Deprimida, drogadicta, maldita, todas las palabras que se usan para describir a Olivia De Costa.
Exaltado, prostituto, Rompecorazones , todas las palabras utilizadas para describir a Paul Lahote.
El destino tiene una forma divertida de hacer fu...
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Caminaron por el pasillo como un grupo, todos con la cabeza en alto y hablando entre ellos.
Primero, al frente del grupo, iban Jared y Kim, Kim no solo de la mano de Jared, sino que también agarraba su brazo, riéndose de algo que decía. Detrás de ellos estaba el trío compuesto por Jacob, Embry y Quil, Seth pisándoles los talones con una sonrisa emocionada.
Por último, la pareja más nueva que se incorporó al grupo caminando de la mano, el chico susurrando al oído de la chica. Ella solo sonrió, inclinándose a su lado. Él le pasó el brazo por encima del hombro, su mano iba a conectar sus dedos una vez más, esta vez por encima de su hombro.
Paul solía recibir muchas miradas de envidia, ya fueran de hombres o de mujeres, pero no eran nada comparadas con las miradas de incredulidad de sus compañeros cuando estaba con Olivia.
Los chicos lo miraron, celosos de que se hubiera puesto con la chica más atractiva de la escuela. "¿Por que siempre es el?" Susurraron enojados, sacudiendo la cabeza con decepción.
Las chicas lo miraron con lujuria, mirando a Olivia con dureza. "Ella debio hacer mucho para que él esté con ella". Uno susurró.
"Ella ni siquiera es tan bonita." El otro siseó.
Paul gruñó ante los comentarios, temblando hasta que sintió a Olivia agarrar su rostro, dándole una sonrisa. "Está bien." Ella le murmuró, besando sus labios ligeramente.
Si sus manos no provocaron una conmoción, el beso lo hizo. Los susurros se esparcieron, la gente conmocionada por el cariño.
Paul nunca había entrado con sus aventuras como caminaba con Olivia, nunca dejó que lo tocaran en público y mucho menos lo besaran sin permiso. Sin embargo, Olivia lo hizo todo y Paul solo se derritió, sin pestañear,
"¡Los veo luego!" Olivia llamó a Jacob, Embry, Quil y Seth, quienes asintieron. Ella y Kim fueron a sus casilleros, seguidos por Jared y Paul.
Como de costumbre, Paul se apoyó en su puerta cerrada, esperando a que ella terminara de agarrar sus cosas. Cada libro que sacaba, él lo agarraba, sosteniéndolos con facilidad. "¿No tienes tu propio casillero al que llegar?"
Paul negó con la cabeza. "Tengo todo lo que necesito, pero agradezco la preocupación, nena".
Kim puso los ojos en blanco. "Olvídalo, Liv, intenté lo mismo con Jared, son demasiado pegajosos como para irse".
Ambos chicos se quedaron boquiabiertos ante el comentario de Kim, negándolo. "¿Pegajoso? No soy pegajoso."
Olivia se rió, dejando a Kim y Jared discutiendo solos. Hizo un gesto en dirección a la clase, Kim asintió para que se fuera.
Paul siguió a Olivia, asegurándose de defender su derecho envolviendo su brazo libre alrededor de ella. "No crees que soy pegajoso, ¿verdad? Porque si lo haces, me detendré".
"No creo que seas pegajoso." Ella aclaró. "De hecho, creo que es un poco lindo cómo me acompañas a mis clases y a mi casillero. Nadie ha hecho eso por mí".
Paul le dio un beso en la cabeza. "Acostúmbrate, Livs. Voy a hacer esto y más. Te trataré como mereces ser tratada".
Olivia se detuvo, sonriéndole. "¿Qué hice para merecerte?"
"Yo me pregunto lo mismo". Llegaron a su clase y Paul le pasó a los libros. Frunció el ceño y se detuvo en la puerta.
"¿Tienes que ir?"
"Sí. Ahora, continúa." Olivia se inclinó, presionando sus labios contra los de él. Paul aprovechó la oportunidad, saboreando el sabor de sus labios y acercándola por las caderas.
La Sra. Johnson se aclaró la garganta, haciendo que los dos adolescentes se separaran. "Ahora, aunque estoy segura de que es 'una tortura' estar separados, tiene otra clase, Sr. Lahote. Y Sra. De Costa, tenga algo de decencia".
"Lo siento Sra Johnson sólo me despedía de Olivia, te veo en el almuerzo Livs".
"Adiós, Paul." Olivia caminó hasta su asiento, evitando la mirada crítica de la Sra. Johnson. Incluso los profesores pensaban que los chicos estaban drogados y que todos los asociados con ellos también estaban en peligro de consumir drogas o unirse a cualquier culto que tuvieran.
Olivia no entendía cómo se pudo haber iniciado ese rumor cuando no había ninguna señal. La idea de que estuvieran en una secta era más probable, más veraz con más evidencia. Quiero decir, ¿un grupo de chicos que faltan a la escuela y regresan con tatuajes iguales en los mismos lugares, con el mismo corte de pelo y la misma constitución general? Eso fue sospechoso. Olivia conocía personas que tomaban esteroides, Jason había tomado esteroides y no se parecía a ellos de ninguna manera.
Kim entró a la clase, su brillo de labios desordenado y su cabello alborotado. Se arrastró hasta su asiento y se volvió para encontrarse con los ojos de Olivia.
"¿Qué?"
Olivia se rió disimuladamente. "Deberías mirarte en un espejo, Kimmy. Tu cabello y tu brillo de labios son un desastre".
Kim jadeó, revisando su bolso y sacando un espejo compacto. Inspeccionó su rostro, sonrojándose locamente mientras intentaba arreglarse antes de que comenzara la clase.
"Tú y Jared seguro que se maquillaron rápidamente, ¿no es así?"
