Un beso no me basta , necesito mas

2.6K 136 0
                                    

*Hermione*
Sus labios unidos  a los míos no fue tan extraño y desagradable como alguna vez llegue a imaginar, sino todo lo contrario... comenzaba a gustarme, demasiado. Poco a poco mi lengua se fue abriendo paso entre esa barrera de labios y esos blanquecinos dientes que él poseía, sentir su aliento fue algo que pareció enloquecer mi cuerpo, desde la cabeza hasta la punta de los pies. Pero lo que fue más allá de mi comprensión fue ese rápido giro de los hechos, unos brazos me rodearon de la cintura y prácticamente me obligaban a permanecer pegada a ese cuerpo ajeno, tan cálido. Poco a poco, mi contrario me respondió a ese beso de una manera frenética y un tanto agitante para mí, me besaba y saboreaba a su gusto. Por extraño que suene, me devoraba con todo su ser. Las manos que me rodeaban comenzaron a moverse inquietas por mi espalda, hasta mí... "PAF", un quejido se escuchó por parte de Malfoy, quien al alejarme me miro molesto aun con esos ojos grises, su frente se encontraba roja por mi golpe y su labio inferior sangraba ligeramente.
- ¿¡Que te crees!? ¿Quién te dio permiso para tocarme el trasero? - le reclame. Me levante de la cama y solo cuando él tomo asiento, no pude contenerme y le di un puñetazo en la mejilla - ¡Tu pedazo de carne caliente! ¡Vuélveme a tocar y serás comida para dragones! - continúe, esta vez elevando unas décimas mi voz.
Malfoy se encontraba de nuevo en su cuerpo, y me miraba furioso. No me importo, él había sobrepasado mis límites, y eso no cambiaría nada de lo vivido. Quise lanzarle una gran cantidad de hechizos pero para suerte de él no llevaba la varita entre mis ropas, dado que las que traía puestas eran las suyas. Eros reía divertido desde un extremo de la habitación, mientras que mis amigos nos miraban llenos de sorpresa y curiosidad. Nyx por su parte parecía querer comerme con los ojos, ya que sentía como me atravesaba con intensidad.
- No podía esperar más de mi linda virgen - Eros se acercó y rodeo con sus brazos mi cintura, mi sorpresa fue que no sintiera absolutamente nada, los nervios que acostumbraban invadirme cada vez que me tocaba no estaban, todo lo contrario sentía celos y asco, especialmente cuando sus labios tocaron mi cuello. No había sentimiento alguno, solo celos... hervía de coraje.
- ¡Basta! - gritamos al unísono Malfoy y yo  - ¡Basta! No puedo soportar esto, ¿Qué me han hecho? - pregunto molesto, adelantándoseme. Todos le miramos, aunque no se pudieron evitar las risas, dado que el rubio continuaba con mis ropas, la falda le sentaba bien. Draco se levantó de la cama y empujo a Eros lejos de mí, él le miro con una ceja arqueada. El dejar de sentir el cuerpo del dios cerca del mío, provoco un sentimiento de alivio pero aun persistía ese de celos y ansiedad.
- ¿Qué sucede? - pregunto Nyx, acercándose a Draco. Agarro su rostro con sus pequeñas y delicadas manos, para así obligarle a verle. Ese contacto de ojos entre ellos me dio una sensación pacífica y relajante, tirando por la borda los celos y la ansiedad.
Sin poderlo evitar mire mis manos, y comencé a tocar mi cuerpo como si hubiera algo extraño, fue entonces que al elevar la mirada me encontré con esos ojos grises que parecían evadir los de Nyx, me miraron y tuve la extraña necesidad de lanzarme contra él. ¿¡Que sucedía!? Mis manos temblaron y tuve la imperiosa necesidad de darme unas buenas cachetadas por tener esa sensación. ¡No quería lanzarme sobre él! ¡No quería comérmelo a besos! ¡No quería tener...! ¡Oh dios mío!
Mire hacia todos lados, comenzaba a asfixiarme. Di unos pasos hacia atrás y ya sin evitarlo salí corriendo de la sala de los menesteres. No entendía que sucedía conmigo, mi cabeza daba vueltas y formulaba gran cantidad de explicaciones, todas sin sentido y cada una más loca que la anterior. Corrí como alma que lleva al diablo, y solo cuando mis piernas reaccionaron a mi cerebro me detuve, abrí mis ojos al mismo tiempo en que sonreía. Me encontraba en el mismo lugar donde por primera vez vi a Eros, ese dios con carácter del demonio, una criatura que había dado un giro de 180° a mi vida.
*Draco*
No puedo negar que me gusto aquellos roces con la sangre sucia, y no me arrepentiría de haberla tocado aunque sea solo por un par de segundos. No debía perder la oportunidad ¿cierto? Había valido la pena, incluso ese golpe y mordida que recibí como castigo a mi impertinencia. No entendí por completo, pero me gusto verla con su cuerpo de regreso. Yo, estaba más que eufórico por el regreso de mi cuerpo varonil. Mas sin embargo, esas extrañas sensaciones que había aprendido a reconocer le pertenecían a Granger, lo sabía... lo extraño era que... estaba en mi cuerpo y no en el de ella. ¿Qué pasaba ahí? Me pregunte al mismo tiempo en que vi salir a la castaña.
Estaba confundido, mi cuerpo había regresado, pero algo sucedida con las emociones. Estaba mareado, incluso no importo que Nyx me mirara llena de preocupación, sus manos acariciaban mis mejillas y me miraba como una madre preocupada por su bebe. Respire un par de veces, cerré mis ojos y quise pensar en alguna explicación a mi estado emocional, pero solo cuando me invadió un sentimiento de nostalgia y alegría, comprendí.
- ¿Eres completamente tú? - pregunto Nyx aun con esa mirada de preocupación sobre mí. Le mire y no comprendí lo que intentaba decirme - dime por favor que eres tu Draco... - el dios se acercó a nosotros y jalo a Nyx de un brazo.
- ¿Por qué le preguntas eso? ¿Hiciste alguna otra estupidez? - su tono de voz fue algo molesto, más sin embargo despertó mi curiosidad. ¿Ella había hecho algo? Pase la mirada de uno a otro, parecía no existir porque me ignoraron completamente.
- No se completó el propósito que tenía con ellos, ¿crees que la maldición termino por completarse? ¡Obvio no! Por eso le pregunto si es él - su voz sonó entrecortada como si quisiera llorar - tu sabes perfectamente cómo funcionan las maldiciones... no se rompen con facilidad... si algo sucede que le interrumpa es claro que habrá consecuencias y un nuevo propósito - se mordió el labio y miro directo a los ojos al dios que parecía un tanto molesto pero también divertido. ¿¡Quién le entendía!? Sujeto raro.
- ¿Cuál era el propósito que tenías pensado? - Nyx sonrió malévola pero después se sonrojo y bajo la mirada nerviosa - ¡Debes estar bromeando! ¿Quieres unirles? - esas últimas palabras resonaron en mi cabeza tan fuerte que termine mareado.
Nada de eso tenía sentido, era absurdo y una gran estupidez. ¿Querían unirme a esa...? ¡No podía ser cierto! Mire el suelo, mis pensamientos nadaban ferozmente en mi mente, era sumamente complicado llegar a una explicación de ¿Por qué me estaba sucediendo eso a mí? Cerré mis manos en puños. Me puse de pie, y camine lejos de ese par que aún seguía discutiendo, no quería escuchar nada más, necesitaba algo de aire fresco. Saque la varita y cambie mis ropas por unas varoniles, mis ojos se clavaron en la varita que yacía sujeta entre mis dedos, era de ella.
No me importo siquiera que Potter o Weasley intentaran frenarme, simplemente salí de la sala de los menesteres con un simple propósito... encontrarme a mí mismo dentro de esa gama de emociones que me rodeaban. Mis pasos eran rápidos pero elegantes, camine sin prestar atención a nada, simplemente quise llegar a ese lugar en que podía pensar, la cabaña oculta en el bosque prohibido. Mi cuerpo me estaba asfixiando, y aun no comprendía la razón.
- Malfoy... - escuche a un costado, esa voz logro detener mi andar. Levante la mirada y la vi de pie frente a una flor. Nuestras miradas se encontraron y no quisieron desviarse bajo ninguna circunstancia. Esos ojos cafés provocaron un delicioso escalofrió en mi cuerpo.
- ¿Qué estás haciendo aquí? - pregunte después de un largo silencio. Ella desvió su mirada y eso me incomodo, quería seguir sintiendo ese calor agradable que provocaban esos ojos en mí.
- Vine a recordar el inicio de mi pesadilla, intento encontrar una explicación a lo que está sucediéndome - sonrió tristemente al mismo tiempo en que sus dedos tocaban los pétalos de aquella flor que comenzaba a marchitarse - quiero volver a la normalidad... seguir siendo Hermione Granger, anhelo dejar de sentirme extraña, no quiero más dudas y deseo imperiosamente... -
Mientras ella hablaba, algo en mi interior prácticamente me obligo a acercarme hasta donde se encontraba, deteniéndome a  tan solo unos centímetros. La mire, y no comprendí por que se veía diferente, ¿Por qué ya no me irritaba con solo verla? ¿Por qué? La nostalgia y tristeza lleno mi ser, eso no era mío... me era ajeno pero al mismo tiempo era conocido. Granger no término de hablar, simplemente me miro a los ojos. Esos ojos parecían cuestionarme, pero a solo unos segundos me sentí atraído por ellos. Gran cantidad de emociones me llenaron, entre ellas un nerviosismo y ansia, fue entonces que logre aclarar mi mente. Rodee su cuerpo con mis brazos y capture sus labios con los míos. Era ella, la sentía solo a ella... sus emociones se encontraban en mi cuerpo.

Mi pesadilla🔥😈Where stories live. Discover now