Capitulo 1

309 12 43
                                    

Danny Williams 

¿Puede existir una amistad entre hombre y mujer? ¿Simplemente una amistad? Solo eso, siendo amigos íntimos. Es normal ver a un amistades del mismo sexo y nadie piensa que son pareja ¿Por qué pasa no eso con amistades de diferente sexo? La gente da por hecho de que, si un hombre y una mujer son amigos íntimos, son pareja o incluso sienten algo el uno por el otro. La verdad es que eso no es así, no siempre pasa eso y un Claro ejemplo somos Steve y yo.

Steve ha sido mi amigo desde que llegue a esta maldita isla infectada de piñas. Pasaron muchas cosas antes de considerarlo como si quiera mi amigo, es una completa bestia. Me obligo a trabajar con él apenas lo conocí, además de que me dispararon a unas cuantas horas de conocerlo ¡Eso debió servirme de advertencia de lo peligroso que era trabajar con él! Era una bestia, corrijo es una bestia, después de todo no ha cambiado con el pasar de los años. Aunque es un idiota la mayor parte del tiempo es mi mejor amigo y no lo cambiaria por nada del mundo, después de todo tiene algunas virtudes... Tengo que pensarlas un poco, pero de que tiene algunas virtudes las tiene.

Steve era simplemente Steve, no había forma de describirlo de otra manera. Era el típico macho Alfa por el cual muchas mujeres suspirarían por él, tenia un gran atractivo y eso no lo negaría jamás, más de una vez me quede observándolo. Pero más allá del físico, había un hombre roto, alguien que le tenia miedo al abandono y se sentía insuficiente, después de vivir lo que vivió me sorprende que no tenga más problemas.

¡Oh! ¡Tengo una virtud de Steve! Es leal, realmente que lo es, además de que es ese hombro donde llorar si es necesario. Después de la muerte de mi hermano, fue él quien estuvo a mi lado, fue él quien se encargo de dibujar una sonrisa en mi rostro -aparte de Grace, obviamente- y evito que me hundirá en la depresión. Era un buen hombre, un excelente amigo con el que puedo contar para lo que sea, sé que Steve siempre estará a mi lado sin importar que.



Suspire completamente cansada, estar sentada horas llenando papeleo era una tortura y para rematar ¡No era mi papeleo! Era él de Steve, eso me hacia enojar ¿Por qué no podía hacerlo él solo? Pero aquí ando como idiota llenándolo, porque si no lo hago, nadie lo hará.

Cerré el computador con enojo ¡¿Cómo diablos voy a justificar que usara un lanza llamas para detener a un sospechoso?! Esa era la explicación de trabajar con Steve McGarrett, una completa aventura ¡Una aventura donde saldría muerta algún día! Cerré mis ojos buscando calmarme y no ir a golpearlo por usar métodos idiotas y nada necesarios para atrapar a un sospechoso, acaricié el puente de mi nariz antes de abrir mis ojos y observar al causante de mi enojo. Lo observe sentado en su oficina, soltando una risa al verme ¿Se estaba riendo de mí?

Me levante molesta, camine rápidamente a su oficina y abrí la puerta con fuerza, camine hasta quedar justo frente a su escritorio. Apoye mis manos en el escritorio y me incline al frente para encararlo, fruncí mi seño con enojo y simplemente lo vi sonreír aun más. Quiero golpearlo, quiero quitar esa estúpida sonrisa de su rostro, quiero hacerlo.

— ¿Qué te causa tanta risa, animal? — Le pregunte, esperaba que notara que estaba molesta.

— Nada — Negó aun riéndose, esa sonrisa que era tan hermosa — Solo que es divertido ver tus expresiones, es todo.

— Eres un idiota — Volví a fruncir mi seño. Aunque era difícil estar enojada al verlo sonreír y después de todo lo que paso esta semana me alegra saber que puede sonreír aún.

— Lo se — Admitió — Me lo dices a diario ¿Cuándo dirás algo nuevo?

— El día que me dejes conducir mi propio auto.

McDanno: ¿Más que amigos?Where stories live. Discover now