𝟏𝟏 | Un tanto perdidos

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"La brevedad es el alma del ingenio"
William Shakespeare

"La brevedad es el alma del ingenio"William Shakespeare

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𝐗𝐈

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Valentina

ESA TARDE LA RECUERDO CON ESPECIAL CARIÑO. En vez de coger el Google Maps y buscar una biblioteca, decidimos perdernos por las calles. Las calles más viejas, desoladas, de piedra...esas calles eran mis favoritas. Creo que estaba demasiado ilusionada, pero es que la alegría no disminuía. Entramos en distintas tiendas, la más divertida fue una que tenía para hacer bromas, disfraces, cosas inútiles...

Me dio hambre y entramos en una cafetería. Era de madera, muy rústica. Nos sentamos en una mesa vacía al lado de un ventanal, donde se veía la calle. Eché una mirada al ambiente de la cafetería. Solo había gente mayor, que jugaban a las cartas, o charlaban entre ellos. Una chica nos dijo lo que había.

—Galletas de varios sabores, flan, tarta de queso, ensaimadas, magdalenas, cruasanes—iba diciendo. En el momento en el que dijo ensaimadas, Pedri y yo nos miramos al mismo tiempo. Yo sonreí de oreja a oreja—Seguiría con lo que queda, pero creo que queréis algo de lo que ya he mencionado—rio la chica al vernos.

—Una ensaimada y un café ¿tú?—dije mirando a Pedri.

—Nada, gracias—sonrió y la camarera se fue para traer la ensaimada.

—¿Nada? Que aburrido—bufé divertida. Él rio.

—Voy a robar algo de tu plato—me guiñó un ojo.

—Agghhh, bueno, vale—me crucé de brazos. Luego miré por la ventana. Una niña corría divertida, siendo perseguida por su padre, en plan de broma, claro. Yo sonreí, nostálgica. Pedri se dio cuenta porque también miró.

—Nunca has contado nada de tu familia—comentó.

Yo me removí en mi silla, incómoda por la pregunta.

—Tú tampoco me has contado nada de la tuya—rebatí.

—No hay mucho que contar. Mi madre se llama María Rosario y mi padre Fernando. Nací y crecí en Tegueste. Ahora vivo con mi hermano, Fernando—contó. Luego me miró, expectante. Yo suspiré.

—Pues...mi madre se llama Sandra y mi padre se llama Marco. Nací en un pueblo de Valencia y crecí ahí—expliqué.

—¿Y por qué vives sola?—preguntó.

—Cuando mi madre anunció que estaba embarazada de mi hermano, mi padre nos abandonó. Por lo que, tiempo después nos mudamos a casa de mi...de mi padrastro—dije, saltándome partes de la historia—A los 16, me fui a casa de mis abuelos por...circunstancias. A los 17 fui a Barcelona para hacer la Selectividad y me quedé en una residencia de estudiantes. Cuando me dieron la nota decidí estudiar psicología y me fui a vivir sola en Barcelona porque...pues no sé.

No me sueltesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora