Capítulo 21

5K 294 20
                                    

Cuando me taparon la boca, sentí mis piernas debilitarse de hecho esa voz es muy conocida. Trato de moverme.

—Te soltaré, tranquila Layla.

Cuando me suelta, volteo y veo a Maycol.

—¿Pero qué haces? Maycol, eres tú cierto.

Bueno lo reconocí por el rostro, él era un poco gordito en ese tiempo, pero sus facciones de su rostro es el mismo. Ahora está más delgado, seguro hizo ejercicios o se operó.

El cabello rubio, los ojos verdes, y la piel pálida.

—Claro que soy el mismo.

—No has cambiado Layla, sigues siendo aún más hermosa de la última vez que te deje.

—Porqué has venido, sabía que estabas en el extranjero.

—Si mi estúpido padre, me mandó lejos, pero como vez ahora estoy de vuelta, ahora no hay nada que me impida estar contigo.

—¿Que?, entiende Maycol, nunca me has gustado.

—Eso, no es problema, he venido a que cumplas tu palabra.

—¿De qué me hablas?

—Ahora si te haces la que no te acuerdas. He venido a cumplir con mi promesa, de convertirte en mi esposa.

—¡¿Que?!

—Escúchame, Maycol, eso lo mencioné cuando apenas tenía 18 años, solo lo dije para que dejes de molestarme.

—Para mí no ha sido un juego Layla , lo hubieses dicho o no , tú serás mía me entiendes .

—No Maycol, yo no te amo, jamás me casaré contigo, entiende no hay nada que me guste de ti.

—¡Ya basta! Layla, siempre me has rechazado porqué, dímelo. Hemos sido compañeros de aula.

—Sí, fuimos compañeros.

—Yo sé que te gusto, porque cuando hacíamos los trabajos juntos, me sonreías, pero luego tú te alejaste de mí.

—Porque sabía tus intenciones, tu querías más que ser amigos, y yo no sentía eso por ti.

—Mientes, tú me sonreías.

—El hecho de que sea amable contigo no quiere decir que me gustes.

—¡Ya cállate!,Layla, tantos años estuve esperando el momento en que aceptaras salir conmigo, pero no. Me enteré que tuviste al idiota de Rain como tu novio, que le viste a ese tipo.

—Ya no estoy con él.

—Eso me alegra, porque quieras o no, tú y yo nos casaremos.

—No Maycol, jamás, ahora déjame en paz.

—Si no es a las buenas, será a las malas, tu eres mía, solo mía.

Maycol se acerca y trata de besarme.

Yo giro mi rostro, de hecho, tengo asco.

—Suéltame, Maycol .

—No lo haré, total yo no tengo nada que perder, al fin serás mía.

Con mi brazo, logro, darle un fuerte golpe en su entrepierna.

—¡Jamás vuelvas a tocarme!

—Toda una fiera como me gusta.

—¡Vete!, largo de mi casa.

—Prefieres estar en esta pocilga, ven conmigo, te daré todos los lujos que quieras, vivirás como una princesa.

LANDON , LA MANZANA PROHIBIDA.Dove le storie prendono vita. Scoprilo ora