Capítulo 5

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A la mañana siguiente me levanté temprano como de costumbre. Me bañé y vestí. Bajé las escaleras pensando que haría para desayunar, pero mi sorpresa fue ver a los chicos comiendo Hot Cakes y tomando café.

— Bueno días chicos — saludé.

— ¡Hola Hermione! — dijo Blaise.

— Buenos días Hermione — dijo Fred con una sonrisa.

— ¿Cómo dormiste? — me preguntó mi primo.

— Espléndidamente — respondí, recordando las palabras que me había dicho Draco.

— Que bien — dijo Draco riendo al entender la nota de sarcasmo en mi voz.

— Me alegro — dijo mi primo con una gran sonrisa.

— ¿Quieres comer? — me preguntó Fred levantándose — te traigo tu plato.

— ¡Oh! No, no, no — dije deteniéndolo — no tengo hambre.

— Bueno — respondió él con una sonrisa y se volvió a sentar.

— Harry ¿ya le dijiste a Hermione? — escuché como le dijo Blaise a mi primo. Yo volteé extrañada — Hermione, hoy los cuatro tenemos que salir por unos asunto de la casa y esas cosas — dijo intentándome explicar.

— ¿No te importa quedarte sola todo el día? — me preguntó mi primo con expresión paternal.

— Tranquilo, no hay problema — sonreí despreocupadamente.

— Gracias por entender, Hermione — dijo Fred. Yo asentí.

— Bueno vámonos, que perderemos la reunión — dijo Draco parándose y recogiéndolo su plato, dejándolo en la cocina.

— Sí, tienes razón — dijo Harry. Se acercó a mí — cuídate y cualquier cosa me llamas ¿okay?

— Claro, Harry — dije y le di un beso en la mejilla — cuídate.

— Vamos chicos — gritó Blaise desde la puerta.

— Ya voy — respondió mi primo.

— Vayan subiendo, yo me tengo que lavar los dientes — dijo Draco.

— Está bien. Adiós Hermione — dijo Blaise.

— Que les vaya bien — dije desde la cocina y vi como salían de la casa. Pasé por un espejo y noté pequeñas ojeras alrededor de mis ojos. No estaba durmiendo bien. Todavía era temprano, así que decidir tomar una pequeña siesta.

— Draco, iré a dormir, ¿sí? — él salía del baño de la planta baja — que te vaya bien — dije por ultimo subiendo las escaleras.

— Gracias — dijo desde el baño.

Subí a mi habitación y cerré la puerta. Fui a mi cama acostándome en ella. Estaba a punto de dormirme, cuando sentí como mi cama se hundía y como una mano tocaba mi pierna. Volteé rápidamente y me encontré con Draco.

— ¡Draco! ¡¿Qué haces?! — dije asustada. Él solo me sonrió. Se colocó encima mío, agarrándome fuerte de la cadera para que no me levantara, acercó sus labios a los míos y comenzó a besarme apasionadamente.

Sentí como su lengua entraba a mi boca y la recorría completamente. Su otra mano comenzó a bajar por mi pierna y sus besos fueron a mi cuello. Yo me mordía el labio intentando no gemir, pero era un placer tan grande, no lo podía evitar.

— Draco — gemí su nombre a lo que provocó que él tomara mi seno con su mano y lo estrujara — Draco... suéltame — dije entre suspiros. Él solo besaba mi cuello — Draco — volví a decir y rogué porque mi voz sonara decidida. Él se detuvo y levantó la cabeza para verme. Presionó mi seno con una mano y con la otra mi trasero — de...de...detente... Draco — dije sonrojada.

Él sonrió — ¿segura que quieres que me detenga? — dijo con voz ronca y con eso ojos mercurio, oscuros por el deseo. No sé por qué pero no dije nada. La verdad... esas sensaciones eras inexplicables. Sentía mucho calor, lo que me estaba haciendo Draco era maravilloso — eso pensé — dijo con una risita leve.

Volvió a besarme y comenzó a sacarme el vestido lentamente rosando cada parte de mi piel. Lo bajó hasta mi abdomen, vio mi sostén y comenzó a besar mis pechos por encima del sostén. Yo lanzaba pequeños gemidos, casi inaudibles.

— ¿Hay algo que me quieras decir, Hermione? — me dijo sonriendo y mordiéndose el labio. Yo no me atrevía a decirlo — vamos, dilo — dijo él asintiendo. Acercó su boca a mi oído y dijo sensualmente — sabes que quieres.

No sabía qué hacer. Tenía vergüenza. Era verdad, lo que estaba haciendo con Draco no estaba bien... pero era difícil pensar teniendo a alguien como Draco acariciando tu pierna sensualmente y dándote pequeños besitos húmedos en el oído.

— D...Draco — dije bajo.

— ¿Ajá? — siguió él, mirándome con una sonrisa pícara.

— Haz... haz... — no era capaz de decirlo mirando su rostro, así que volteé mi rostro — hazme tuya — al fin completé.

— Sabía que no te resistirías — dijo él con una sonrisa.

Empezó a besar mi cuello, muy lentamente. Su mano fue a mi sostén y me lo quitó rápidamente. Comenzó a darle pequeños besos a cada uno y yo lanzaba pequeños gemidos. Su mano fue a mi feminidad y con un dedo tocó mi clítoris.

Eso fue... espectacular.

Yo inmediatamente solté un gran gemido.

Me senté exaltada en la cama. Miré a mí alrededor y vi el cuarto vacío. Toqué mi frente y me di cuenta que estaba sudando. Vi mi vestido y estaba perfectamente puesto. ¿Esto me estaba pasando de verdad? ¿acababa de soñar con Draco?

Me encontraba en un shock hasta que me levanté y bajé rápidamente hacia la primera planta. Exploré la casa y no había nadie. Los chicos ya se habían ido pero... entonces ¿fue un sueño lo que tuve?

Mientras caminaba sentía húmedas mis bragas, y recordaba todo lo que había soñado: Draco tocándome, besándome, dándome...placer.

Saqué ese pensamiento de mi mente. ¿Pero qué me pasaba?. Me senté en el sofá sin poder creer lo que había soñado. Jamás había tenido un sueño como ese... no era normal en mí...

¿Qué me había hecho Draco?

El placer de tu inocencia [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora