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El viaje de regreso fue muy silencioso. James sentía una inquietud que sabía que era evidente porque Donovan lo miraba de vez en cuando y le preguntaba si estaba bien, incluso se detuvo en una gasolinera y le compró una botella de agua. James se ofreció a pagar por ella, pero Donovan no lo dejó y eso le hizo pensar en la manera en que se veía en ese momento. Quizá tenía un rostro demasiado lamentable o tal vez solo trataba de ser atento con él. No lo sabía y eso lo ponía mal.

Cuando estaba con Vincent era diferente, era su amigo, lo conocía bien, pero enfrentarse a la opinión de un extraño, uno que lo atraía de manera irremediable, se estaba convirtiendo en una de sus peores pesadillas.

Tomando aire miró por la ventana, viendo como el paisaje cambiaba poco a poco. No era demasiado tiempo entre una ciudad y otra, pero los estilos de vida de las personas sí que cambiaban con respecto a unos cuantos kilómetros.

—¿Te sientes bien? —Donovan habló cuando los carteles de bienvenida le avisaban que faltaban al menos unos veinte minutos para llegar a casa. James suspiró, le dolía la cabeza, se sentía como cuando estaba en la secundaria y sus padres le preguntaban si tenía ya una novia o le hablaban sobre sexo en un plano que sabía, no le serviría de mucho.

Ellos dejaron de hablar sobre el tema cuando les contó que era gay, era unos padres extraños, aceptaron su orientación y lo protegían de cualquiera que pudiera decir algo malo del él, pero también sabía que era su forma de lidiar con el shock. Su madre no dejaba de ver documentales y artículos sobre el asunto, mientras que su padre no podía soportar la idea de que tuviera amigos varones, porque de inmediato pensaba que había algo diferente ocurriendo debajo de sus narices.

Ninguno de ellos lo dijo alguna vez, pero era obvio que les aterraba la idea de que algún día consiguiera un novio y, a decir verdad, a James también le pasaba de vez en cuando. Él sabía que era popular, desde que comenzó con el deporte las chicas lo seguían a todos lados, pero no fue realmente tan conocido hasta que dijo que era gay, eso pareció importar demasiado en un círculo de hombres que se consideraban "hombres de verdad" y habían comenzado a hacer bromas en línea que pusieron su rostro en todos lados.

De repente un montón de personas sabían de su existencia y en los partidos recibía insultos homófobos por parte de los fanáticos cuando le iba mal al equipo. Era estresante, pero de todas formas no se rindió y de repente tenía un montón de personas que iban a verlo por la misma razón que otros lo odiaban. James no comprendía que encontraban de fascinante en su vida y hubiera preferido que nadie volteara a verlo cuando caminaba por el campus, pero ya que estaba en aquella situación al menos quería ser un buen ejemplo.

Entonces, tener novio era un tema que le estresaba mucho, así que no pensaba demasiado en ello, pero sabía, de manera consciente e inconsciente que en el momento en que tuviera a alguien a quien querer, las demás personas iban a utilizarlo para hacerle daño y tal vez en algún momento iba a terminar derrumbándose.

Apretando los labios miró de reojo a Donovan y se preguntó de qué tipo sería, si de los que eran geniales por fuera y estaban podridos por dentro o alguien que mostraba su verdadero yo sin preocuparse por nada. James quería creer que era del segundo tipo, lo había visto ser amable con las personas y poner en riesgo reputación por defenderlo, pero de todas formas dudaba porque cuando era más joven se había dado cuenta que las personas tenían muchas facetas y a algunas tenías que mirarlas muy de cerca para darte cuenta de los monstruos que ocultaban.

Él no culpaba a los amigos que lo rechazaron cuando supieron de su orientación sexual, pero muchas de estas personas habían estado con él en las buenas y en las malas, así que el rechazo había dolido muchísimo.

Donovan sabía que era gay y no parecía importarle, pero ¿Reaccionaría de la misma manera si sabía que estaba interesado en él? No estaba tan seguro de eso, de hecho, le asustaba muchísimo conocer la respuesta, pero mientras estaba ahí, encerrado en el mismo vehículo se dio cuenta de algo. Tenía que detener aquello antes de que fuera demasiado tarde, no podía soportar la idea de enamorarse de un chico para descubrir que era un gran imbécil y tampoco quería seguir viviendo en la incertidumbre de si realmente estaba pasando algo entre él y Donovan o simplemente estaba viendo lo que su mente quería que viera.

El destino de las estrellasWhere stories live. Discover now