Capitulo 11

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Danny Williams 

Estaba muy molesta. Estaba super encabronada con Steve. Realmente que sí. Lo odiaba porque me había llenado la cabeza de fantasías románticas y luego me las arrebato de repente. Eso no estaba bien. Me había dejado con las de estar con él, de tener una relación y de que mi hija le llamara papá ¡Me había permitido pensar en positivo! Y eso fue lo que más me dolió, el duro golpe contra la realidad me había dejado fuera de juego. No quería volver a ser lastimada y lo aleje de mí, no quería volverle a sufrir. No quería. Esos primeros días fueron duros, me sentía traicionada y se que no fue su culpa que yo me ilusionara de esa manera, pero ¡Era él quien me había ilusionado!

Había sobrellevado bien estar sin él, yo no era dependiente a él, podía vivir sin él. Si bien dejamos de ser amigos no dejaba de preocuparme por él, siempre le ordenaba a Grace preguntarle como estaba o a Chin -que era su mejor amigo-. Todos en algún momento me aconsejaron que hablara con él, que arreglara las cosas, pero no lo haría hasta que mi corazón se haya recuperado un poco. Si bien fue mi idea hacerle una pequeña celebración de cumpleaños, no lo hacia porque lo extrañara, yo solo quería que él estuviera bien. Y el regalo, lo había mandado a arreglar hace tiempo, pero apenas lo recompusieron. Le pertenecía a Steve, era de él. Pero sentir su apoyo me recordó que lo extrañaba, que lo necesitaba al igual que su abrazo me recordó porque me distancie.

A mi regreso había estado distante con Steve, principalmente porque debía acostumbrarme a nuestra nueva situación. Pero ese día, donde nos dijimos tantas cosas horribles -pero que eran verdad-. Estaba convencida de que Steve en algún momento volvería y se disculparía, pero no lo hizo.

Yo quería al antiguo Steve, no aquel hombre oscuro y nada humano que conocí hace años. Quería al Steve que me había hecho enamorarme de él. Quería a ese hombre que se mostraba fuerte y conmigo, junto aquellos que confiaba, con mi hija era cariñoso y alegre. Quería a este Steve.

Cuando analicé lo que hicimos en los últimos años me di cuenta de lo delicada que era nuestra decisión. A pesar de todo, lo necesitaba tanto, lo consideraba una parte demasiado importante de mi vida, que aceptaría las condiciones que me pusiera para que volviera a mi vida. Si no debía volver a quejarme de la isla lo dejaría, si debía dejar de ser sarcástica lo dejaría y si tenia que dejar de comer malasadas lo haría. Sea lo que sea que me pidiera lo haría y eso me hacía pensar demasiado. Nuestra relación se debilito con unos besos y un acostón ¿Qué nos aseguraba que nuestra amistad no se va a destruir por completo al iniciar una relación? ¿Valia la pena destruir nuestra amistad por un simple enamoramiento?

No. Mejor quedábamos como amigos. No podíamos ser más que eso.

Espere que Steve se acercara y piedra perdón, esperaba que ese regalo le indicara que deseaba recuperar nuestra amistad, pero él no capto era idea. Pase toda la noche esperando una disculpa que jamás llegaría.

Después de la fiesta espere que las cosas entre ambos mejoraran, pero seguían igual que siempre. Nos saludábamos con movimientos de cabeza, nada más. Intente que no me afectara, pero cada vez sentía mucho más grande la herida. Muchas veces me repetí que debía renunciar a él y seguir con mi vida. Ningún hombre había movido mi vida tanto como lo hizo Steve, alejarme de él movió mi mundo entero. Ni la muerte de Matt o mi separación con Richard me había afectado tanto como Steve, eso me demostró que tan vulnerable para él. Que tan importante era para mi y que tanto lo amaba.

Quería alejarlo de mi vida, él me hacía vulnerable, pero también me daba mucha seguridad. Quería tenerlo a mi lado y renunciar a él, estaba dividida.


Estaba ahora en mi oficina. Estaba llenando el papeleo de Steve -ni idea del porque lo llenaba aun- mientras él se hacia el estúpido en su oficina con Nick. Nick volvió a la isla y no entendía el porque exactamente, solo se que no me agradaba y lo quería a muchos metros de distancia de mí. Él era el típico hombre que se creía superior a todos y no aceptaba que una mujer le rechazara, para él eso era un pecado.

Había terminado el papeleo, ya solo quedaba ir a donde Kono y decirle que si íbamos a comer algo o hacer cualquier cosa. Yo solo quería distraerme de no tener a Steve a mi lado. Sali de mi oficina y ahí estaba el idiota ese, haciendo quien sabe que estupidez. Me sorprende demasiado que alguien como Nick llegara a la marina, realmente era un inútil.

— Hola Danny — Me saludo al verme salir.

Hice una mueca, pero lo ignoré. No me agradaba y no iba a disimularlo.

— Uy, me parece que alguien está en sus días — Se burlo a mis espadas —. Ya debes tenerlos marcados ¿No? No debe ser muy agradable cuando le baja — Esta vez no hablaba conmigo, hablaba con Steve.

La verdad es que Steve esos días siempre estaba pendiente de mí, si necesitaba algo y compraba lo que necesitara -con mi dinero-, también estaba al tanto de Kono y se mostraba comprensivo siempre. Eso nos sorprendió demasiado, pero no nos quejábamos.

Una vez, manche mi pantalón y no me había dado cuenta, él me abrazo por la espalda y me cubrió hasta que estuvimos en un cuarto a solas, me comento lo que paso y estaba muerta de la vergüenza. Recuerdo disculparme rápidamente con él y escucharlo reír, me dijo que era normal y que no debía preocuparme por eso. Me sorprendió demasiado eso, porque él es algo desconsiderado, pero me explico que su padre le había enseñado que debía actuar de esa manera. Quito la camisa que tenia puesta y la puso alrededor de mi cintura -tenia una camiseta blanca debajo- para que nadie mas se diera cuenta. Se la devolví el siguiente día correctamente lavada y el la acepto sin molestia alguna, creo que eso hizo que me enamorara un poco de él.

Volví mi cabeza a mi realidad ¿No se le ocurría nada más para explicar el hecho de que una mujer no quiere hablar con él? No podía concebir que una mujer lo consideraba un completo pendejo, así que lo atribuía a la fisiología femenina. Idiota.

Me detuve en la mitad de mi camino, justo en la mitad del pasillo. Sabia que no debería darle importancia, pero no estaba de humor para estupideces.

— ¿En serio? ¿No se te ocurre algo mejor?

Creo que nadie se espero que respondiera. Los tres se quedaron en silencio -Freddy también estaba, creo que estaban allí por una misión y le pedían ayuda a Steve-. Me miraron y escuche que Steve les dijo que me ignoraran. Nick embozo una sonrisa grosera.

— Se me ocurren cosas mucho mejores, pero no creo que puedas soportarlas.

¿En serio? ¿Qué me diría? ¿Que Argentina quedaba en Europa? La verdad es que ese hombre no me conoce y no es capaz de lastimarme. Se que él estaba acostumbrado a hacer lo que se le viniera en gana, quería darle una lección.

— No creo que me afecte en los más mínimo Fink, Teniendo en cuenta que lo único que sabes de mujeres fue lo que te enseñaron en el colegio — Soltee una risa y me senti satisfecha cuando Freddy sonrio —. Ponme a prueba.

Freddy soltó un "uh", le estaba incitando a aceptar el desafío.

— ¿No aceptas? ¿Te da miedo una mujer? — Me burle de la misma manera que él lo hizo —. ¿Se te encogen o qué?

Mi comentario no le hizo nada de gracia, me enorgullecí.

— En serio Danny. En términos de inteligencia no me llegas ni a la suela del zapato.

Estúpido. Me incline hacia él.

— ¡Es increíble! Ya estas apunto de cumplir 40 y aun no sabes que una S en un examen de la secundaria no significa simpático.

Lo vi fruncir el ceño, estaba enojado. Me miro de arriba abajo antes de sonreír, como si encontrara una debilidad en mí. Nada que él pudiera decir de mi me afectaría, soy superior a él.

— Claro, no soy tan retrasado como tu hermano para meterme con un cartel colombiano.

Me quede estupefacta dos segundos ¿Realmente lo dijo? Me acerque a él molesta y Steve retrocedió.

— Espero haber escuchado mal y por tu bien ruega que sea así — Estaba encabronada, todo mi cuerpo estaba tenso —. ¿Podrías repetir lo que dijiste?

Se quedaron en silencio.

— Vamos, repítelo ¡Repítelo si tienes bolas!

Lo estaba encarando, no iba a dejar que hablaran mal de mi hermano o se burlaran de él.

— ¿Quieres que te traiga un barril para que estés a mi altura? — Sonrió victorioso. Estiro su mano para que alguien la chocara.

Steve dio un paso al frente, quería evitar que esto se saliera de las manos.

— Tranquilízate Danny.

— No, no tengo la mínima intención de tranquilizarme Steven. No me voy a quedar de brazos cruzados mientras este grandísimo hijo de la gran puta se burla de mi hermano ¿Y tu te vas a quedar, así como si nada mientras este se burló de mi hermano, que por cierto te tenia mucho aprecio? — Lo empuje, con fuerza y molestia apartandolo de mi camino —. Yo no soy tu que anda divulgando información privada de mi mejor amiga con los demás para que después se burlen y no hacer nada. No permitiré que hablen mal de él, no cuando él te defendería.

McDanno: ¿Más que amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora