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Hablamos por un largo rato, necesito ponerles al corriente de lo que pasará el día de hoy, Emma sale con nosotros, le pido a Marco que vaya con ella, quiero platicar algunos aspectos con Octavio para después compartirlos.

—No quiero irme y menos en este momento, pero creo que es necesario, por lo menos en las primeras horas en las que sale el comunicado.

—¿En qué fiscalía quedó asentada la denuncia?

—Ciudad de México, el abogado me ayudó con ello porque me tomaron declaración aquí y por supuesto que esto se vería sospechoso. Un poco de influencias en este momento si ayudaron.

Octavio me da media sonrisa y se queda pensando.

—Es un lugar seguro y lo sabes, lo pensaría en buscarme ahí.

—Y aquí tampoco —dice preocupado.

—No tengo miedo ya de él, lo tengo por ustedes, no deseo que les haga nada, ya fue capaz de hacerlo con Emma y ni tú ni Marco se quedarán tranquilos si es que él los provoca. Yo estoy bien, tú me ayudas a estarlo.

—No tienes porque preocuparte por nosotros, esa no es tu responsabilidad, tienes que preocuparte más tu salud mental.

—Lo estoy haciendo, es por ello que quiero estar en el grupo, porque estoy pensando en platicar con mi psicólogo de planta de esta nueva ilusión y avances que tengo —digo mientras me acerco a él.

—Entonces estaré esos días contigo en el grupo, habrá algunas cosas que conversar con Theo.

Me acerco y lo abrazo, me nace, lo necesito, él reacciona correspondiendo al abrazo.

—Lo único que me dolerá será no dormir así como anoche.

Él me mira y veo cierto brillo, creo que también le gusto dormir conmigo, eso me alegra el alma demasiado, algo tan simple y especifico me está dando muchas ilusiones. Octavio me abraza más fuerte y me acomodo en sus brazos, Emma no lo deja pasar y corre con nosotros, por supuesto que quiere decir algo.

—¿Qué está pasando aquí?

Ambos volteamos sin soltarnos y miramos la sorpresa de Emma.

—Creo que no te lo habíamos dicho —lo pienso antes de decirlo—, Octavio y yo estamos...

—¿Cómo que están? —pregunta confundida e interrumpiéndome—. ¿Se puede Octavio? —él asiente y nosotros nos separamos—. ¿En qué momento pasó esto? ¿Qué pasó aquí?

Me siento para intentar explicarle todo lo que yo misma estoy acomodando, por suerte es más el ánimo de Emma para entender todo que se hace más fácil. No sé que vaya a resultar de esas nuevas decisiones, pero estoy más que convencida que no deseo ocultar nada de este nuevo camino.

Emma me ayuda a armar mi maleta, serán algunos días, o por lo menos hasta que veamos qué es lo apropiado. El comunicado saldrá cuando yo me encuentre ya instalada, con el principal objetivo de hacer público lo que está pasando, así como que la imagen de Roberto pueda verse afectada lo suficiente para que sea él quien cuide sus pasos. Marco y Emma ya tienen un espacio y aprovechando la madrugada también se irán, estamos todos alineados. Roberto no ganará una nueva batalla. Me cuesta un poco y es complicado el decirle a Octavio todo lo que tiene mi cerebro en este momento, es por ello que prefiero que todo sea más en orden y como tiene que transitar.



El comunicado sale, puedo verlo por mis redes. No estaba ni activa ni dentro de, pero necesitaba. Parte de mí albergaba un poco miedo que descubrieran la dirección IP, pero lo hicimos con el mayor cuidado para que esto no fuera un riesgo. El documento especifica que me encontraré semanas fuera del aire, más de las que ya he estado, por salud mental dado a que Roberto y yo hemos terminado por la violencia doméstica que viví por culpa de él. Redactamos detalles de la terapia y de estar en un centro para apoyo a mujeres maltratadas. No dejamos más detalles, pero si que no me encuentro en el país por protección y con la orden de restricción, solicitada una vez que se realizó la denuncia.

Mis mensajes explotan, organizaciones, personas "cercanas", compañeros de trabajo y muchos me hacen llegar su apoyo, ignoro parte de los mensajes que no son de apoyo, no es el momento. Una vez que veo el mensaje de Roberto, le tomo capturas y lo mando con los abogados, cierro las cuentas, sé que notará que lo dejé en visto, y no me preocupa, es justo el objetivo.

—¿Cuánto tiempo te quedarás ahí?

—1 semana o tal vez dos, lo que sea necesario para que él se oculte, el público presione y así este proceso sea mucho más fácil de llevar.

—No pensé que lo fueras a hacer público Michelle.

—Yo tampoco Irene, si te soy honesta, soy la que menos lo pensó. pero creo que es necesario me ha hecho daño y lo sigue haciendo. No puedo ser la única viviendo con miedo y él sin consecuencias.

—Te recuerdo que nos tienes a todos, no estás sola.

—Lo sé, y se los agradezco, de verdad. Recuerda el otro número, para que sea sencillo.


Apenas cuelgo Theo es quién se hace presente en la habitación. Le informé de algunos detalles que sucedieron, así como los que iban a suceder para poder sacar todo en ese momento. Estar en la asociación ayuda, esto no pasaría en un momento normal.

Obsesiones ©Where stories live. Discover now