Deprimida, drogadicta, maldita, todas las palabras que se usan para describir a Olivia De Costa.
Exaltado, prostituto, Rompecorazones , todas las palabras utilizadas para describir a Paul Lahote.
El destino tiene una forma divertida de hacer fu...
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Olivia entró a la clase con Kim, riéndose de algo estúpido que Jared había dicho esa mañana.
Ayer durante el almuerzo, Jared se había ofrecido a recoger a Olivia y dejarla todos los días y Kim le había rogado que aceptara, Olivia finalmente cedió. Su padre había estado feliz de escuchar que ella había hecho amigos y no se opuso, incluso saludo calurosamente a la pareja cuando los vio.
-Señor Reyes. Esta es Olivia De Costa-Kim le presentó a su profesor de inglés, el hombre asintiendo.
-Hola, señorita De Costa, ¿su hoja?- Ella se lo entregó y él lo firmó rápidamente. -Puedes sentarte donde quieras, estamos a punto de empezar-
Kim arrastró a Olivia a un asiento en la primera fila, al lado de su propio asiento y un asiento vacío junto a la ventana. Continuaron hablando hasta que sonó el timbre y el Sr. Reyes se puso de pie, carraspeando.
-Está bien, clase, hoy hablaremos de Hamlet de Shakespeare. Pero primero, me gustaría presentar a nuestra nueva estudiante, la señorita De Costa, si puede ponerse de pie-
Olivia se puso de pie, vacilante, saludando con torpeza -Hola, soy Olivia. Me acabo de transferir desde Washington, DC-
-Espero que la trate con amabilidad y respeto. Puede sentarse, señorita De Costa-Olivia trepó a su asiento, ignorando las miradas. Se volvió hacia Kim, que se estaba riendo a costa de Olivia. Extendió la mano para darle una palmada en el brazo, Kim solo se rió aún más.
-Entonces, saquen sus libros, leeremos el segundo acto juntos- El Sr. Ojos fue interrumpido por la apertura de la puerta, un chico estaba tratando de colarse.
Los ojos de Olivia se agrandaron al verlo, o más bien, lo atractivo que él era. Piel rojiza, cabello corto y oscuro, mandíbula cincelada y camisa negra ajustada. Ella no pudo evitar mirarlo, el Sr. Reyes carraspeó.
-Señor Lahote, pensé que habíamos hablado de su tardanza-
Entonces, este era el misterioso Paul del que Jared habló mucho. Paul se rascó la nuca y se encogió de hombros. -Lo siento, Sr. Reyes, acabo de llegar a la escuela-
-Entonces parece que tenemos que discutir su absentismo escolar. Tome asiento, Lahote- Paul se dirigió a la parte de atrás de la clase, el Sr. Reyes grito su nombre nuevamente.
-Junto a la señorita De Costa, por favor-
-¿Junto a quién?-
El Sr. Reyes suspiró, molesto. -Lo sabrías si llegaras a tiempo. Olivia, por favor levanta la mano- Olivia hizo lo que le dijo y Paul se volvió hacia ella. Comenzó a examinarla, mirándola de arriba abajo hasta que sus ojos se encontraron.
Olivia sintió como si todo se hubiera detenido, su respiración se atascaba en su garganta. Todo lo que podía ver eran los profundos ojos color chocolate de Paul y el cansancio detrás de ellos. Todo lo que podía pensar era en él y en cómo se sentiría estar con él.
