trentadue

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Quedarse iba a ser una realidad muy complicada

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Quedarse iba a ser una realidad muy complicada.

Sólo es un simple e infeliz joven que ahora tiene un conflicto consigo mismo, con sus sentimientos y el temor que le arrulla incluso en el día, un hombre preso del miedo ante el mañana con una compañía que le estaba logrando tranquilizar.

Huir no era la respuesta correcta a sus problemas, crearía más y se vería enredado entre las redes de engaños que ha estado construyendo desde su llegada a Firenze. Estaba siendo un completo cobarde, algo lo cual hería su orgullo severamente, pero era el mismo que les pedía a gritos que dejara de pensar estupideces, tomara el tiempo que gastaba pensando para irse por donde el sol se esconde y no volver más.

Llegaba al punto de querer golpearse lo contradictorio que era, se sentía en medio de un caótico desastre del cual no será tan fácil de salir o afrontar.

En la balanza, el miedo estaba siendo olvidado por su amor hacia Taehyung, quien aún no entiende cómo está logrando que su nombre se pinte frente a él, robándole suspiros y sueños, con momentos juntos, como el de ahora.

Sus bocas se movían con ligereza mientras sus ojos se mantenían cerrados, sintió las manos del mayor adueñarse de su mandíbula y cuello, tomando sutilmente la tela de su rostro entre sus dedos. Rodeaba la cintura contraria con sus brazos, usando un poco de fuerza por las sensaciones de satisfacción que experimentaba apenas entró al despacho, una grata bienvenida después de haber estado pintando a la hija menor de la familia.

— Te extrañé — soltó de repente el castaño, después de separarse, con una sonrisa similar a las fresas dulces y rojas —. Le estoy hablando a tus labios.

Jungkook optó por no responder nada más, sólo se acercó un poco para unirse en otro corto beso con una sonrisa pequeña, prefería mantenerse callado, por lo menos, mientras estaba con Tae. Le servía para distraerse de sus pensamientos invasivos.

— Ven, aunque quiera, no puedo pagarte por esto. De verdad necesito tu ayuda.

Sus manos se vieron entrelazadas para encaminarse hacia la mesa de trabajo, el pelinegro pudo deshacerse de su velo para arrojarlo en un sillón cualquiera. Junto al asiento que usaba el contrario, se encontraba uno más pequeño, lugar donde se sentó después de un par indicaciones.

— ¿Sabes sumar y repartir? — el menor asintió y vio un par de hojas, muchas de ellas, frente suyo donde muchos números se observaban —. Primero necesito sacar cuentas de los gastos que he tenido en los viñedos estos últimos meses, estoy un poco atrasado y no quiero que me vean la cara de estúpido como en Grecia.

— Pero no entiendo lo que dice — señaló los encabezados de las listas.

— Son otros idiomas, pero los números son los mismos — su boca se abrió con asombro, viendo cómo Taehyung escribía rápidamente, después de haber tomado su pluma de caña, el significado de las palabras que no entendía.

Bella Mujer. | kth | jjk |Donde viven las historias. Descúbrelo ahora