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—Vaya, esto realmente está pasando —Vincent tenía el ceño fruncido, mientras observaba el audio entre los mensajes que intercambiaban James y Donovan. Como siempre, tenía una bolsa con frituras abierta, pero en esta ocasión no estaba comiendo. James no lo dejó escuchar el audio, sin embargo, le contó lo que Donovan había grabado en él.

—No sé qué pensar —dijo imitando el gesto de su amigo. Quizás debió olvidarse de los matones e intentar hacer amigos de personalidades más variadas hace años, porque en ese momento no estaría discutiendo con Vincent sobre el significado de lo que había pasado en su salida con Donovan. Quizás otra persona le habría dicho que todo estaba en su cabeza y que Donovan se comportaba así porque era artista o alguna tontería por el estilo, sin embargo, viendo la cara de Vincent, era obvio lo que estaba pensando.

—Creo que está coqueteando —resolvió, levantando la vista para mirarlo con seriedad.

James suspiró.

—Sabía que dirías eso —murmuró, pero a diferencia de las veces anteriores, no era un reproche. En su lugar parecía bastante pensativo.

—Viendo tu cara creo que esta vez estás de acuerdo conmigo —comentó, adoptando una sonrisa satisfecha. Como si por fin hubiese hecho una movida con sentido en medio de un juego de ajedrez.

—No estoy seguro de nada —espetó, recargándose en la mesa, mientras su expresión se volvía cada vez más lejana. En su cabeza repetía los hechos de la tarde anterior y se preguntaba si realmente habían tenido una conexión o se estaba imaginando cosas.

—Bueno, podemos asegurarnos de ello —Vincent sacó su celular de la bolsa de la camisa—. Puedo llamarle a Skylar, le preguntaré si Donovan es gay —dijo, orgulloso de su gran idea. Estaba ya desbloqueando la pantalla del celular, cuando James se lo quitó de las manos.

—Ni se te ocurra, si ella es la mitad de cercana a Donovan que tú y yo, va a salir corriendo a contarle y estaré demasiado avergonzado si resulta que es hétero —explicó, mirando a su amigo como si fuera un tonto

—No es la gran cosa, le diré que es una averiguación personal, igual me parece que pensó que yo era gay —dijo, llevándose una mano al pecho para señalarse, pero tomándose el asunto con bastante humor.

—Prefiero no arriesgarme —aseguró, soltando un resoplido—. Me hubiera gustado tener un montón de novios cuando estaba en la preparatoria, podría haber viajado a otra ciudad para salir con tipos y ahora mi gaydar estaría más entrenado —se quejó, cruzándose de brazos.

—No creo que eso tenga nada que ver —inquirió Vincent—. O lo tienes o no lo tienes.

—¿Qué sabes tú? A ti ni siquiera te gustan los hombres —James levantó una ceja mientras lo miraba.

—Quizás sea hétero, pero los principios del romance son los mismos, yo no le mandaría un audio a una chica cantándole una canción si no estuviera tratando de impresionarla —espetó, dándole un pequeño golpe a la mesa—. Piénsalo bien ¿Por qué tomarse la molestia? Podría haberte enviado un link de youtube y problema resuelto, pero él te grabó una canción.

James apretó los labios, sin que se le ocurriera ninguna réplica decente, quizás era porque había desayunado poco y su cerebro no estaba funcionando al cien por ciento, pero las palabras de su amigo de repente no sonaban tan descabelladas.

Vincent se echó el pelo hacia atrás adoptando una mueca orgullosa, estaba seguro de que esta vez tenía a James escuchando de verdad sus consejos y de alguna manera eso le hizo sentir como si hubiera cumplido uno de sus objetivos en la vida.

El destino de las estrellasTahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon