LANDON , LA MANZANA PROHIBIDA.

Capítulo5.

Al dirigirme por el corredor, llegué a la puerta de la habitación de mi hermano. Me paré un momento, estaba nerviosa. Hazlo, no seas cobarde Layla, además tú no has hecho nada malo, no deberías porqué estar avergonzada. Me repetía en mi mente. Tomé un poco de aire.

Toqué varias veces y llamé su nombre, pero no respondía. La puerta estaba semiabierta, por lo que tuve que entrar.

Al entrar a la habitación estaba muy oscuro, me acerqué a la cama, pero no estaba.

Escuché atrás mío la voz de Landon, mi cuerpo estaba inmóvil.

- ¿Qué haces en mi habitación?

Era mi hermano, al darme la vuelta pude visualizarlo, lo que me sorprendió es que se encontraba con su torso desnudo, que envolvía una toalla alrededor de su cintura, podía apreciar sus abdominales y su cuerpo tonificado, tenía una piel muy hermosa, era pálida. Cuando levanté mi mirada, mi hermano seguía mirándome fijamente con sus hermosos ojos azules, yo bajo la mirada avergonzada y le respondo, -Discúlpame por entrar a tu habitación, me doy la vuelta inmediatamente, era la primera vez que he observado el cuerpo de un hombre, nunca lo había visto a mi hermano con el torso desnudo, cuando éramos adolescentes teníamos la piscina trasera, pero yo nunca aprendí a nadar por lo que no solía utilizarlo. Con Rain, nunca me había encontrado en una situación embarazosa como esta.

-Entré porque nuestro padre quiere que llegues temprano a la empresa.

Él me voltea. - Solo entraste a mencionarse esto.

Él se acerca y me empujó a la cama, podía sentir su aroma. Me mira fijamente, acerca su rostro, cuando supe su intención que quería besar mis labios.

Yo trato de moverlo con mi cuerpo, era inútil.

- Landon no, apártate.

Trato de esquivarlo, no quería que vuelva a besarme porque de hecho me hace sentir incómoda. Las lágrimas de mis ojos salieron, Landon se apartó de mi lado y me respondió: -Te odio.

Me levanto inmediatamente, él está mirando fijamente.

- ¿Acaso sientes asco de mí?

Su pregunta me tomo de sorpresa, como puede pensar eso.

-Yo..., no es lo que piensas— Le respondo.

-Ya deja de fingir Layla así que mejor sal de mi habitación, no quiero verte.

Me miraba con el ceño fruncido, no entendía el porqué de su carácter frío hacia mí, sus frías palabras que salían de sus labios me lastimaban.