LANDON , LA MANZANA PROHIBIDA.

Capítulo 35.

LAYLA.

Ya amaneció. Lucy me trae nueva ropa.

Me la coloco.

—Ya llegó. —Le pregunto.

—Sí, la espera en el comedor.

—Solo espero que no se sobrepase, porque si no tendré que defenderme.

—No está sola, le ayudaré.

Me acerco al comedor, y ahí está definitivamente parado mirándome.

—Espero que ya no sigas molesta.

—Buenos días —Le respondo con una sonrisa.

Está que me sonríe.

—Piensas que soy idiota, porque ahora estás de buen humor.

—He pensado bien las cosas y creo que es mejor que me acostumbre a esto.

—Espera estás diciendo que ya no te opondrás.

—Exacto, creo que es inútil lidiar contigo.

—Vaya, vaya.

—Por favor Lucy, sirve el desayuno —. Le menciono.

—Si señorita.

Maycol me sigue observando, pruebo un bocado sonriéndole como una tonta, pero si este es el precio que tengo que pagar para ser libre, lo haré.

—Por cierto, ¿Adónde fuiste ayer? —Le pregunto.

—Quieres saber a donde he ido.

Le observo, —Te responderé esa inquietud que tienes, fui a casa y sabes qué.

Veo que me enseña algo.

—Lucy. —Menciona muy fuerte.

—Sí señor.

—Entrégale.

Se acerca Lucy con una mirada preocupada, tampoco entiende que hay en ese sobre.

—Qué es esto -—le interrumpo.

—Ábrelo, un pequeño regalito.

Lo tengo el sobre, pero no entiendo el motivo de porqué desea que lo abra. Opto por mejor no abrirlo.

—Deseo abrirlo en otro momento, no quiero arruinar este lindo momento que estoy contigo. —Le menciono.

Me sonríe, pero siento su mirada puesta en mí, durante todo el desayuno, se ha quedado observándome.

—Te ves muy hermosa comiendo.

Su pregunta me sorprende de cierta forma.

—No has probado bocado. —Le menciono.

—Es mejor verte y apreciar tu hermosura.

Después de desayunar.

—Quieres salir conmigo.

—Claro. —Agrego.

Se acerca, eres tan hermosa, me agarra de la mano.

Su tacto de cierta forma me sorprende, inmediatamente trato de apartar mi mano, seguro nota mi incomodidad, así que prefiero que no piense en ello.

—Vamos le menciono con una sonrisa.

—Me sorprende que seas amable conmigo.

—Es que me he comportado como una niña, disculpa mi comportamiento.

—No hay de que hermosa. Dijiste que me acompañarías a un sitio verdad, te gustaría presenciar mi show.

No tengo idea de que quiere mostrarme.