Capítulo 48.

2.7K 114 36
                                    

CAPÍTULO 48.

LAYLA.

Ya era de noche, el frío que se sentía era enorme. Trato de abrazarme a mí misma para poder entrar en calor.

En ese momento entra Maycol.

—Hola mi gatita, ya vistes mi sorpresa.

—Vete —no me molestes.

—Eres malagradecida, solo vine a decirte que Landon tuvo una pequeña emboscada.

—¿que?

—Piensas que él se liberaría de mí, está muy equivocado, quizás mis hombres ya pronto traigan a él, espero con vida porque yo mismo quiero asesinarlo.

—Eres un desgraciado. —Contraataco. —Como pude me incorporé.

—No vas a lastimar a Landon, me oyes, no a él.

—Aún sigues preocupada mi gata salvaje por él, solo vine a avisarte aquello.

Sale de la habitación. —Sonriendo maliciosamente.

Estaba muy preocupada, si algo le sucedería no me lo perdonaría nunca, por favor Dios te lo ruego protege a Landon de ese tipo. Mis lágrimas caen por mi rostro. Landon, no te puedo perder, puedo vivir lejos de tu lado, pero el saber que nunca más te volviera a ver es agobiante.

Jayden estaba dormido.

—No llores—menciona.

Me sorprende que esté despierto, trato de limpiar mis lágrimas.

—Pero es que...

—Ya lo sé, escucha tu saldrás de esta, me entiendes serás feliz al lado del hombre que amas. —Limpia mis lágrimas.

—Tienes frío —Lo observo y me da esa tranquilidad, me brinda una sonrisa.

—Un poco. —Respondo.

Se queda observándome, comienza a sacar su casaca y me la entrega.

No la recibo, me quedo observándola.

—Utilízalo estaré bien.

Vuelve a entregarme. Lo acepto y me lo coloco. Me da una media sonrisa.

—Ahora descansa.

Quisiera decir que quería dormir, pero mi temor a que Maycol regresara y vuelva abrir esa puerta me aterra, rogaba que Landon se encontrará bien.

—Duerme —menciona otra vez Jayden.

—No puedo dormir.

—Mientras esté aquí no permitiré que Maycol intente lastimarte, ahora descansa, llevas días seguro que no has podido conciliar el sueño, necesitas recuperar fuerzas.

Trato de cerrar mis ojos, pienso en mi familia, los recuerdos de mi infancia eran muy hermosos. Al menos nadie te puede prohibir de tus sueños que son personales.

MARGARET.

Estoy en la clínica.

—Señora el señor Harris despertó.

—Se ha despertado mi esposo. — Respondo asombrada.

—Mi amigo despertó, que buenas noticias.

Veo que timbra el móvil del señor Lewin.

—Un momento por favor.

Estaba muy feliz que mi esposo Harris ya a despertado, luego de unos minutos, veo a Lewin.

LANDON , LA MANZANA PROHIBIDA.Where stories live. Discover now