CAPÍTULO 7: "No estas solo"

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Créditos a la autor@ de la imagen: @seiran0505

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Trataba por todos los medios no derramar el líquido de aquel vaso entre sus manos, no quería mojar la alfombra en oferta que recuerda haber comprado unas navidades atrás, pero el constante temblor de su cuerpo le hacía imposible está simple tarea, algunas gotitas de agua resbalaban por sus dedos, como pudo logró sentarse al fin en uno de aquellos sillones de su cálida sala de estar, un televisor plasma encima de un pequeño mueble yacía a su costado derecho, a unos cuantos metros de el.
La luz anaranjada que se abría paso por aquellas puertas corredizas de cristal y que alumbraban totalmente dicha habitación, anunciaban que aún el día no había acabado, quizás no era más de las 5 y media de la tarde, en la pequeña mesita a mitad de la sala el típico florero descansaba con hermosos girasoles en el. Varios recuadros con fotos familiares, entre ellas, el junto a su pequeño colgaban de aquellas paredes color celeste pastel.

Sus ojos fijos en el jardín tras las puertas de cristal pestañaban en varias ocasiones, sus labios resecos se encontraban entre abiertos y sus manos, apretando con fuerza aquel vaso seguían teniendo pequeños espasmos.
Su mente no se encontraba en aquel sitio, está divagaba repasando una y otra vez, todo lo que había sucedido horas atrás, trago fuerte cuando recordó aquella melena blanca y esos ojos zafiro, --si los podía llamar así--, se había encontrado con el padre de su bebé.
Ese hecho era el responsable de su ligero ataque nervioso y el responsable de que a penas cruzar la puerta de su casa se había desplomado, casi en un ataque de ansiedad, quizás la adrenalina del momento le había permitido caminar todo ese tramo hasta su hogar.

Escucho el abrir de la puerta principal de su casa y junto a esto, fuertes pasos por el pasillo, giró la cabeza en aquella dirección y miró algo confundido una silueta muy similar a la suya acercarse.

- ¿¡Sukuna!? - colocó aquel vaso sobre la mesa y de forma inmediata se puso de pie.

- ¿Qu...- Ni siquiera pudo articular está palabra cuando su hermano gemelo con el ceño entre fruncido interrumpió en un tono molesto:

- ¡Dime como se veía el maldito! - subió las mangas de aquella camisa negra que llevaba puesto mientras tronaba sus dedos, - Voy a matarlo.

Muy a diferencia de el, su hermano poseía tatuajes negros por toda la cara, era un poco más robusto y le pasaba por unos cuantos centímetros.

Yuuji se mostraba sorprendido y confundido ante la repentina visita y el desentendimiento tras las palabras de su gemelo.

- Yuuji, ¿Estas bien? - Tras Sukuna, un angustiado peli negro hacía acto de presencia, este lucía unos pantalones negros que hacían juego con aquel abrigo grande color piel, llevaba puesto un buso de lana blanca mismo que marcaba su hermosa y redondita pancita de 5 meses, sus pies, curiosamente vestían calcetines de diferentes colores, esto se le hizo gracioso.

- Vinimos tan pronto recibimos la llamada - se acercó con una de sus manos sobre su abultado vientre. Su cara reflejaba clara preocupación. - ¿Te encuentras bien?.

- ¿Llamada? - alzo una de sus cejas demostrando que no estaba al tanto de esto. De repente, pasitos se escucharon a su espalda.

- ¡Tío Sukuna!, ¡Tío Gumi! ¡Llegaron! -. Tanto Yuuji como Megumi miraron al niño de cabellos blancos lanzarse a brazos del ojos carmín, quien no dudo en corresponder dicho gesto haciendo lo mismo y levantándolo del piso con una sonrisa.

OJOS AZULES  (GoYuu)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora