



Pude hablar con Octavio sin muchos tapujos, cenamos, nos reímos, me sentí parte de él y eso hace mucho que no pasaba. Terminamos dormidos en el sillón, prácticamente abrazados, vaya que esa noche nos trajo bastantes sorpresas, él dijo algo que inmediatamente me dejó tranquila y que ahora me hace pensar... Una relación madura, dónde se sabe que se espera y que podemos dar, no lo había pensado de esa manera hace mucho, ¿qué clase de relación es la que yo tenía con Roberto y porque ahora en lugar de ansiedad siendo una infinita tranquilidad? Sé que la terapia ha sido la respuesta que desde hace meses necesitaba, pero también sé en este momento que Octavio tiene demasiado que ver, conociendo que él también estuvo y está sintiendo algo por mi todo cobra un sentido diferente, ahora entiendo que él sobre todas las cosas e inclusive de su propia carrera buscó el ayudarme y que yo saliera adelante, y esa clase de amor... no la conocía. Antes de que este camino hubiera empezado, estoy segura que no hubiera pensado todas estas cosas, pero ahora, Octavio me ha hecho ver que lo que tengo enfrente siempre tiene razones de peso detrás.



A la mañana siguiente es mi teléfono el que nos despierta, he cambiado desde hace días la cuenta de correo, contactos, redes y todo lo relacionado, ni siquiera soy yo quien está dejando publico el contenido de mi página, es por ello que anoche antes de comenzar a platicar con Octavio, tomo una decisión que consulté como una jugada, es por ello que Irene me marca, requiero que me ayude con algunos detalles que por claras razones yo no me puedo hacer cargo. Además creo que a este punto ya le debo una explicación.

—Hola Irene, gracias por regresarme la llamada.

—Michelle, bendito sea Dios ¿cómo estás mi niña? —dice emocionada ante mi llamada.

—Estoy muy bien ahora, es por ello que me pongo en contacto, por que tengo la cabeza dónde corresponde.

—Me alegra que lo digas de esa manera, además habíamos quedado que no me hablarías hasta que esto pasara, hasta que te sintieras segura de ti misma, y me alegra que ya haya llegado ese momento.

Obsesiones ©Où les histoires vivent. Découvrez maintenant