LANDON , LA MANZANA PROHIBIDA.

Capítulo33.

LANDON.

Imposible de que quiere que piense Brandon, todo ha quedado claro para Layla fui un simple juego.

Salgo y me voy a mi departamento.

Me sorprende que Denis se encuentre en la puerta.

—Para que has venido —Espeto, ella me observa.

—Amor, has estado ocupado últimamente, mira he estado preparando todas las decoraciones para nuestra boda, mira el vestido de nuestra boda te gusta.

Me está mostrando, pero no lo observo.

—Ahora estoy un poco cansado Denis, hablamos de eso más tarde. —Repliqué malhumorado.

—Ayer, también me dijiste lo mismo. Yo puedo sacar el estrés que tienes—Se acerca y besa mis labios, no le correspondo.

—Está bien, entonces mañana puedes acompañarme a la tienda para ver nuestros anillos y también el vestido.

—Estoy ocupado.

—Mis padres desean que vaya contigo, por favor Landon, si amor.

Miro a Denis, total ya no me importa si nos casamos, de que sirve pensar en Layla quién tomó la decisión de apartarse de mí.

—Está bien.

—Gracias amor te dejo descansar.

Al día siguiente me voy a la mansión, se acerca mi nana Susan.

—Buenos días.

—Buenos días, mi niño ayer quería que habláramos sobre algo. —Me respondió un poco preocupada.

—¿Que sucede?

—Veras Layla no ha venido y no está en casa, en su trabajo tampoco está, la señora Margaret habló con la señora Martha.

Observo a mi nana, entonces Layla no ha venido a casa, debí suponerlo.

—Nana no deberías de preocuparte, seguro está disfrutando de la compañía de ese hombre.

—! ¿Que ?!Lo has visto.

—Si nana. —Repuse un poco molesto —Ahora tengo que hacer unas cosas importantes, no deberías de preocuparte.

Estoy en mi habitación. Por lo visto Layla, no te importa lastimar a las personas que quieres, tomaste esa decisión, bien no me importa lo que hagas con tu vida.

Estaba molesto con mi persona por más que me negaba a pensar en ella era inútil.

Tocan la puerta.

—Adelante.

—Amor llegaste. —Me sonríe, se acerca y me besa. Me toma por sorpresa.

La observo y veo que está utilizando un vestido muy hermoso. Ese vestido es de Layla, ya que el estilo de sus vestidos de Denis lo conozco muy bien.

—¿Te gusta?

—¿Y ese vestido de donde lo sacaste?

—Me lo he comprado, ocurre algo, está feo el diseño.

—Es hermoso, pero jamás pensé que te gustaría este diseño.

—Ya ves que sí, gracias mi amor, mis padres están en casa vamos a recogerlos.

—Está bien.

Salgo con ella, en la sala está la madre de Layla y mi nana.
Los miro y estoy por salir cuando escucho a la madre de Layla.