Capítulo 32

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Sentía muchas cosas en ese momento. El poder hablar con mi padre había sido gratificante de muchas maneras. También estaba el sentimiento de rechazo o molestia hacia los ángeles, no solo me habían separado de Ethan dos veces, sino que también me habían separado de mis padres. Sin darme la oportunidad de conocerlos, o al menos a mi madre.

Habían pasado casi dos horas hablando con él, al final si pudo quedarse un rato y pudo responder a todas mis preguntas, contándome anécdotas que tenia con mi madre. Después de todo ella era igual de curiosa que yo y eso me emocionaba.

Después de hablar casi toda la tarde con mi padre ya era hora de volver a casa. Ahora me tocaba enfrentar a Lisa y es algo de lo que temía, no a Lisa si no a escuchar la verdad saliendo de su boca. No sabía cómo podía terminar esa conversación y eso era lo que me disgustaba y temía, era mi hermana y no quería que lo dejara de hacer.

Agradecía que Ethan quisiera estar conmigo en ese momento, pero me negué, aunque lo quisiera conmigo para no sentirme sola, lo mejor era que habláramos las cosas solamente ella y yo, era algo que teníamos que resolver a solas y en privado.

Así que aquí nos encontrábamos, inconscientemente retrasando entrar a la casa. Las manos de Ethan se encontraban en mis mejillas y sus ojos miraban con muy fijos los míos, buscando quizás algo que lo incite a quedarse. Después de unos minutos suspiro y me abrazo fuerte

– Sabes que si quieres me quedare – rodee su cuerpo con mis brazos, se sentía tan bien apoyar mi cabeza sobre su pecho.

– Lo sé, pero esto es algo que tengo que resolver sola – él se separo un poco asintió con la cabeza y dejo un largo beso en mi frente

– Esta bien, se hará como tú quieras. Pero sabes que apenas necesites de mi di mi nombre y apareceré

–También lo sé. Tus poderes de demonio – Dije con burla logrando sacarle una hermosa risa a Ethan. Esa misma mañana con Ethan habíamos descubierto uno de sus poderes, fue asombroso. Con solo decir su nombre podría aparecer mágicamente.

Al decir su nombre con un simple susurro mientras estaba desayunando, Ethan apareció desnudo en medio de la cocina. Mi demonio se estaba bañando y ninguno había entendido que había pasando. Quería reír a recordarlo correr nuevamente a la ducha. El trasero de mi demonio era sexy.

Tras dejar un beso nuevamente en mi frente dio media vuelta y se fue dejándome parada por unos minutos en la puerta de mi casa. Me arme de valor por unos segundos y abrí la puerta

Al entrar las luces de toda la casa estaban apagadas así que supuse que Lisa no se encontraba por lo cual subí a mi habitación para darme un baño, al acabar me coloque algo de ropa cómoda, pensaba pasar el día en casa. Ya hace dos días que no iba a trabajar, así que lo más probable era que estuviera despedida. Termine de cambiarme y baje a la sala a esperar a mi hermana.

Para suerte mía no tuve que esperarla tanto ya que alrededor de diez minutos cruzo por la puerta. Al verme corrió para abrazarme, podía sentir como su pecho subía y bajaba con violencia. Su agarre se hacía cada vez más fuerte. Le devolví el abrazo, aunque me sentía incomoda de alguna manera. Odia esa sensación. Para mi seguía siendo Lisa, la chica que me ayudaba cada vez que me caía, la que curaba mis heridas y la que dormía conmigo cuando tenía pesadillas.

– Oh Becca, ¿Dónde has estabas? Estaba tan preocupada por ti. Salí a buscarte pero no pude encontrarte. Casi hablo con la policía – Al separarnos ella acaricia mi cara, buscando quizás algún indicio de donde estuve.

– Tenemos que hablar Lisa – dije lo mas seria que podía. Mi hermana dio un paso hacia atrás, su expresión también había cambiado – Sabes que estuve con Ethan – Ella asintió

Siempre has sido tú...Where stories live. Discover now