Mericcup:Real or not??

Capítulo 32

///HIPO///

-Estas bien??- me dijo Astrid tomándome de la mano.

-Aja... y tu??- le pregunto

-Algo nerviosa, crees que se enojaran conmigo por abandonarlos??

-No claro que no- le sonreí- lo entenderán- me sonrió.

-Que piensas hacer tu??- me pregunto mientras seguíamos caminando.

-Visitare a Bocón y luego iré a mi casa.

-Quieres que te acompañe??- se ofreció y yo negué con la cabeza.

-No ya has hecho bastante, necesito hacer esto solo gracias.

-Bueno, me tengo que ir... suerte.

-Suerte.

Astrid se dirije a su casa, yo me quedo admirando la zona marginal... respiro hondo y me doy vuelta hacia la herrería.

Al llegar veo a Bocón solo, esta de espaldas así que no puede verme pero... que le digo?? Hola Bocón soy Hipo, el hijo de tu mejor amigo. Me aclare la garganta para que pudiera escucharme y volteo.

-Buenas tardes señor se le ofrece algo??- se veía más viejo. Se me quedo mirando un tiempo en lo que yo decidía que decirle.

-Buenas... emm... soy... Hipo- dije con un hilito de voz. Porque estaba tan nervioso al hablar con el??

-Hipo!!- se sorprendió- entra rápido!!- me ordena- Haddock?? Hipo Haddock??- cuestiona.

-Si si el mismo, el mismo pescado parlanchín de hace cinco años- sonrío a medias. Creo que se enojaría al verme por haberlo abandonado pero me devolvió la sonrisa y me abrazo.

-Que haces aquí??- pregunta nervioso.

-Yo... bueno... Mérida...

-Veniste a ver a la princesa!!- susurro, no entendía porque hablaba así.

-No exactamente, ella tiene que arreglar unas cosas con su madre, Astrid necesitaba ver a su familia y yo... bueno vine a verte a ti.

-No debiste volver- sonaba preocupado.

-Porque?? No he hecho nada.

-Anduviste con la princesa de Dumbroch cuando estaba comprometida eso se le considera traición. Te andan buscando desde que ella desapareció!!- si sabia que la reina andaba tras de mí desde que me infiltre en el castillo por su cumpleaños pero... creo que lo había olvidado.

-Oh- fue lo único que pude decir.

-Tienes que irte Hipo.

-Yo... tengo que... Agh- sabia que venir era mala idea. Mérida jamás hará cambiar de opinión a su mamá. Josh en cualquier momento habríra la boca y me atraparan. Astrid, y si a ella le hacen daño como dijo el príncipe?? Debi de quedarme en Londres.

-Pero... me alegra que hayas venido- puso su mano en mi hombro- quieres ayudarme?? He tenido que trabajar yo solo mucho tiempo- cambio el tema.

-Claro- tiene mucho tiempo que no estoy en la herrería pero... Bocón es el mejor amigo de mi padre y no puros volverle a fallar.

Me iré, pero necesito hablar con Mérida de esto mañana.

Platicamos de muchas cosas, el trataba de no mencionar a mi padre. Era lindo tener a alguien con quien platicar.

-Ya es noche, me tengo que ir, donde dirmiras??

-En casa- me miro incrédulo.

-Seguro?? Tengo espacio en mi casa.

-No no esta bien yo también tengo mucho... mucho espacio en la mía- por poco se me olvida. Saque el dinero que traía, no era mucho- se que no es mucho pero toma, lo necesitas- le di 30 doláres.

-Gracias pero no.

-Acéptalo, yo tengo suficiente.

-Gracias.

Eran las nueve de la noche, varios ya estaban dormidos. Caminaba lentamente por Inslinton. No había cambiado mucho.

Me encontraba en frente de mi casa, respire hondo y entre.

Encendí una vela y todo estaba como lo deje: desordenado. La cobija tirada en el piso con mucho mucho polvo. Trastes sucios, comida podrida... esto era deprimente. Vinieron a mi mente miles de recuerdos en estas casa.

Quería salir corriendo de aquí, ir a beber para quitarme este dolor pero no lo hice. Empecé a recoger todo. Poco a poco la casa iba quedando como antes.

Sacudí y barrí. Puse todo en orden. Se veía linda mi pequeña y humilde casa. Subí los escalones con cuidado, entre a su habitación y acomode su cama y su ropa... como desearía que estuviera aquí, dándome consejos, haciéndome reír, diciéndome lo afortunado que era por tener a alguien como Mérida... porque me tenía que pasar esto a mi?? Que he hecho yo para que el muriera?? Necesitaba que me abrazara y que me dijiera lo orgulloso que estaba de mi... Necesitaba a mi padre en estos momentos.