Extras Pecados Placenteros (Eliminados)

Fanfic Segunda Generación

Eva: Se me ocurrió un fanfic con la segunda generación, ¿Qué si estoy loca? Probablemente, pero este tipo de relatos me relajan y amo compartirlos con ustedes.

El Baile

El baile final de otoño había llegado a Londres y desde la ventana del comando Amelie observaba al moreno que estiraba los brazos en el campo de entrenamiento; «Harry Smitch», el americano con raíces boricuas era todo lo que estaba bien en el comando y todas las chicas lo sabían.

1.83 de estatura, cabello negro, barba leve y dientes perfectos.

—¿Necesitas un babero? —le preguntó Owen su desde escritorio.

—Hoy es el día y no tengo con quien ir al baile —se quejó ella— Me pregunto qué he hecho para merecer esto...

—¿Quieres ir conmigo? —le preguntó Junior Gauna y ella lo hizo a un lado tomándose la oficina de su primo.

—Me dejaré de bobadas y daré el primer paso ...

Se encaminó a la puerta practicando la pregunta.

¿Harry, quieres ir conmigo?

¿Harry, quieres ser mi pareja?

Harry, me vas a llevar al baile, ¿Si o no?

Es que ir del brazo de Harry era el sueño de todas, él era amable, lindo, sexy... Amelie apretó el paso yendo al campo de entrenamiento dispuesta a todo, se acomodó los pechos. El pie de la escalera apareció y desde lo alto vio salir a su prima arreglándose el cabello...

Harry también era el sueño de Milenka, ¿De quién no lo era? La cadete sabía que el moreno también moría por ella, solo que se acojonaba con su belleza y por eso no se lo decía.

La pelinegra de 18 siguió caminando, él seguía haciendo ejercicios y ella avanzó segura hasta que...

—¡Milenka! —le gritaron y volteo rodando los ojos al ver a la rubia que intentaba alcanzarla.

Amelie era un martirio y la odiaba, ya que el comando estaba dividido entre Milenka y su prima. Era su única competencia si de belleza y habilidades se trataba.

—Irá conmigo —advirtió la rubia y la pelinegra le sacó los dos dedos del medio antes de apretar el paso al sitio de Harry.

Amelie detestaba que hiciera eso. La caminata de Milenka se convirtió en trote y la rubia corrió derribandola en el piso. Estaba tan enceguecida por Harry que no analizó el perímetro y terminó con su prima en un charco de lodo.

—¡No te metas en esto!  —Milenka se volteó hundiéndola en el barro y empezaron a forcejear.

Nunca estaban de acuerdo con nada y era normal verlas pelear dos o tres veces al día. Owen las observaba desde la ventana y Damon se unió a él con los brazos cruzados.

—¿Todo eso por un baile? —comentó el italiano mientras se revolcaban.

—Ajá  —el hermano de Milenka arrugó las cejas con el desastre— Estoy pensando en no ir, ambas me dan pena ajena.

A Damon le causó risa el comentario y ambos se adentraron en la oficina a seguir con sus tareas.

—¡Se está yendo!  —dijo Amelie y Milenka se levantó rápido, pero Harry ya iba demasiado lejos y ella estaba llena de barro como para correr tras él.

—¡Lo arruinaste, estupida!  —regañó a su prima y esta se le burló.

—La nenita de papá va a llorar.