CAPÍTULO 4: Heredero

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5 años después

- Disculpe la demora Gojo-san - dijo Ijichi abriendo la puerta de aquel lujoso vehículo negro.

- Está bien... No espere mucho - una sonrisa tiraba de aquellos finos labios mientras subía aquel auto.

La verdad había estado en aquel sitio alrededor de 20 minutos, de pie, mirando varios carros pasar, bajo el intenso sol mañanero de aquel odioso día de verano. No le gusta esperar, pero tampoco quiso desquitar su enojo para con el peli-negro, pues ahora, después de tantos años, el albino ya no era un adolescente, era un adulto hecho y derecho. Eso decía.

Ijichi guardando las maletas del albino en la cajuela y subiendo de nuevo aquel vehículo salió del aeropuerto y se introdujo por aquella transitada autopista.

De vez en cuando, con algo de nerviosismo miraba a través del retrovisor, esperando un fuerte regaño por parte de su joven amo, lo conocía desde niño así que, sabía muy bien que este odiaba tener que esperar, pero aquel reclamo nunca llegó.

- A-a donde vamos - soltó nerviosos mirando las calles a su delante. Ya no estaban en aquella ruidosa y enorme autopista, ahora se encontraban en las calles de Tokio.

- A donde padre - sus ojos bajo aquellos lentes de sol observaban a través de la ventana vehicular los grandes edificios de la ciudad.

Ijichi se sorprendió un poco, pues esperaba que el albino a penas llegar al país, le diera una dirección de un antro o un lugar de muerte, pero no, el joven amo le había pedido sin pensarlo llevarlo al lugar en donde pasó todo su infancia.

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Ambas puertas de aquella lujosa habitación de paredes blancas y grandes ventanales, se abrieron de par en par, dejando pasar a un albino lleno de energía y con una sonrisa en la cara. El pobre hombre, sentando en su escritorio, cerca del aquel enorme cuadro pegado a la pared, casi sufre un infarto por tan repentina intromisión.

- ¡¿Satoru?! - dejo aquellos documentos que estaba firmando y posó sus viejos ojos en la silueta de su joven hijo, sus manos detuvieron todo movimiento - ¿Pensé que no llegarías al país hasta dentro de un mes?.

Sus entrecejo se arrugo - No me digas que abandonaste tu trabajo y...

- Nada de eso - interrumpió mientras daba pasos a su delante, buscando estar más cerca de su viejo progenitor, - Terminé con todo allá y decidí regresar... Además te extrañaba - esto último lo dijo en un tono algo burló.

Su padre dando un suspiro al final sonrió y se puso de pie, extendió sus brazos de lado a lado para poco después rodear al albino en un cálido abrazo de bienvenida. - Yo también te extrañe hijo.

Al separarse, Gojo mirando sus alrededor noto que aquella oficina a excepción de uno que otro adorno, no había cambiando casi nada.

- Espero que estos 5 años no hayan pasado en vano Satoru - sus ojos miraron al hombre tomar asiento de nuevo en aquel escritorio y poner sus manos sobre el pupitre, el albino estaba seguro que esos ojos idénticos a los suyos, a través de la oscuridad de aquellos lentes que llevaba puesto lo observaban con cierta seriedad y frialdad.

- Quiero que tomes el mando de las empresas - soltó sin más el hombre.

- ¡Q-Que! - fue lo único que respondió un sorprendido y desconcertado Gojo, quien luego de esto se limitó a simplemente mirarlo.

Su padre adivinando todas las preguntas que rondaban su cabeza comentó - Desde el año pasado he tenido algunos inconvenientes con este viejo corazón - colocó su mano sobre su pecho - Además... Creo que es tiempo de retirarme y dar pasó a la nueva generación.

OJOS AZULES  (GoYuu)Where stories live. Discover now