Capítulo 26

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Pasamos unos segundos viéndonos a los ojos hasta que me separé. Draco se tenía que ir, el entendió. Se quitó el condón y comenzó a cambiarse, yo también hice lo mismo.

Todo esto transcurrió en silencio.

Cuando ya estaba listo, se acercó a mí y me besó con ternura, un beso que alguien le da a la persona que ama... pero Draco solo me quiere, algo es algo.

— Te quiero, nunca olvides eso — dicho esto se alejó de mí y se fue a su habitación.

Di un gran suspiro, Me dejé caer de espaldas sobre ella sin poder creer lo que había hecho. Creo que yo, me estoy perdiendo... por Draco. Después de cierto tiempo me quedé dormida.

De esa forma pasaron 2 semanas más. Llevaba 1 mes con 3 semanas con los chicos, y durante las últimas 2 semanas Draco llegaba a mi cuarto todos los días por la noche. Lo... lo hacíamos. Él siempre tenía un método para evitar que se escucharan mis gemidos: Me tapaba la boca con su mano.

Algunas veces llevaba un pañuelo y me lo amarraba alrededor, o íbamos al baño de su habitación para que no se escucharan los gemidos, quedando encerrados ahí. Así habían pasado ésas dos semanas, llenas de placer.

Aunque no quisiera... simplemente me gustaba, simplemente amaba a Draco.

Por la mañana de uno de esos días, estábamos desayunando todos en la mesa. Yo me vestí un tanto cómoda con pantalón, ya que había aprendido que si me ponía falda o vestido, Draco se aprovechaba.

Durante el desayuno, hice un comentario un poco importante:

— Amm... muchachos.

— ¿Ajá? — Dijo mi primo.

— Saben que dentro... dentro de una semana me iré ¿verdad?

— Si... — respondió Harry tristemente.

— ¿Qué? — respondió Fred sorprendido.

— ¿Qué? — respondió Draco aún más sorprendido.

— Si... sólo te quedarías por dos meses ¿cierto? — dijo Blaise en un tono deprimido.

— Ajá — afirmé.

— ¡Nooo!... te extrañaré Hermione, a ti y a tu perfecta comida — dijo Fred, mirándome a mí y luego a su plato. Reí levemente.

— ¿Sólo te quedas una semana más? — preguntó Draco entre serio y deprimido.

— No me lo recuerdes — dijo Fred.

— Ustedes realmente son muy dramáticos — habló Harry irónicamente.

Mire de reojo a Draco. Estaba con una expresión, la cual no pude descifrar.

— Pero, volverás a visitarnos ¿no? — preguntó Blaise.

— Claro — sonreí.

— ¡SI! — Fred gritó felizmente. Le di una gran sonrisa.

A pesar de haber pasado un tiempo relativamente corto con los chicos, me había hecho muy amiga de ellos.

Blaise era mi compañero de juegos y de golosinas.

Fred planificaba hacer un restaurante conmigo como cheff, aunque nunca supe si lo decía en serio.

Con Draco... bueno. Estaba enamorada de él.

Y por supuesto: Mi amado primo. Con Harry siempre nos la llevamos de maravilla y él intentaba cuidarme lo más que podía todas las veces necesarias.

Realmente no quería irme... pero también extrañaba mucho a mis padres. Hace mucho que nos los veo, y también a mis amigas y amigos, que a pesar de no hablar demasiado de ellos... son muchos.

Pasamos el día igual que todos los otros, era literalmente normal. Al llegar la noche, preparé la cena; una rica lasaña con ensalada. Comimos entre risas y diversión como siempre.

Al terminar, limpié la mesa y recogí los platos. Me despedí de los chicos y me dispuse a subir a mi habitación. Fred subió conmigo, ya que era tarde, y además se veía muy cansado. Ambos subimos y luego me despedí de él. Entró a su habitación y yo me dirigí a la mía.

Entré a mi cuarto y saqué mi pijama. Me quité mi blusa, mi pantalón y mis zapatillas quedándome sólo con mi ropa interior. De repente sentí a alguien y me giré para ver.

Vi como Blaise iba entrando despreocupadamente.

— Oye Hermione, mira... — volteó a verme — oh, oh... lo siento — se giró dándome la espalda. Yo lancé un pequeño grito y me sonrojé.

— No... no hay problema — tomé mi pijama y me la puse rápidamente — bien...

Blaise se volteó — Perdón, no sabía que estarías así.

— No... yo tengo la culpa, debí cerrar la puerta — sonreí.

— Sí, es cierto — rió un poco y yo también — Bueno, te venía a preguntar... ¿sabes lo que están haciendo Draco y Harry? — dijo en voz un poco baja.

— ¿Ah? — dije extrañada.

— Sí, creo que están planeando algo para la empresa — agachó la cabeza — ¿acaso no me necesitan?

— Blaise — tomé su quijada y levanté su rostro — si están haciendo algo para la empresa — quité mi mano de su rostro — te tienen que consultar ¿no? — él asintió — así que... — me interrumpió.

— En lugar de quebrarme la cabeza pensando, ellos lo harán — sonrió.

— Claro — eso no era lo que había pensado, pero si Blaise es feliz con eso...

Blaise se rió un poco — bien, que ellos trabajen mientras yo duermo — reí ante sus palabras — bueno, que descanses Hermione.

— Gracias. Igual tú, Blaise — besé su mejilla.

Blaise se dirigió a la puerta — hasta mañana — me dijo sonriente antes de salir.

— Claro — le sonreí y vi como salió del cuarto.

Escuché desde lejos como Blaise cerró la puerta de su habitación al entrar en ella. Yo hice lo mismo y cerré la mía. Me senté en mi cama a leer el libro que anteriormente me había regalado Draco. Solo me faltaban 3 capítulos para terminarlo.

Y comencé a leerlo detenidamente.

El placer de tu inocencia [Dramione]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora