SU AMOR

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Gojo Satoru, un joven de 25 años, futuro dueño de todas las empresas Gojo y futuro líder de uno de los clanes más prestigiados y poderosos de todo Japón, el clan Gojo. A penas abrió los ojos por primera vez, Satoru fue heredero legítimo de una inmensa fortuna así como usuario de un rasgo único entre los clanes más antiguos, hablo de los 6 Ojos, una rara particularidad pasada solamente a los primogénitos de cada generación del clan Gojo.

Nacido en cuna de oro, Gojo creció rodeado de las ropas mas caras y la comida mas exquisitas, desde juguetes a gran escala hasta vehículos de último modelo. Nunca le faltó nada y si pedía algo pues se lo daban, por ejemplo, al cumplir 6 años este despidió a todo su servidumbre solo por el hecho de que esta le aburría y como si nada, pidió a otro personal. Tuvo los mejores chefs en cada una de sus comidas y a los mejores tutores privados de Japón. Sin duda, la vida de Gojo Satoru era una llena de lujos y privilegios. 

Desde sus primeros años de vida Satoru contó con una apariencia envidiable, su blanca piel al igual que sus albinos cabellos hacían juego con ese par de ojos celestiales, y los llamo así, porque llamarlos azules quedaría muy corto. Y gracias a esto y sus millones Gojo se caracterizó por ser un joven muy arrogante y con complejo de Dios.

Tenía todo, o eso creía, en todos sus 25 años de vida, a Gojo nunca se le negó nada, pero lo único que no pudo ni podía tener era el amor de su amigo de la infancia Suguru Geto, hijo de unos de los amigos de su padre, un chico de cabellos negros y una elegante postura, con caderas divinas y un trasero marcado, o eso decía Gojo. No supo ni cuando ni donde, pero Gojo noto que estaba perdidamente enamorado de este.

A penas se dio cuenta de aquel hecho, Satoru utilizando su bella apariencia empezó a insinuársele y a coquetearle, lo hizo por años pero lo único que conseguía era que este lo ignorara. No sabía decir si el pelinegro pensaba que solo que eran bromas entre amigos o sencillamente no le interesaba tener una relación amorosa con el albino.

Con un amor no correspondido a la edad de 15 años, Gojo Satoru para olvidar aquel dolor en su pecho y para provocarle “celos” a su amigo empezó a salir de parranda y acostarse con cualquier belleza que se le cruzará. Este hecho poco a poco se fue convirtiendo en su día a día.

Paso de ser un joven de casa a uno fiestero y muy promiscuo, con un excesivo gusto por todas las cosas dulces.

¿Acaso no soy suficiente para el?, ¿Acaso no ve lo hermoso y millonario que soy?, eso era lo que siempre pensaba Satoru para tratar de comprender porque no podía hacerse con el amor de su peli negro amigo, aunque para ser justos nunca se le declaró, y no era porque tenía miedo al rechazo, claro no, decía el albino para sus adentros pero la verdad era que si, no quería arruinar su valiosa amistad pero tampoco quería llevar el peso en sus hombros de aquel amor no correspondido, por eso Gojo se hizo una promesa, al cumplir sus 18 años, este se declararía, nada ni nadie se lo impediría. Pero como dicen, nada es lo que quieres.

Al llegar el día profético, en su gran y ostentosa party, Gojo recibió al peor día de su vida con los brazos abiertos, pues aquella noche, Suguru Geto vistiendo una camisa blanca y pantalones negros llegó junto a una hermosa rubia, está sosteniendo su brazo gentilmente lucía un elegante vestido rojo conche de vino y unos hermosos tacones, sus carnosos labios rojos y sus verdes ojos la hacían ver como toda una prostituta aún más cuando empezó a restregar sus enormes senos en el hermoso cuerpo de su amigo.

Al presentarla ante el albino, ya en la mesa de bufet, Geto con una copa de vino en la mano le comento a Gojo, que estos llevaban más de 4 años saliendo y que Aoi, la rubia, había aceptado casarse con el, en dos semanas anunciarían su compromiso.

Mientras el peli negro miraba desde los lejos a su bella prometida con una enorme sonrisa, Gojo Satoru en cambio quería morir, su corazón dolía, quiera destrozar todo el lugar y separar a su amigo de aquella tipeja, pero no podía, no quería quitarle su felicidad ni mucho menos arruinar su valiosa amistad.

Aquel día, Gojo Satoru entendió que ni con sus millones podía comprar su amor.

OJOS AZULES  (GoYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora