Chi è quella bella donna? | ❝¿Quién es esa bella mujer?❞
El amor es engañoso, fantasioso y manipulador.
En un pequeño establo de madera en pueblo de la ciudad de Firenze, un hombre el cual oculta su rostro bajo un velo, es conocido por retratar la b...
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A Taehyung nunca le agradó suplicar.
Al igual que todo ser humano, existía una que otra cosa la cual anhelaba profundamente, como aquel carruaje de madera que alguna vez vio en una tienda cuando era un niño, mismo que sus padres le negaron después de habérselo pedido por unos cuantos días.
Era fiel creyente de que las personas obtenían todo lo que se merecían, ni más, ni menos. Veía el acto de rogar como una acción balurde, en su mayoría, venía de la mano con pedir perdón, no tenía experiencias buenas con ninguna de ellas.
Aquello, sólo ponía en evidencia que quien imploraba esto, no era merecedor de recibirlo al haber actuado de manera errónea.
Sin embargo, existían excepciones.
— Jungkook, ábreme. Por favor.
La puerta del establo se vio golpeada en repetidas ocasiones por sus delgados dedos, estaba atrancada, llevaba parado allí hace algunos minutos y sus pies empezaban a doler, más por haber llegado a la vivienda del menor sin ningún tipo de transporte más que sus piernas. Nunca vio como opción movilizarse en carruaje por el pueblo, pensaba que llamaba mucho la atención y los caballos de la familia estaban ocupados, les tocaba aseo y cambio de herraduras.
No quería esperar más para encarar al pintor. Era ahora o nunca.
Después de una noche sin haber dormido, esa tarde había despertado con toda la voluntad de ver a Notte, puesto a que fue lo primero que se le vino a la cabeza en el momento de abrir sus ojos, aunque también era quien ocupaba gran parte de sus pensamientos, sus palabras y su actuar, todo un lío de emociones y saberes.
La ropa que llevaba usando desde hace unos días se vio despojada de su cuerpo en un abrir y cerrar de ojos, el baño de su habitación de igual manera cuando entró a la tina de madera que contenía agua caliente, sonrió con satisfacción cuando sintió el agua correr por sus extremidades. Era reconfortante, más cuando la tristeza no le había permitido levantarse de la cama.
Entre un estado dubitativo y alegre, terminó almorzando con rapidez, realmente quería llegar a con el pintor lo más pronto posible. Su familia le veía con extrañeza ante la vaga excusa de que tendría que reunirse con un par de amigos que estaban en el mismo campo laboral que él.
Taehyung no tenía amigos, sólo Yoongi quien ni si quiera se encontraba en Firenze aún.
Después de una caminata donde le permitió ensayar lo que quería expresar, llegó hasta el lugar donde afirmaba que era su lugar seguro, pero que, al abandonarlo, ya no tenía certeza de poder llamarlo suyo.
— Te dije que estoy ocupado.
Talló sus ojos con sus palmas, evitando que un par de lágrimas rebeldes salieran a arruinar su fachada de hombre fuerte, pero en realidad tenía miedo, pánico a sus sentimientos y nadie podía juzgarle. Sabe que ha estado actuando de manera inmadura y patética.
