12

491 115 37
                                    


Skylar llevaba un buen rato observando a Donovan. Su profesor de pintura había elegido para darles la primera nota del semestre un proyecto con el cual joder de buena manera a sus alumnos, así que, como solo un profesor muy dedicado podría hacer, les asignó trabajos individuales a cada uno, basados en sus debilidades creativas. A ella le había tocado la combinación: paisaje, pasado, positivo.

Con lo mal que se le daba cualquier tipo de escenario.

Si se tratara de un retrato sería pan comido, pero esto era diferente y complicado. Ella se había girado hacia su amigo de inmediato para buscar consuelo, sin embargo, se sorprendió al ver al chico tan tranquilo.

Bien, Donovan no era el señor expresividad, pero en ese instante su mente parecía en verdad lejana.

—¿Que te ha tocado? —preguntó por curiosidad. Donovan solo le mostró la nota color azul que le dio su profesor, la cual tenía tres palabras escritas en tinta negra, con una caligrafía profunda y que parecía haber sido escrita con furia.

"Retrato, presente, neutral"

Ella hizo una mueca y el chico soltó un suspiro, mirándola un momento antes de hablar.

—El profesor se ha pensado muy bien esta actividad —espetó, porque todos sabían que era más o menos mediocre trabajando con retratos. Donovan podría aventurarse a decir que los odiaba.

—¿Qué vas a hacer? —preguntó la chica, quien parecía que acabara de ser condenada a la silla eléctrica. Él suspiró.

—Esperar a mi muerte, supongo.

Skylar se río.

—Bueno, al menos moriremos juntos, hermano.

Ellos chocaron los puños de manera juguetona y después se concentraron una vez más en los lienzos en blanco frente a sus ojos.





James estaba en medio de su carrera matutina, cuando fue interrumpido por el entrometido de su amigo, que se emparejó a su lado mientras sonreía de la manera en que solo él podía hacerlo.

—Te vas a arruinar los zapatos, no son para correr —espetó, mirándolo de arriba abajo. El muchacho estaba usando una camisa, pantalones de vestir y unos zapatos de imitación de piel color vino que habrían hecho que los imbéciles de la clase pensaran que él era el homosexual de los dos.

—Está bien, son de una buena marca, sobrevivirán —respondió, con una enorme sonrisa en su rostro. Sí que se había despertado con mucha energía esa mañana. James lo miró con sospecha.

—Vas a sudar la camisa —agregó, señalando la prenda con un movimiento de cabeza.

Él sonrió, pegando un saltito, sin perder el ritmo de la carrera.

—Necesitas más que esto para la hacerme sudar, recuerda que tengo buena condición física —como siempre, era el tipo de persona que tenía una respuesta para todo. A James incluso le sorprendía que pudiese verse tan elegante y despreocupado mientras corría.

Era desagradable.

—Cotilla —espetó, frunciendo el ceño, después dejó de prestarle atención y se concentró en el camino—. Pregunta, sé que quieres hacerlo, así que terminemos con esto.

—¿Qué tal te fue en tu cita ayer? —Vincent estaba vibrante mientras se echaba el pelo hacia atrás, el cual parecía sacado de un comercial para champú, sedoso y brillante.

El destino de las estrellasWhere stories live. Discover now