Capítulo 34

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Aun seguía pensando en las palabras de los ángeles. Para que la oscuridad me reclame debería morir. Para ser sincera eso me asustaba demasiado. No es que me hiciera dudar de mi elección, solo que era extraño, no quería morir, al menos no por ahora.

Nunca había pensado en la forma en la cual iba a morir o cuando lo iba a hacer. No me dieron un tiempo determinado ni nada de eso. Solo me dijo que a partir de ahora ellos ya no me iban a reclamar. Por lo cual al morir mi alma iría a donde pertenece, y luego simplemente se fueron.

Sentía un vacio en mi estomago, no tendría la valentía para acabar con mi vida por mi cuenta. Sería muy cobarde para eso. Por lo cual decidí vivir mi vida por un tiempo y cuando me sienta lista terminar con todo de una vez.

No quería seguir pensando en eso, pero acá me encontraba en mi cama mirando el techo con mi cabeza en cualquier lado. No sabía con exactitud donde mis pensamientos empezaban y donde terminaban. Tenía un remolino en mi cabeza que me era imposible pensar con tranquilidad.

Eran alrededor de las diez de la noche. Si, ya había pasado todo el día. Ethan había venido a ver como estaba, le conté acerca de la charla con los ángeles. No estuvo muy feliz al escuchar lo que habían dicho. Pero al menos yo prefería no hablar de eso. No quería preocuparlo mas.

Daba vueltas en la cama, no tenia sueño y por desgracia o suerte me habían despedido de la cafetería. Lili había ocupado mi lugar – y no me molestaba para nada, tenía muchas cosas que pensar, no podría centrarme en el trabajo en este momento – aparte la pelirroja tenía ganas de viajar junto a Josh por lo cual necesitaba el dinero.

Estaba tan emocionada por ambos, se irían dentro de poco. Josh proviene de una familia con dinero por lo cual los viajes son muy común en ellos, sin embargo Lili quería aportar de alguna forma, no quería utilizar el dinero de Josh, quería ella poder pagar sus cosas

Luego de que los ángeles se fueron Lisa se recostó a mi lado y dormimos juntas, como cuando éramos niñas y algo nos asustaba. Parte del día también lo pasamos juntas, vimos películas, charlamos de su relación con el doctor

Fue una tarde completamente normal, como las que teníamos antes sin ángeles o demonios de por medio. Solo ella y yo. Pero la diversión se acabo cuando a Lisa la llamaron de emergencia del hospital. Tal parece que uno de sus pacientes se puso mal y tuvo que ir volando hacia allá.

Por lo cual para no sentirme sola había llamado a Ethan. Y en eso se había ido la tarde, entre besos caricias. Pero él también se tuvo que ir así que volví a estar sola.

El silencio de la casa podría ser escalofriante, pero ya nada me asustada, Creo que eh pasado por muchas cosas como para que una casa a oscuras y silenciosa me diera miedo. Al contrario me sentía relajada.

Lisa aun no había vuelto, no podía dormir así que decidí salir a dar una vuelta, quizás el caminar me devolvía un poco el sueño, necesitaba dormir. Pero sabía que si seguía ahí eso no iba a pasar. Por lo cual me volví a vestir poniéndome un pantalón chándal cómodo, junto a una sudadera corta de mangas largas, unas zapatillas y salí de mi cuarto llevando conmigo mi celular.

En el momento que cruzo la puerta de salida mi celular suena, poniendo el nombre de Ethan en este. Comienzo a caminar lejos de mi casa, y antes de que Ethan corte la llamada atendí. La sexy voz de Ethan se escucho del otro lado

– Hola princesa – No lo podía ver pero sabía que se encontraba sonriendo.

– Hola Ethan – si soy un asco para poner apodos

– Te llamaba para saber cómo estabas – estaba llegando a una plaza que estaba cerca de donde vivía. Era realmente espeluznante este sitio de noche y más estando solo. Bueno no me encontraba sola del todo. Ya que en dirección contraria a mi venia un hombre caminando. Eso lo hizo aun más aterrador. Decidí caminar a uno de los juegos del lugar, yendo lo más alejada posible del tipo – ¿Ey Becca me escuchas? –

Siempre has sido tú...Where stories live. Discover now