Capítulo 21

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Yo guie mis manos hacia sus brazos, los quité de mí y luego me volteé. Draco se alejó un poco de mí y se sentó en la cama:

— ¿Qué pasa? — preguntó como si nada.

— ¿Cómo... cómo que qué pasa? — elevé la voz mientras me levantaba de la cama. Me sentí furiosa en ese momento. Draco se paró, lo miraba con un gesto un poco dramático en mi rostro.

Él sonrió levemente y comenzó a caminar hacia mí — porqué te pones así, ¿eh? — Di unos pasos hacia atrás y no le respondí. Llegó enfrente mío y se pegó a mí — ¿me vas a decir que no quieres hacerlo de nuevo? — se humedeció los labios.

¿Qué si quería eso? ¡Dios, sí! verlo ahí dispuesto... no sabía qué hacer, pero tampoco sabía qué me paraba.

No. Sí lo sabía.

Yo quería a Draco, y que solo le atrajera sexualmente dolía. No quería ser un juguete; pero una cosa es lo que dice la mente y otra lo que dice el cuerpo, y mi cuerpo recibió un escalofrío y se sonrojó.

— Pues... eso... eso... — retrocedí aún más alejándome de él. Topé con la pared — no tengo por qué responderte...

— ¿Ah no? — sonrió y se acercó más — yo creo que sí tienes que... — me tomó de la cintura y me pegó a él. Yo sólo lo miraba fijamente mientras él me acorralaba en la pared. Me sonrió y acercó sus labios a mi oído — quiero hacerte mía otra vez, Hermione...

— Pero... — me quedé callada.

Retrocedió para verme — vamos. ¿Me vas a negar que tienes ganas? — tenía una gran sonrisa. No dije nada — Sabes perfectamente que también quieres... — subió su mano recorriendo todo mi cuerpo hasta parar en mi pecho. Lo apretó delicadamente, me tragué un gemido. Comenzó a besarme lentamente, parecía un baile sensual y hacía que me rindiera a él. Su lengua no tardó en apoderarse de mi boca. Me pegó más a la pared, puso su mano sobre las tiras de mi camisón y la prenda bajó inmediatamente. Me quedé en ropa interior.

Toda protesta había quedado atrás.

Se separó de mí y me observó de pies a cabeza — me fascina como te ves así — se mordió el labio y se quitó su camiseta. No pude resistirme y puse mi mano en su pecho. Draco parecía un poco sorprendido... y muy contento respecto a que yo lo tocara. Le di un pequeño beso en el pecho, luego otro, otro y otro. Lo acariciaba con mi mano. Draco lanzaba pequeños suspiros y sentí como su mano iba desabrochando mi sostén.

Comencé a subir y deposité besos húmedos en su cuello. Sabia delicioso, me sentía poderosa al escucharlo.

Era magnifico, y mejor aún saber que yo provocaba eso.

— Me vas a matar — su voz sonaba ronca. Ahuecó mi rostro con sus manos y me miró directamente a los ojos, esos hermosos ojos color mercurio, que ahora por el placer estaban más oscuros de lo normal. Fue acercándose, me dio un pequeño beso, solo un roce de nuestros labios. Fue aumentando la presión, hasta que sentí su lengua penetrar mi boca.

Draco me tomó de las caderas y comenzó a recostarme en el suelo. Besó mis senos delicadamente, tragué un gemido y le dio un suave lametón a mi pezón. Me mordí el labio, comenzó a rodar mi pezón, aguanté un grito e hizo el mismo trabajo con mi otro pecho.

Me mordía los pezones mientras acariciaba mi abdomen lentamente, yo no podía aguantar más. Guie mis manos a su pantalón y lo desabroché; él dejó de besarme y me sonrió, se bajó él mismo el pantalón quedando sólo en bóxer, que en realidad no hacía nada para disimular su gran erección.

Se acercó a mí y comenzó a besarme el cuello, su mano masajeaba mi seno y giraba mi pezón de un lado a otro. Puse mi dedo en mi boca y lo mordí para evitar hacer algún ruido, él llevó su mano a mi feminidad y empezó a tocarla sobre mis bragas rápidamente.

El placer de tu inocencia [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora