Capítulo 29

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Salí del baño sin voltearlo a ver para que comprendiera que no iba a poder convencerme. Salí de su habitación y cerré la puerta. Comencé a caminar hacia el cuarto de Harry y me paré enfrente.

Llevé mi mano a la puerta tímidamente y toqué.

— Harry... soy... soy yo, Hermione — dije en voz un poco baja para que me oyera. Escuché como se fue acercando desde adentro. Sabía que no podía estar dormido. Me puse algo nerviosa mientras esperaba que me abriera la puerta.

La puerta se abrió lentamente — hola Hermione...

Harry tenía la mirada vacía, eso me preocupó — ¿pu... puedo hablar contigo?

Suspiró — bien, pasa — abrió más la puerta para dejarme entrar.

— Gracias — entré a su habitación, cerró la puerta.

— Quieres hablar de Draco ¿verdad?

— S-s... sí... — respondí un poco nerviosa — Draco, yo... — di un leve suspiro — yo sé que... que es extraño e ilógico, pero... pero yo... yo quiero a Draco... y mucho — Harry me miro sin decir nada y se fue a sentar en la cama. Me acerqué a el — Harry... — me interrumpió.

— ¿Estás segura? — me miró — acuérdate de la principal razón por la que viniste aquí —Me sorprendí al recordarlo y desvíe mi mirada — es... es posible que Draco no te engañe sólo con 5 chicas... — dijo en tono despectivo.

Volteé a verlo — no... Draco él no... no me engañaría — fui y me senté a la par suya — Harry, por favor... — miró a un lado — él hizo que me olvidara de... — me interrumpió.

— ¿Por qué te acostaste con él, Hermione? — Volteó su mirada a mí — sólo... respóndeme eso.

Me sonroje, y mucho, pero tenía que contestar — yo... lo quiero y... y... — volvió a interrumpirme.

— ¿Él no te obligó a nada? — dijo seriamente. Negué con la cabeza. Harry dio un gran y profundo suspiro — Hermione, no quiero que te vuelvan a lastimar... — noté tristeza en su mirada — tú sabes que yo te quiero y mucho. Pasamos juntos desde pequeños, hasta que me mudé — yo solo lo observaba — si Draco... si él te llegara a lastimar... yo... — lo interrumpí.

— Harry, tranquilízate... — tomé su mano.

— No quiero que sufras Herms. Tú tienes un bello corazón... y no quiero que se vuelvan a aprovechar de él — no le dije nada. Harry soltó su mano de la mía y se levantó de la cama.

Vi cómo se dirigía a la puerta — ¿a... a dónde vas? — dije un poco sorprendida mientras me levantaba.

— Al cuarto de Draco — abrió la puerta y salió.

— ¿Qué? — me dije a mí misma y salí de la habitación.

Miré como Harry abrió la puerta y entró al cuarto de Draco. Fui velozmente detrás de él y también entré. Vi a Harry parado a unos metros de Draco, él estaba sentado en su cama, aún sin su camisa, tenía sus codos apoyados en sus muslos.

Draco al verme entrar hizo un minúsculo gesto de sorpresa, yo me acerqué a él y me senté a su lado. Harry nos vio y se acercó a nosotros.

Mi primo lanzó un suspiro — Draco... ¿de verdad la quieres?

— Sí... mucho.

Harry volteó a verme, le sonreí levemente y negó con la cabeza sonriéndome cálidamente.

Entendí su mensaje.

Me paré de la cama y fui a abrazarlo — gracias Harry.

— Siempre consigues lo que quieres ¿eh? — rió muy levemente.

Alejé mi rostro para verlo — tú siempre me dejas conseguir lo que quiero — en un tono poco burlesco.

— Sabes que no te puedo negar nada — me sonrió y besó mi frente. Reí levemente y me giré para ver a Draco. Me sonrió y se paró de la cama.

— Entonces Harry... — lo miró, esperando una respuesta.

Suspiró — Draco, si la lastimas... no golpearé sólo tu boca.

— No te preocupes — me tomó de la cintura con su brazo derecho — nunca la lastimaría.

— Bien — miró el reloj y vio que ya eran las 2:02 a.m. — bueno, hablamos de esto al rato, ya es tarde.

— De acuerdo — respondió Draco.

Me separé de Draco y fui con mi primo — que duermas bien, Harry — le sonreí y besé su mejilla.

— Tú también Hermione — me sonrió cariñosamente.

— Hasta mañana.

— Claro — sonrió un poco. Se dirigió a la puerta y salió de la habitación.

— Bueno; que descanses linda — me sonrió Draco.

— Tú igual Draco — besé su mejilla. Me llevó hasta la puerta. Me detuvo antes de salir.

— Buenas noches, Hermione — me sonrió pervertidamente.

— Buenas noches, Draco... — di un paso hacia enfrente, pero él me jaló de la cintura.

Draco me tomó de las caderas e hizo que entrara de nuevo a su habitación. Cerró la puerta y me pegó a ella — perfecto, así Harry creerá que te fuiste a tu cuarto — dijo sonriente.

Comprendí lo que quería — Pero Draco... ya es tar... — me interrumpió.

— No es tan tarde... — se pegó a mí.

— Pero... pero... tu boca.

— No importa. Soportaría cualquier dolor con tal de besarte... y de lamerte toda... — se acercó a mi oído y me dijo — tenemos más de una hora... ¿es más que suficiente, no crees?

No dije nada.

Comenzó a lamer mi cuello, quería provocarme. Esparcía pequeños besos húmedos a través de él. Fue subiendo hasta llegar a mi oreja y la mordisqueó sensualmente. Lancé un gemido y me pegué más a él.

Él sonrió y comenzó a besarme apasionadamente.

El placer de tu inocencia [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora