Capitulo 14

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Steve McGarrett

No había sido el mejor año de mi vida, pero tampoco fue uno de los peores. Me quitaron el yeso unos días después de año nuevo, dijeron que debían operar mi rodilla para ponerme unos tornillos -había sido fea la fractura- en mi rodilla, después de esa recuperación todo volvería a la normalidad. Podría volver a trabajar, correr y como decía Danny "creerme indestructible y saltar de un edificio a otro".

Lo último y primero que vi fue sus ojos azules. Ella estuvo conmigo en todo momento. Danny, ella siempre se preocupó por mí. Me gusto vivir con ella y poder recuperar nuestra amistad. Realmente que, si me gusto demasiado eso, saber que volveríamos a lo de antes y ese es el problema. Realmente me alegra volver a ser su amigo y saber que estamos bien, que no estamos enojado y que podemos continuar confiando el uno en el otro. El problema es que me está matando ser su amigo, yo quería más, la quería completa. La quería a ella a mi lado en todo momento, junto a Grace.

Desde que volví a Afganistán las cinco etapas del duelo. Me enoje, me disguste, me enfurecí, me invadio la frustración y por último me entro la depresión. Danny al inicio me siguió el juego, ella aceptaba mis rabietas de niño pequeño. Admito que cuando me hundí en la depresión ella fue la luz, ella fue el salvavidas al que me aferré para no ahogarme.

Se que suena demasiado estúpido deprimirse porque te fracturaste el pie, pero todo cambia cuando te dijeron que había una posibilidad, aunque fuera pequeña de que no pueda volver a hacer ninguna actividad física sin sentir dolor. Que no podría volver a correr, saltar o nadar sin sentir dolor. Además de que en aquel ínstate, muchas de las cosas que antes me afectaron volvieron a mí. El abandono de Catherine -el antiguo y el actual-, la muerte de mi padre, descubrir que mi madre aún estaba viva y que Danny me rechazara. Eso fue mucho para mí.

— Levántate — Su voz me hizo salir de mis pensamientos. Danny estaba frente a mi —. Vamos levántate.

La ignore y me gire para darle la espalda.

— Bien — Escuche sus pasos alejarse.

No quería levantarme. Mi pierna dolía y las palabras que me había dicho el doctor no eran muy alentadoras. Mi recuperación era lenta y muy dolorosa, realmente me estaba costando demasiado. No quería seguir siendo una carga para Danny, no quería seguir sintiéndome inútil. Pero que te digan que posiblemente no puedas volver a recuperar la movilidad en tu pierna, además de que con ello renuncias a tu estilo de vida y a tu trabajo, eso deprime a cualquiera.

— Tu no me dejaste hundir en la depresión. Yo tampoco — Ella volvió, su tono de voz sonaba algo malicioso —0 Ultima oportunidad.

— No.

En aquel instante me arrepentí de inmediato haber dicho que no, realmente que sí. Danny había vaciado una cubeta de agua completamente fría sobre mí. Me levanté de inmediato, tropecé antes de dar dos pasos. Estaba en el suelo, escuchando su risa. Me gire para quedar boca y observarla, ella se estaba riendo de mí.

— Se que todo esto es una completa mierda — Ella seguía en su lugar —. Se que son bajas las probabilidades de que tu pierna vuelva a hacer la de antes. Ahora tienes dos opciones; te quedas en cama llorando como un niño o te levantas y les demuestras a esos doctores que las estadísticas no aplican contigo — Ella señalo la puerta —. Jamás has seguido las reglas ¿Por qué iniciar ahora, ah?

Me apoye en mis codos indicándole que siguiera con su discurso motivador.

— Estos meses has sido un gran dolor en el culo — Solté una risa —. Pero lo soporte porque eres mi amigo, y porque eres mi amigo no permitiré que te rindas.

— ¿Lo tenías escrito ya?

Me tiro el balde a la cabeza, sé que le molesto un poco, pero me gustaba verla enojada.

McDanno: ¿Más que amigos?Where stories live. Discover now