𝟎𝟗 | Respira, idiota

9.9K 358 32
                                    

"El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia"
William Shakespeare

"El amor consuela como el resplandor del sol después de la lluvia"William Shakespeare

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

𝐈𝐗

⇜⇝
Valentina

ESTÁBAMOS A DOS SEMANAS DEL PARTIDO CONTRA SUECIA. Yo acababa de tener sesión con Pau Torres, después de hablar los problemas, salimos los dos contentos de la oficina. Entramos al campo donde estaban todos los jugadores acabando el entrenamiento. Yo hablé un rato con el míster, aprovechando para decir, en general, como iban las reuniones, ya que una psicóloga nunca desvela lo que ha escuchado en una reunión. Cuando acabé de hablar con él, saqué mi portátil y seguí haciendo un proyecto de psicología, ya que, aunque estaba con las pruebas, aún tenía clases virtuales algún que otro día, y proyectos los mismos que siempre. Cuando noté que los jugadores me miraban con una sonrisa apagué el portátil.

—Hoy no—dije caminando mientras negaba con la cabeza.

—Venga, vamos, por favor. Unai tiene que estar preparado para cualquier tiro—intentó convencerme Morata. Siempre me convencían para jugar con ellos al fútbol. Bueno, más que jugar, para que yo chutara a portería. Para reírse de mí. A mí me da igual que se rieran de mí, yo también me reía. Pero el otro día casi le rompo un diente a Thiago.

—Solo un tiro—dije.

—Vale, vale—aceptó Dani Olmo alegre. Yo negué divertida y me coloqué en posición. Pero cuando chuté la pelota empezó a ir muy despacio, Unai, junto con todo el equipo empezó a partirse de la risa. Yo me crucé de brazos, enfurruñada por que no me saliera.

—Dadme 5 minutos para intentar que mejore su tiro—habló Pedri detrás mío.

—¿Cuánto apuestas a qué consigues que tire mejor?—preguntó Morata divertido.

—10 euros.

—¿Estáis apostando por mí?—pregunté, enfurruñada. Pero no me hicieron caso.

—Hecho, si salgo de la ducha y ha mejorado su tiro, te doy 10 euros, de lo contrario, me das 10 euros—dijo Morata riéndose.

Todos los jugadores se fueron del campo, dejándome con un Pedri pensativo.

—¿Acabas de apostar por mí? Sabes que vas a perder 10 euros, ¿No?

—Ten algo de confianza en ti misma—rio él—Vale, a ver, tira—pidió poniendo una pelota bajo mis pies. Yo le miré con desconfianza pero tiré a portería.

Bueno, o lo intenté, porque la pelota acabó a dos metros de mí. Me vine abajo y suspiré, frustrada. Cuando me giré hacia Pedri, lo vi aguatándose la risa.

—Como te oiga reírte..—le amenacé.

—No, no, yo no me río—dijo levantando las manos al aire—Vale, a ver, con perdón, pero tanto tu posición, como tiras la pelota, la puntería, la velocidad...

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora