Capítulo 10

747 74 4
                                    


— Me encanta cuando te mojas por mi toque... no sabes lo mucho que me fascina llenarme de placer contigo — creo que me debería haber sentido ofendida, pero en realidad sus palabras solo sirvieron para excitarme más —- algún día será otra cosa lo que te acaricie, Hermione — se humedeció los labios de nuevo y se dirigió a mi oído — y te gustará aún más — retrocedió y me miró — bajaré con los demás ¿sí? —me sonrió. ¿Cómo era posible que esté tan tranquilo?, sí que sabía disimular.

— Es... está bien — estaba sonrojada y con mis brazos enfrente de mis pechos. Mis manos un poco juntas.

— Te espero abajo, linda — me besó y mordió mi labio inferior seductoramente. Luego se separó y salió del baño sonrientemente.

Me senté en la silla del baño unos segundos y luego salí. Me dirigí a mi habitación y entré. Me cambié lo más rápido que pude.

Ya era tan normal en mí las caricias de Draco que... simplemente... no me resistía cuando me lo pedía. Soportar que un chico tan lindo te toque y te desee durante todo un mes, no es nada fácil... y menos cuando se trata de él... sólo espero poder soportar lo suficiente para no caer del todo en su juego. Ya que aún me rehusó a acostarme con él... podría acariciarme, pero jamás me tendrá.

Nunca por completo.

Bajé con los chicos y los saludé — Buenos días — sonreí.

— Hola, Hermione — dijeron los cuatro sonrientes.

— Oye Herms — dijo mi primo caminando hacía a mí.

— ¿Si? — respondí.

— Quiero hablar contigo — ¿por qué esto me sonaba a algo malo?

— ¿De... de qué? — ¿pasaba algo malo?

— Ven, vamos a comer, ¿sí? — me sonrió y miro a todos — Solos.

— Bueno, ni que quisiera comer contigo — respondió Fred con un todo de dolor. Todos reímos.

— Está bien, sólo déjame ir por mi bolso ¿sí? — Besé su mejilla.

— Claro, te espero — respondió mi primo.

Subí a mi habitación para tomar mi bolso. Entré y lo tomé. Iba un poco nerviosa... ¿qué querrá hablar mi primo conmigo?... ¿acaso Harry ya se dio cuenta de lo que ocurre con Draco?

Que no sea eso, por favor.

Salí de mi cuarto, y en el pasillo hacia las gradas me encontré a Draco.

— ¿Nerviosa? — me dijo. Estaba recostado sobre la pared.

— Un poco — dije volteando a verlo.

— No te pongas así. Él no sospecha nada — dijo riendo levemente. Se paró rectamente y dio unos pasos acercándose a mí — no podría sospechar nada; no tiene ninguna prueba.

— Si... es... es cierto... tal vez sólo quiere hablar de asuntos familiares — dije ya más tranquila.

— Exacto. Pero qué inteligente eres... — me tomó de la cintura — hermosa, sexy e inteligente — se acercó a mis labios, pero se desvió besando mi mejilla — bueno. Que te vaya bien, linda — se acercó a mi oído — no estés nerviosa ¿sí? — retrocedió para mirarme y me sonrió.

— Esta bien — sonreí levemente — vamos.

— Claro — respondió alegremente. Draco entro a su cuarto, cuando estuve tranquila completamente.

— Bien. Estoy lista — terminé de bajar — ¿nos vamos, Harry? — dije sonrientemente.

— Claro, vamos — abrió la puerta — nos vemos más tarde, chicos.

— Está bien — dijo Blaise.

— Adiós — Sonrió Fred.

— Bueno, adiós — sonreí.

Harry y yo salimos de la casa y nos subimos a la camioneta. Él me llevó a un lindo restaurante para poder desayunar.

Llegamos, nos bajamos y entramos. Nos sentamos en una mesa para pedir la comida, llegó el mesero y nosotros la ordenamos. Él anotó todo y luego se retiró:

— Dime Harry ¿de qué quieres hablar? — dije con una sonrisa.

— Hermione — dijo seriamente. Eso no era una buena señal. Harry nunca utilizaba ese tono, especialmente conmigo.

— ¿Sí? — dije un poco nerviosa.

— Recibí una carta de mi tío... — de papá.

— ¡Oh! ¿En serio? — sonreí. Hace algún tiempo que no sé mucho de ellos. Me alegró mucho que me hubieran enviado una carta.

La tomé extrañada por su reacción. La saqué del sobre y la extendí. Comencé a leerla cuidadosamente.

El placer de tu inocencia [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora