Capitulo 12

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Steve McGarrett 

Tenia que ordenas mis ideas. Hice lo único que me ayuda a hacerlo, alguna actividad física. Quería una distracción. Nade casi por dos horas, no me ayude. Ahora estoy corriendo. Me gusta correr y eso me ayuda a sentirme mejor.

En mi mente se repetía una y otra vez lo que sucedió esa tarde. Danny encarando al idiota de Nick, ella respondiendo de manera muy inteligente a sus insultos y ¿Qué hice yo? Nada, simplemente me quede observando como la lastimaban.

Aumente la velocidad.

La voz de molesta de Danny reclamándome por no defender a su hermano y debajo de ella dolor, lo sabía. Observe como ella encaraba a Nick, como no dejaba que se burlaran de ella y como lo puso en su lugar de una manera única. Me sorprendió demasiado como ella reacciono, pero me sentía orgulloso.

Cuando ella se fue, cuando quedamos solos Nick seguía quejándose.

— La hare pagar por esto — Eso sonaba una amenaza — Lo juro.

— ¿Qué harás? — Hable. Primero sentía que mi voz no salía — Ella te advirtió que si vuelves a joderla te hará algo peor y no creo que tus bolas lo soporten.

— ¿La defiendes? — Pregunto indignado — Me lastimo.

— Y tu a ella. Solo se defendió de un idiota.

— Entonces ¿Por qué no la defendiste? Ella es tu mejor amiga ¿No?

— No necesitaba de mi ayuda para lidiar con idiota — Me defendí, pero la verdad es que yo no sabia que hacer — Ella pudo hacerlo sola.

— No creo que fuera eso — Rio un poco, se acerco a mi — Creo que me tienes miedo ¿No? Ambos sabemos que puedo acabar contigo en tan solo unos segundos y no querías quedar mal con ella ¿Verdad?

— Te reto — Le ordene. Yo no le temía — No me das miedo.

Freddy se puso en medio de nosotros. Trato de poner una distancia entre nosotros.

— Cálmense.

— No — Nick parecía decidido — Quiero darle una lección a este idiota.

— Te enseñare a no meterte con mi chica — Me puse en posición de pelea — Voy a hacer lo que debí hacer apenas mencionaste a su hermano.

Estaba enojado, más que todo conmigo. Mi mano se volvió puño y se estampo contra el rostro de Nick quien retrocedió. Sonreí burlón, pero no baje la guardia. Antes de que me diera cuenta ya estábamos peleando en el suelo. Él estaba encima de mi dando algunos golpes, pero no duro mucho, rápidamente cambié los roles y empecé a golpearlo.

Eso es lo que debí hacer. Debí cerrarle la boca apenas menciono a Matt. Debí ponerme del lado de Danny, no quedarme congelado como un maldito cobarde. Jamás en la vida me había sentido tan fracasado. Aumente más mi velocidad.

Sin darme cuenta corrí hasta ese mirador, ya había anochecido y podía ver mi aliento. Algunas veces, cuando caía la noche la temperatura bajaba, justo como ahora. Camine un poco para controlar mi respiración, la baja temperatura me hizo temblar un poco. Sentía la briza oceánica golpear contra mi rostro. Me quede en silencio, respirando y pensando cuando me percate que había alguien más a unos metros de mi ¿Por qué no lo había visto? Trate de reconocer de quien se trataba y me congele cuando reconocí quien era. Era Danny.

Estaba estirando, en silencio y con total calma. Me quede congelado por segunda vez en el día ¿Qué debía hacer? Podría acercarme a ella y disculparme o alejarme antes de que notara mi presencia. Decidí aproximarme. Ya era hora que me tragara mi orgullo y decirle que la necesito, quería arreglar las cosas.

— Hola — Salude.

Ella se sobresalto y se dio la vuelta. Me miro de pies a cabeza y se quitó los audífonos. Me ignoro, pero que se quitara los audífonos era una buena señal.

— ¿Empiezas?

Me miro seria, ambos sabíamos la respuesta. Estaba terminado. Conocía sus costumbres. Se que a ella no le gusta la actividad física, prefiere quedarse acostada viendo alguna serie y comiendo, pero algunas veces tenia tantas cosas en la cabeza que correr le ayudaba. Más de una vez salimos a correr juntos en silencio cuando murió Matt, ella quería distraerse.

Quería arreglar las cosas entre nosotros, pero no estaba seguro de como diablos hacerlo. Sabía que debía disculparme, pero no sabia como. Nunca fui bueno para estas cosas.

— Danny.

— No quiero hablar — Me interrumpió.

— Es un idiota.

Ella hizo soltó una risa.

— Es tu mejor amigo.

Quería corregirla. Quería decirle que ella era mi mejor amiga, pero no me había comportado como un amigo últimamente, no merecía ese título. Quería que la tensión que entre ambos desapareciera, quería hablar con ella, tal y como lo hacíamos antes.

— Nos vemos en acción de gracias.

Su rostro mostro confusión, como si esperaba que hiciera o dijera algo. La confusión desapareció y asintió, no me volvió a hablar. Desearía que me hubiera dado un puño, uno tan potente que me inculcara un poco de sentido común. Ella se dio la vuelta, estaba por irse hasta que la tome.

— ¿Te parece que vaya?

Ella se quedo en silencio, comprendía la gravedad de los daños.

— Primero que nada, sin importar que seas un maltado sigues siendo parte de la familia — Ella no me miraba, eso me dolió mas — Segundo, no me vuelvas a tocar en tu miserable vida.

Se libero de mi de agresivamente. Me odiaba, estaba claro y me lo merecía, merecía su odio e indiferencia. Ya había perdido a mi mejor amiga.



La fiesta seria en mi casa. Todos llegaron con al menos un plato de comida y con sus respectivos invitados. El ambiente era acogedor, me sentía realmente en casa. Cuando Kono llego ella me saludo de mala gana y me ignoro el resto de la velada, me lo merecía. Ofrecí a los presentes algunas bebidas, quería distraerme. No dejaba de observar la hora y la puerta, Danny aun no llegaba.

Ella dijo que recogería a Grace de la casa de Stan y vendría con nosotros o eso le dijo a Kono que le dijo a Chin y este a Lou y Lou a mí. Solo se que Danny ya se había retrasado un poco. Le di un sorbo a mi cerveza y volví a observar la puerta, quería que ya llegara.

— Llegara — Malia que se poso a mi lado me sonrió.

Había sobrevivido al ataque y se recupero con éxito, aunque las fisioterapias fueron algo dolorosas para ella ya las había dejado en el pasado y lo único que quedaba de aquel fatídico día era una cicatriz.

— Solo esta comprando unas cosas — Su sonrisa me tranquilizo y asentí. Esperaba que fuera así.

Llegaron minutos después. Ambas tan deslumbrantes como siempre. Grace corrió y me abrazo con la alegría de una niña de 8 años. En cambio, Danny simplemente dio un asentimiento de cabeza y fue a saludar a los demás de la forma mas alegre. Me lo merecía, me merecía ese trato. La noche estaba algo fría, así que la fiesta se realizó dentro de la casa donde dominaban las risas y alergia. Decidí alejarme de ellos, no me lo merecía.

Me senté observando el paisaje frente mío. El clima era frio -no mucho, pero mas de lo normal-, observé el reloj que me regalaron y sonreí. Me recordaba a aquellos que amaba, a mi familia, a mi padre, a mi madre. Solté un suspiro. No había sabido nada de ella desde que se fue y estoy a poco de cumplir un año de eso. Me preocupaba por ella, de que, si estuviera bien, de que si había comido y si estaba sana. Muchas preguntas a las que no tenia respuesta alguna.

La puerta se abrió, sabia que en algún momento notarían mi ausencia.

— No quiero hablar Chin — Hable sin voltearme a ver quien era.

— Tampoco quiero hablar.

Me gire, reconocía esa dulce voz. Danny estaba allí, a unos pasos de mi observándome en silencio. No entendía que estaba haciendo allí, le sonreí. Ella se sentó a mi lado, en completo silencio. Nos quedamos ambos en silencio y ¡Dios! Solo bastaba su presencia para hacerme sentir mejor, solo eso.

— Pensé que habías invitado a Catherine — Ella rompió el silencio. Me sorprendió.

— No. La verdad es que estaría mejor si solo estábamos nosotros — Señale el interior de la casa donde estaba toda nuestra familia feliz — Y si te soy honesto, no se si siga con ella mucho tiempo.

Era la verdad. Aun sentía cosas por Catherine, estaba con ella con la ilusión de poder recuperar nuestra antigua relación, pero la verdadera razón por la que estaba con ella era otra. Quería mantener mis sentimientos por Danny y solo lo lograría con novia, o eso creía. No era justo con Catherine, ni para mí. Además, nuestra relación no es normal. No confió en ella y bueno, jamás establecimos que éramos.

— Que lastima — Replico ella.

Su voz y ni rostro reflejo emoción alguna. La verdad es que no sabia si lo lamentaba o lo decía por compromiso o incluso si fue sarcástica. Siempre sabia cuando era sarcástica. Sonreí al recordar una de nuestras miles de peleas ¡Como las extrañaba! Como la extrañaba.

Danny me miro extrañada.

— ¿Sonríes porque tu relación se acabó?

— No, no — Negue rápidamente. No quería que siguiera pensando mal de mi —. Es que estaba recordando la vez que fuimos a un partido, junto con Grace y...

— Se me cayo la salchicha al suelo — Completo.

— ¡Si! Y jamás lo olvidare porque...

— Me la comí igualmente — Ella parecía un poco avergonzada por ello —. Pero...

— No hay un pero que valga. Fue asqueroso.

— Solo estuvo cinco segundos en el suelo.

— Aun así, fue asqueroso ¿Ese es el ejemplo que le das a tu hija?

— ¿Hablas en serio? — Ella soltó una risa que sonaba como música celestial — Lo dice quien le enseño una patada voladora a mi hija ¡Tiene 8 años!

— ¡Ella me lo pidió!

—Claro. Mi hija de 8 años que no sabe nada de eso te pide que le enseñes — Rodo sus ojos y sonrió —. Eres una mala influencia para ella.

— Solo le enseño a defenderse — Me defendí. Ella golpeo juguetonamente mi hombro —. Además, sabes que jamás le enseñaría algo sabiendo que no estuviera lista para eso.

Ella apoyo su cabeza contra mi hombro y tomo mi mano. Me gustaba sentir su contacto de nuevo, su apoyo, su olor. Cerré mis ojos disfrutando el momento, sabía que no duraría mucho.

— Ella esta bien — La voz de Danny sonó tan dulce —. Te lo aseguro.

Ese momento duro poco, ella desapareció tan rápido como apareció. Volvimos a ser completos extraños, no habláramos fuera de lo que llegase a ser necesario. Fue como un pequeño acuerdo que hicimos, darnos el apoyo que necesitábamos y volver a nuestra vida sin el otro.


Una semana después Catherine apareció en mi oficina junto a Nick que en cuanto Danny apareció en su vista prácticamente corrió a mi oficina, le temía a Danny. Creo que todos le tememos a ella. Ambos ingresaron a mi oficina, lo que me pareció extremadamente extraño.

— Necesitamos tu ayuda — Catherine hablo. Ella se cruzó de brazos y se removía incomoda.

— ¿Qué paso? — Los mire serio.

— Necesitamos los contactos de Joe — Nick esta vez hablo —. Esperáramos que pudieras ponernos en contacto con él.

— Claro, pero ¿Para qué?

Catherine suspiro, estaba muy rara.

— ¿Recuerdas a Najib? — Me pregunto.

Claro que lo recuerdo, ese niño al que ayudo hace tiempo y su familia la salvo casi un año después. Recordar que fue a la misión que se fue justo y cuando pensaba pedirle matrimonio, era difícil de olvidar la razón por la cual me dejo.

— Si ¿Qué pasa?

— Lo tienen y tengo que ayudarlo.

— ¿Piensas ir sola?

— Nick me acompañara — La verdad es que no confiaba en Nick para que la acompañara.

— Yo voy — Me levante de mi silla —. Iremos los tres, es demasiado riesgoso ir solos.

Ellos se miraron entre ellos y asintieron dándome la razón. Llame a Joe y este nos indico que un avión nos esperaría esta noche para llevarnos Afganistán. Se retiraron ambos y me quede solo en la oficina, tenia que decirle a alguien sobre la misión y la única persona en la que confiaba plenamente de que iría a salvar mi trasero en caso de que algo saliera mal y no se rendiría ante un NO por un suprior era Danny.

Le escribí una carta resumiendo lo que pasaba y que me retiraría esa misma noche para una misión junto a Catherine -decidí omitir que iría con Nick-, deje la carta sobre su mesa y me retire. Tenía un par de horas para prepararme, entre a mi casa y tome todo lo necesario. Cuando llegue al hangar solo estaba Catherine, no hay rastro alguno sobre Nick.

— ¿Dónde esta Nick? — Pregunte. Me senté frente a ella y dejé mi equipaje a un lado.

— No puede entrar a Afganistán — Entendía eso. Si entraba a ese territorio podría ser arrestado y dado por baja deshonrosa.

— Bien — Asentí.

Decidí dormir todo el vuelo, debo estar descansado y alerta para cuando lleguemos al territorio enemigo. Apenas llegamos Catherine me llevo a la casa de la familia que la ayudo, allí solo estaba la madre que estaba realmente preocupada, su hijo había sido secuestrado y su esposo había ido a buscarlo, no aparecía hace mucho.

Con las indicaciones de la esposa logramos encontrar a Amir, el padre de Najib. No había rastro alguno del niño. Me puse a la altura del hombre y empecé a hacer presión sobre la herida del hombre. Catherine se puso a su altura y empezó a preguntarle que había pasado. Ella parecía alterada y realmente molesta, la entendía, pero debía estar en calma o podría echar a perder la misión.

Descubrimos que unos talibanes moverían a unos niños -donde esperáramos que estuviera Najib- en un convoy cerca de nuestra posición. Les pusimos una trampa a los talibanes, "accidentalmente" mi auto había fallado en la mitad de la vía. Ellos se bajaron y dejaron de ponerle atención a los niños. Catherine empezó a evacuar a los niños con sutileza, pero veía en su rostro la preocupación, Najib no estaba allí.

Lo que no esperamos fue que uno de los niños produjera un ruido que llamara la atención de los talibanes. Antes de que nos diéramos cuenta ya está disparando en contra de aquellos hombres y ellos contra mí. Solo esperaba que Catherine pudiera escapar con los niños, eso era lo único que importaba. Una granada cayo a unos metros de mí y cuando me di cuenta ya era tarde, había explotado y me había alcanzado. Ahora estaba siendo trasladado a la base de ellos donde seria torturado.

Mi rostro estaba aturdido de tantos golpes, me dolía el rostro, los costados y mi pierna. No se que fue lo que le hicieron exactamente, pero el dolor era demasiado y estoy seguro de que no podría escapar si me lo propusiera. Ahora solo me queda esperar a que me recaten o en su defecto, que me torturen hasta que les de el nombre de Catherine y donde estaría ella antes de ser asesinado de una forma cruel y dolorosa.

Mi piel se erizo ante la idea, no por morir -realmente eso no me asustaba demasiado- Si no la idea de Danny sola. De ella llorando mientras le daban la fatídica noticia de mi deceso y que lo ultimo que hicimos fue odiarnos, de habernos apartado tanto. Realmente me arrepiento de mis acciones, soy un completo idiota y si llego a salir de allí prometo arreglar las cosas con Danny.

La puerta se abrió y entraron varios hombres, me quede en silencio sin mirarlos, mi mirada estaba fija en la pared. Uno de ellos golpeo mis costillas, eso dolió, pero duele mas la idea de dejar a Danny sola, lo soportaría. Soportaría cada maldita tortura con tal de verla de nuevo, solo una vez más. 

Aloha🏝

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Aloha🏝

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Espero les guste

La Ana del Sol ☀️ se retira

Nos leemos después

Mahalo 🤙

McDanno: ¿Más que amigos?Donde viven las historias. Descúbrelo ahora